Santi Torres, MundoGT.- A lo largo de las últimas dos ediciones del #V8MGT, la cita de Bathurst no ha sido la mejor del año. Siempre ha habido una o dos carreras que han sido más importantes que las del Mount Panorama, pero no ha sido así en su tercera edición. Un clásico del Simracing es lo que se vio en Bathurst, y Marc Pérez parece haber encontrado la horna de su zapato.
Alejandro Sánchez, que es un poco más joven que Marc Pérez –pero no mucho-, le puso en apuros desde el minuto uno. ¿Cómo? Con la Pole Position. Tras el madrileño, un enjambre de IRT. Al frente, los dos primeros del campeonato.
Su batalla no hizo chispa hasta pasadas unas vueltas. Se mantuvieron apartados del pelotón, y se distanciaron en los primeros metros. Pérez marcó terreno al ponerse primero, Sánchez, paciente, se quedó detrás incluso tras la primera parada. A partir de ahí, la pelea se encrudeció. Esa primera mitad de carrera fue de estudio, la segunda de aplicación práctica.
En cuanto pudo, Sánchez le tiró el coche a Pérez. En Conrod, el #47 se aprovechó de una salida temerosa del #14 en el Codo de Forrest. Rebufo y más rebufo, y se puso en paralelo en la frenada de The Chase. En otras circunstancias, Sánchez no hubiese cedido pero quería el liderato, y aguantó por el exterior. El contacto, inevitable, aunque no fue definitivo.
El paralelo siguió tres curvas más, como si estuvieran enganchados por un imán invisible. Sánchez ganó a fuerza el interior de la segunda curva, Griffin’s Bend. Quizá con demasiada, pues se pasó de frenada, y Pérez recuperó el liderato. Los espectadores, al borde del asiento.
La pelea no había terminado. Justo antes de la segunda parada, Sánchez volvió a intentar la maniobra, y funcionó. Pérez, a su vez, entró a boxes. ¿Sánchez le pasaba en pista? Él le pasaba con un ‘undercut’ de libro. Tras la segunda detención del #47, Marc salió por delante, unos cuatro segundos. Alejandro entonces apretó los dientes y, en beneficio del coche algo tocado de Pérez, se le volvió a enganchar en la parte trasera. Le leía la matrícula, pero esta vez debía ser más listo. Sánchez entonces buscó el adelantamiento por el interior en The Chase. La apurada de frenada de los dos fue de esas que ponen los pelos de punta, y ambos se pasaron de frenada. Si ya de por sí la pelea era dura, por detrás se unieron Víctor Lobato y Aday Coba. Lo que les faltaba. Sánchez entonces buscó el otro estilo: el paciente. Pérez cometió el error más importante de la carrera en el codo de Forrest. El Holden le quiso desmontar, le quiso enviar al muro.
Se aferró al volante y enderezó al monstruo de 650 CV de potencia, pero el daño estaba hecho. Sánchez estaba en disposición de atacar, y así fue. Pérez tuvo que ceder en la entrada a The Chase y, en la salida de la misma, perdió metros clave.
La carrera era de Sánchez, y Pérez fue segundo. El podio lo completó Víctor Lobato, que lo llegó a intentar con Marc en los últimos metros. Y pensaréis… ¿y el resto de participantes?
Pues si la lucha por el liderato fue tan movida, la pelea en el pelotón fue sobrenatural. No se pueden destacar uno a uno los momentos, ni a los protagonistas. Sólo hay que mirar en el spotter-guide para saber sus nombres. Todos y cada uno de ellos pelearon hasta el final.
La próxima carrera será en el Circuit of the Americas en su versión West. Allí hay más espacio para adelantar, por lo que esperamos una pelea a cara de perro. La División Supercars será el primer plato, con la División V8 en siete días vista.