En la cultura del siempre más y sobre todo, del soy lo que tengo (o en simracing, soy tan rápido como la cantidad de dinero que me he gastado en equipo), parece que nunca podremos saciar nuestros bolsillos. Por eso, cualquier cosa que pueda ser susceptible de mejora instantánea nos va a dejar ese runrún en la cabeza que nos impide disfrutar de lo actual. ¿Y si el siguiente modelo me hace ir más rápido? Para el usuario del simracing no ha habido una época de mayor ansiedad y regocijo que estos últimos años. Decenas de bases, decenas de pedales, decenas de cockpits y cientos de aros se agolpan en los escaparates y reviews de internet para decirte que, como no tengas un poco de zen mental y sepas relajar el presupuesto afianzando tu autoestima, entrarás en un agujero negro de pasta que solo lleva a la frustración.
Cada equipo de hardware en simracing tiene sus mejoras posibles y las bases son las más evidentes: 9 newtons metros parecen ya una desgracia para quien aspira a tener en su casa más torque que en una prensa hidráulica industrial. Da lo mismo que los coches de carreras tengan menos (dicen que el formula 1 ronda los 12Nm), o que para tu nivel de conducción con un G25 de plástico sobre una tabla de planchar ya fueras sobrado. Cuando se instala (o te instalan) en nuestra cabeza la idea de que para superar lo presente se empieza -no por entrenar- sino por soltar más dinero, ya podría aparecerse el espíritu de Ayrton Senna para decirte lo contrario, que al final, sacarás la tarjeta de crédito a pasear sin ningún reparo.
Para los curiosos, para aquellos con averías en sus equipos, para quienes tienen equipos obsoletos o para los inseguros, el simracing nos brinda la posibilidad de probar nuestra destreza con tecnologías cada vez mejores. Y en ese devenir de actualizar la chatarra que termina en algún punto limpio tras meses de no poder mal vendérselo a nadie en wallapop, hay marcas que están apostando por otra manera de consumir equipamiento simracing.
En un giro de guion muy estridente para la industria simracera tan dada (como para el resto de industrias) a no planificar el futuro y vivir solamente del presente, Asetek permite saltar por cada uno de los niveles de su catálogo de pedales sin la obligación de desprenderse de todo el equipo anterior. Un upgrade que desecha solamente algunos cables y muelles anteriores permitiendo que el grueso de la inversión (la circuitería, la base de los pedales y muchos, muchos tornillos), mantengan su vida útil durante más tiempo que la de sus rivales. Si tienes un mínimo de respeto por dejarle a tus descendientes un planeta -al menos parecido- al que te encontraste tú al nacer, esto ya es muy buena noticia. ¿Pero merece la pena un upgrade a nivel pilotaje?
Los pedales Asetek nacen como La Prima, un sistema «básico» de acelerador y freno con célula de carga y grandes características en la gama media, para luego evolucionar a Forte (acelerador con varilla y una tira de Leds) y terminar -de momento- en Invicta (un freno hidráulico). Tres maneras de asomarse a la tecnología de la simulación diferentes con una inversión y coste también acorde a los niveles y exigencias de cada piloto. El embrague, igual que en otras marcas, se puede añadir en cualquiera de las opciones anteriores y actualizar de Prima a Invicta.
Sobre la experiencia de La Prima y el salto desde unos V3 de Fanatec, hablamos ya hace unas semanas. Hoy toca empezar a modificar -de nuevo- lo presente y estudiar si estos upgrades suponen un cambio realmente a mejor o si simplemente es la justificación de gasto que nos decimos para intentar así ser más rápidos.
LA FORTE
Habituado durante unas semanas a La Prima con el acelerador más básico, el cambio a Forte es evidente: pasamos de un muelle en la base del pedal limitado en su valor máximo por un tornillo que sirve de tope, a una varilla inclinada con dos muelles de resistencia a elegir. Desplazar la resistencia desde la articulación del pedal donde se une con la base a un sistema más complejo, me ha dado la sensación de añadir más control y más sensibilidad al conjunto.
Como en el artículo anterior, Suzuka ha sido el circuito de pruebas. Sus eses concatenadas y la necesidad de ir jugando con el pedal del acelerador a bordo de un Formula Light me han dado la oportunidad de medir tiempos y sacar conclusiones sobre la experiencia completa. Si bien el acelerador de La Prima cumplía su función con el sensor Hall, Forte eleva la misma experiencia a un nivel superior.
El desarrollo del pie y el ángulo de acción son más cómodos y tengo la impresión de poder mantener la posición de una forma más exacta que antes. Es cierto que en cualquiera de los casos, Prima o Forte, el sensor hall de 12Bits daría las mismas posiciones de dinámica. Sin embargo, el recorrido total es diferente y por tanto, puede que este detalle añada más detalle subjetivo.
¿Suficiente cambio como para invertir en el upgrade? Para muchos, el pedal de acelerador es el menor de los problemas y el que menor inversión suele justificar. En caso de Forte, el pago de 162,49€ (a día de hoy, Julio 2024) se me antoja un pequeño lujo por un pedal de acelerador que ya hacía La Prima con un mínimo muy viable. Cierto que Asetek añade, además, un led horizontal de muy buena calidad idéntico al que llevaría el Forte o Invicta si se comprara el modelo de fábrica, así que si eres de los que les gustan las chispitas y lucecitas, puedes darte el capricho.
Quizás la instalación del Led suponga más complejidad que la que uno podría pensar al comienzo. Despegar la protección de la base completa para poder llegar hasta las tripas de los pedales, y desde allí intercambiar el cableado y un pequeño integrado que acompaña para el LED pueda dar cierta pereza, sobre todo cuando solamente se trata de un elemento estético que yo, por ejemplo, ni siquiera disfrutaré al llevar mi visor VR.
El LED cumple. Su fabricación es moderna y gracias al software propietario se puede sincronizar con cualquier otro equipo Asetek que tengas, así que el nivel de horterada que quieras conseguir en tu cockpit está asegurado.
Recuperando el espíritu de la pregunta original ¿justifican los 165€ el upgrade al acelerador Forte y el LED?, en mi opinión, no parece suficiente el retorno de inversión práctica que podría tener, por ejemplo, poner la pasta en ese pedal que realmente te hace ganar o perder carreras: el del freno. Así que allá vamos.
FRENO INVICTA
La joya de la corona de Asetek y la gran promesa técnica de cada fabricante. El término Invicta ya parece sugerir que este pedal será completamente invencible. Sin embargo, a estas alturas de nuestra vida ya sabemos todos que del marketing al hecho hay un trecho enorme y muchas veces el cambio a mejor podría ser solo subjetivo derivado por ese sesgo de confirmar que lo gastado es realmente mejor de lo que realmente es.
Hubo un tiempo en que hablar de lo hidráulico en el simracing era casi pornográfico. El esoterismo que ofrecía tanto cable, bombas de líquido y la promesa de que nunca habría nada más similar a la realidad de un coche de carreras, llevó a muchísimos usuarios a invertir casi una hipoteca en un equipo más complicado que el del propio coche de verdad. Desde entonces, y hasta hace un año y pico que llegó SimuCube con su pedal activo, se hubo instalado en el imaginario de todo simracero que el pedal que te haría un verdadero creyente de este deporte sería el hidráulico.
Y entre presiones y líquidos, la fuerza se vuelve a incorporar a la ecuación. ¿Cuánta presión debería de ejercer mi pierna en un pedal de freno real para detener el coche? ¿Cómo controlo el bloqueo y evito el irme recto? ¿este Invicta será capaz de simular la sensación de las ruedas en carretera? ¿cómo entendemos los recorridos de las pastillas del freno? Ahora mismo, tan solo SimuCube, con sus pedales activos, son capaces de crear el feedback perfecto. Por abajo, la lucha está en intentar suministrar una experiencia lo más parecida posible a un sistema real.
Invicta, basado en tecnología T.H.O.R.P. (Twin Hydraulic Opposing Rapid Pistons) funciona mediante dos cámaras cerradas donde se guarda el líquido a presión. Si ejercemos fuerza en el pedal, este presiona el elastómero (intercambiable), que a su vez empuja una cámara donde el líquido la transmite a la cámara superior y la guía empuja el émbolo para que al final este empuje el sensor de presión, generando en conjunto hasta 180kg (100 bares de presión) con la promesa que durará en torno al millón de activaciones.
Estos valores de fuerza y presiones sobrehumanas hay que tomarlas como lo que son. Salvo contadas ocasiones como Asetek, lo que los fabricantes suelen proporcionar son datos relativos a la capacidad de la célula de carga en sí misma, no de esa misma célula en el contexto real de ángulos y distancias de apriete. No es lo mismo medir la fuerza de presión directamente sobre la célula que en el sistema formado por el pedal, donde tu pie se coloca unos veinte centímetros por encima. Porque tú no aprietas la célula por tu propio pie, en realidad lo hace el sistema de ángulos y distancias del mecanismo. Tu pie, por ejemplo, se puede situar en una posición mucho más alta que la célula y las matemáticas dicen que al doble de distancia, el doble de presión ejercida. Una célula que diga que puede con 100Kg de fuerza permitiría una presión en el pedal de 50Kg antes de llegar a la saturación (100Kg). Es decir, la presión ejercida por tu pie en el punto del pedal transmitiría el doble de presión a la célula. Eso sin entrar a valorar más ángulos y tuercas y tornillos.
Por poner contextos reales, un piloto de F1 necesita aplicar en torno a los 150Kg de fuerza durante el momento de presión máxima y suelen tener un recorrido de pedal total de 3cm. Claro que en un coche de carreras la inercia empuja tu cuerpo ayudando al pie a presionar con tanta intensidad.
A todo esto, ese millón de activaciones podría resumirse como: a 4 frenadas fuertes por vuelta, en una sesión de 20 vueltas, son 80 activaciones por sesión. Si repartimos ese millón entre las 80, tendremos la nada desdeñable cantidad de 12.500 sesiones. A no ser que seas de los agonías que no se levantan del cockpit ni para ducharse, a una sesión por día, todos los días del año, la célula debería de empezar a dar señales de desgaste más o menos a los 34 años de edad.
La respuesta del pedal Invicta de Asetek, en cualquier caso, sigue simulando aquel movimiento doble de «primero muerdo el disco, después aplico el freno«. Hay quien prefiere usar ese espacio como zona muerta para darse contra el muro enseguida y hay quien prefiere sentir ese gap suave antes del primer golpe de frenada. Sea cual sea tu preferencia, Invicta de Asetek se comporta perfectamente: transmite la fuerza de frenado sin sorpresas y con esa sensación tan hidráulica (¿elástica? ¿esponjosa?) que solamente te la puede dar un hidráulico.
Como en todo cambio, me tocó estar una semana incómodo: el ángulo de mi pie había cambiado, el tacto del freno también, el recorrido y la fuerza. Pero nada que no tenga arreglo echándole tiempo. Una vez acostumbrado, vuelven las sensaciones y dejas de pensar continuamente en lo que llevas bajo el pie y te concentras en adelantar al pesado que tienes delante.
Actualizar el hardware del pedal, aunque muy fácil, puede que no sea para todo el mundo y si tienes el dinero, quizás prefieras apuntar directamente al pedal Invicta ya de fábrica. Como hemos explicado más arriba, de Prima a Forte, curiosamente, se necesita mucha más maña que actualizar de Forte a Invicta.
En ambos casos -upgrades de Forte e Invicta-, el software de control seguirá siendo el mismo que en La Prima y solamente tendremos que darle a una opción de configuración para decirle qué upgrade hemos añadido.
RESUMEN
¿Soy mejor piloto con los upgrades? Ni de broma. ¿Me lo paso mejor? Sí. Mucho mejor. En la vida del simracing todo son sensaciones. Simular un coche de carreras de manera cada vez más verídica es una de esas cosas que el futuro nos está permitiendo y estos upgrades elevan el listón de lo posible a un precio comedido por el que aún no parece que estés traicionando a tu familia.
La tecnología hidráulica ofrece, además, un aura que ya de por sí llama la atención y el conjunto Forte e Invicta da mucha más «granuralidad» (que llaman los americanos) porque sientes más pasos intermedios.
Reutilizar partes del cockpit normalmente defenestradas cuando llegan las mejoras es de esas políticas modulares que sorprenden que no estén más al orden del día y desde aquí felicito a Asetek por atreverse con la idea.
¿Habría algo más que Invicta? Sabiendo que los pedales activos de Simucube ya son posibles, no descartemos un upgrade de Invicta a Mega Epic o Massive (o algo así) que eleve una vez más la experiencia Asetek a lo mejor que se pueda llegar a tener en este mundo de la simulación.
Queremos agradecer a Asetek la cesión del material y nos alegramos que existan cada vez más marcas ofreciendo equipamiento a precios razonables y a una calidad tan cuidada.
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Qué bien contado y explicado por Óscar, un genio de ésto!!!!
Gracias por contárnoslo…