El Circuito Gilles Villeneuve, ubicado en la Île Notre-Dame de Montreal, es uno de los trazados más emblemáticos del calendario de la Fórmula 1 y de los más populares en los videojuegos. Combina lo mejor de un circuito callejero con rectas de altísima velocidad, lo que le ha llevado a ser escenario de alguno de los momentos más icónicos del automovilismo.
El “Muro de los Campeones»
Una de las características más conocidas del Circuito Gilles Villeneuve es su última chicane, por la presencia en su salida del conocido como “Muro de los Campeones”. Este apodo no es casualidad, ya que varios campeones del mundo se han accidentado ahí. Damon Hill, Michael Schumacher y Jacques Villeneuve impactaron contra esta barrera en un mismo año, con otros como Jenson Button o Sebastian Vettel haciéndolo temporadas después.
El Casino de Montreal y su proximidad al circuito
Precisamente al lado de la curva en la que se sitúa el “Muro de los Campeones” tenemos el Casino de Montreal, que además da nombre a la misma. Algunos juegos de ruleta online de Betfair se pueden disfrutar también en vivo y en directo en el casino, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Este abrió sus puertas en 1993 y es uno de los lugares más grandes y populares del país. Durante el fin de semana de Gran Premio, es fácil encontrar slots temáticas que vemos en Betfair disponibles también en su interior, aprovechando la presencia de la categoría reina del automovilismo.
Circuito sobre una isla artificial
La Île Notre-Dame sobre la que está construido el circuito es una isla artificial. Esta se creó en 1965 a partir del material excavado durante la construcción del metro de Montreal. La isla, además, fue parte del sitio de la Expo de 1967, una exposición mundial que puso a la ciudad en el mapa como una ciudad internacional. De hecho, muchas de las instalaciones originales de la Expo aún están presentes en la isla, lo que le da al circuito un ambiente único.
La ubicación del circuito, rodeado por el río San Lorenzo, ofrece algunas de las vistas más bonitas de todo el calendario de la Fórmula 1. A lo largo del trazado, los pilotos pueden ver el skyline de la ciudad de Montreal de fondo, algo poco común en otros circuitos que están mucho más lejos de los grandes núcleos urbanos.
Un circuito accesible durante todo el año
Es importante recordar que el Gilles Villeneuve no es un circuito permanente, sino más bien es un semiurbano. Esto quiere decir que, durante el resto del año, los habitantes de la ciudad pueden pasear por la pista. Cuando no hay carreras, las rectas y curvas del circuito se convierten en un lugar popular para los ciclistas y los corredores. La pista se abre al público y cualquiera puede dar un paseo en bici o una carrera a pie sobre el mismo asfalto en el que compiten los mejores pilotos del mundo.
Así, el circuito es un espacio deportivo multifuncional integrado en la vida diaria de los ciudadanos de Montreal. Muchos ciclistas locales lo utilizan como un circuito de entrenamiento, disfrutando de la velocidad que ofrece su trazado y el canto del paisaje que lo rodea.