Nota de transparencia y afiliación: he elaborado este artículo por mi cuenta, sin patrocinio, cesión de equipo ni acceso anticipado. Me baso en la entrevista de Dan Suzuki a Hannu Harju (CEO de Simucube) y en documentación oficial: las citas entrecomilladas proceden de ese directo. Cuando un dato no está contrastado por terceros lo marco como información del fabricante. Soy usuario de productos Simucube y siento afinidad por la marca, así que existe un sesgo potencial. Mi compromiso es ser transparente, crítico y corregir si aparecen datos que lo confirmen o desmientan. simRacer.es, el medio con el que colaboro, incluye enlaces de afiliado en sus contenidos: esos enlaces no condicionan el contenido que hago y no suponen ingresos para mí a título personal.
Después de mucho rumor y expectativa, Simucube 3 ya es una realidad. Han pasado seis años desde que Simucube marcó una etapa en el sector con sus bases direct drive de segunda generación, y en este tiempo el panorama del simracing de alta gama se ha vuelto mucho más competitivo. No estamos ante una simple actualización de fuerza bruta, la empresa finlandesa ha apostado por una plataforma integral que combina nueva base, nuevo sistema de liberación rápida y hasta un volante propio, todo pensado para simplificar la vida del simRacer sin sacrificar prestaciones. En este artículo exploraremos qué hace diferente al Simucube 3 – desde su innovador sistema LightBridge que elimina cables, hasta la colaboración con terceros en su ecosistema – con un enfoque cercano y divulgativo.
Repasamos cada novedad y su impacto en la evolución del simracing profesional y doméstico.
Contexto: Simucube y la evolución del simracing de alta gama
Para entender la importancia del lanzamiento del Simucube 3, conviene repasar el camino hasta aquí. Simucube (división de Granite Devices) se ganó una gran reputación con sus bases direct drive de calidad industrial. La Simucube 2 lanzada en 2019 se convirtió en una de las referencias de facto: un dispositivo de force feedback (FFB) directo, potente (Sport 17 Nm, Pro 25 Nm, Ultimate 32 Nm) y con una fidelidad en el volante que enamoró a pilotos virtuales profesionales y amateurs exigentes. Durante años, todo aquel que buscaba «lo mejor de lo mejor» terminaba mirando a Simucube 2.
Pero el mercado no se quedó quieto. En estos seis años, el simracing de alto nivel ha florecido con nuevos actores y soluciones. Marcas como VRS, Simagic o Moza empezaron a ofrecer bases directas potentes a precios más contenidos.
Fanatec amplió su catálogo hacia la gama alta con las Podium y más recientemente con su DD+ de 15 Nm. Incluso empresas tradicionales del motor incursionaron en hardware de simulación. A la vez, Simucube diversificó su oferta con productos innovadores como los pedales Simucube ActivePedal, mostrando que no temía redefinir conceptos (ese pedal activo sorprendió al eliminar completamente la sensación tradicional de muelle en favor de un sistema electromecánico programable). En este contexto, Simucube 3 no podía limitarse a subir la potencia y ya – el listón de la fidelidad ya estaba altísimo con SC2-, tenía que ofrecer algo más.
Ese «algo más» es una visión de ecosistema integrado, fiabilidad (que Simucube sitúa en «nivel industrial») y facilidad de uso. Como bien resumió Tero Kontkanen (CTO y cofundador de Simucube) en material oficial de la marca: «Lo difícil aquí es que cada parte del simulador debe ser lo mejor posible. ¿Pero quién puede hacer todas esas cosas? Nadie – porque nadie puede dominarlo todo. En su lugar, siempre es un esfuerzo conjunto de los mejores talentos». Y es que la estrategia de Simucube 3 gira en torno a la colaboración: alinear a los mejores especialistas en volantes, cockpits, dispositivos FFB y demás, para crear «el simulador del futuro» de manera conjunta. Esta filosofía colaborativa impregna el lanzamiento del SC3, como veremos más adelante.
Por supuesto, en la práctica diaria de un simRacer también había retos que resolver. Uno de ellos: la maraña de cables y conexiones. Muchos hemos lidiado con volantes llenos de botones que requieren un cable USB enroscado al girar, o con receptores inalámbricos USB adicionales para volantes sin cable. Incluso el propio Simucube 2, si bien incorporó un sistema inalámbrico para volantes (permitía usar volantes compatibles sin cable USB), tenía sus limitaciones: necesitaba pilas/batería en el volante, y por razones de consumo el número de inputs soportados era limitado. Aun así, fue un paso apreciado en pos de un setup más limpio. Pero ¿y si pudiéramos eliminar cables y baterías, sin perder prestaciones?
Esa es la pregunta que Simucube ha respondido con su nuevo sistema LightBridge integrado en el Simucube Link Quick Release, una de las mayores innovaciones del SC3.
Antes de entrar de lleno en la tecnología, resumamos qué ha presentado exactamente Simucube con esta nueva generación.
El lanzamiento de Simucube 3: más que una base DirectDrive
Simucube 3 llega como una familia de tres modelos de bases de volante direct drive, similares en posicionamiento a la generación previa pero con matices:
- Simucube 3 Sport – 15 Nm de par máximo (con 3 años de garantía, orientado a usuarios entusiastas avanzados, curiosamente 2 Nm menos que la Sport V2).
- Simucube 3 Pro – 25 Nm de par (3 años de garantía, el modelo intermedio que suele ser el más equilibrado para profesionales y simracers muy exigentes).
- Simucube 3 Ultimate – 35 Nm de par (5 años de garantía, tope de gama con 3 Nm más que la Ultimate V2, pensado para los buscadores de máximas prestaciones absolutas).
Las tres bases comparten la misma filosofía y muchas características centrales, diferenciándose principalmente en el motor interno y la potencia. Todas vienen sin volante de serie pero, importante, tampoco incluyen el dispositivo Simucube Link Hub para conectarse al PC. Esto último señala un cambio de arquitectura: a diferencia de las bases anteriores (que se conectaban por USB directamente al ordenador), el sistema Simucube 3 emplea una conexión especial vía Ethernet aislada que requiere un “hub” o interfaz para el PC. Volveremos sobre ello al hablar del ecosistema, pero conviene resaltarlo: el Link Hub es un elemento clave y se vende por separado.
Junto con las bases, Simucube ha lanzado otros productos complementarios. Por un lado, su primer volante GT completo, el Simucube Savu (en versiones Sport y Pro), diseñado para aprovechar al máximo la nueva plataforma de conexión directa (Link) y presentarse como compañero natural de las bases SC3. Por otro lado, el mencionado Quick Release Simucube Link (que viene incluido con las bases SC3 para acoplar volantes) y kits/adaptadores para compatibilidad con terceros. Es decir, nos encontramos ante un ecosistema más que un simple periférico: base + quick release + volante + hub + software, todo estrenándose a la vez para conformar la visión de Simucube de un setup de simulación integrado y sin complicaciones.
En términos de precios, estamos hablando de dispositivos de alta gama. A modo orientativo, el volante Savu Sport arranca en 899,99 €, el Savu Pro sube a 1.269,99 €, y el propio Simucube Link Quick Release por separado cuesta 169,99 €. Precios en España (PVP con IVA 21%): Simucube 3 Sport (15 N·m) desde 1.259,99 €; Simucube 3 Pro (25 N·m) desde 1.499,99 €; Simucube 3 Ultimate (35 N·m) desde 3.239,99 €. El Quick Release (QR) Simucube Link viene incluido con la base, el Simucube Link Hub se adquiere por separado.
Claramente Simucube mantiene su posición en la franja más alta del mercado, alejada de la guerra de precios de otras marcas: aquí se paga por ingeniería refinada, materiales premium y la novedad tecnológica que aportan. Queda por ver si esas novedades justifican el coste para el usuario medio, pero desde luego Simucube apuesta por argumentos más allá de los Newton-metro para convencer.
Realidad práctica: SC3 es exclusivamente para PC y el Link Hub no está incluido con la base. El coste total de entrada puede ser superior al de alternativas con ecosistemas cerrados.
Bajo el capó: nuevos motores y más control
Mirando las especificaciones puras, uno podría preguntarse ¿qué tiene de nuevo el Simucube 3 a nivel de hardware interno? Después de todo, sus cifras de par son similares a las de la generación anterior (salvo el Ultimate algo más potente). La respuesta está en los detalles: nuevos motores, nueva electrónica de control y firmware mejorado.
Simucube afirma que ha re-diseñado por completo los algoritmos de control de sus bases para esta generación, calibrando cada motor de forma única para lograr un FFB aún más preciso, suave y consistente. En la práctica, esto significa que han ajustado finamente cómo responde la corriente y el campo magnético en el motor ante las órdenes del simulador, reduciendo ruidos, optimizando la linearidad y asegurando que, por ejemplo, un efecto de baches tenga la misma sensación de detalle en la Sport que en la Ultimate (salvando las diferencias de fuerza). Buscan una consistencia de sensación a lo largo de toda la gama y, a la vez, exprimir cada motor al máximo de sus capacidades manteniendo el silencio de operación. Recordemos que las bases direct drive suelen destacarse por no tener engranajes ni correas, lo que ya las hace muy silenciosas. Simucube 3 promete ser virtualmente inaudible en funcionamiento gracias a estos nuevos algoritmos que eliminan cualquier zumbido o vibración no deseada.
En cuanto a los motores físicos, Simucube 3 Sport y Pro montan unidades de diseño personalizado (grado industrial premium) similares en factor de forma a las anteriores, pero la Ultimate introduce un motor de tipo «Spoke IPM» (Interior Permanent Magnet) completamente nuevo.
¿Qué significa esto?
En un motor tradicional de los usados en volantes direct drive, los imanes permanentes van en un anillo exterior del rotor (diseño «out-runner»). En el diseño spoke IPM, los imanes están insertados dentro del rotor, más cerca del eje, con una disposición que genera un campo magnético muy concentrado.
El resultado es mayor densidad de par y eficiencia: la Ultimate puede entregar esos 35 Nm con más facilidad y, sobre todo, con una capacidad de respuesta más rápida sin necesidad de una fuente de alimentación muchísimo mayor. De hecho, Simucube destaca que este motor alcanza respuestas más rápidas con menos consumo, lo cual habla de una optimización seria en el diseño electromagnético. No dan cifras exactas de velocidad de respuesta en milisegundos, pero sí categorizan la Pro como de «alta velocidad» y la Ultimate de «máxima velocidad de respuesta» para señalar que hay una diferencia apreciable en cómo reaccionan ante cambios bruscos.
Por cierto, las fuentes de alimentación incluidas también difieren: la Sport viene con una PSU de 280 W, mientras que Pro y Ultimate traen PSUs de 360 W (con picos de 450 W). Esto asegura que las bases más potentes tengan suficiente margen para demandas transitorias de torque sin quedarse cortas. En otras palabras, la Pro y especialmente la Ultimate no solo tienen músculo, sino también el pulmón necesario para empujones repentinos de fuerza sin titubeos.
Otro añadido interesante es el nuevo «Control Box» que acompaña a todas las Simucube 3. Es un pequeño módulo de control remoto (sustituye al clásico botón e-stop de emergencia de las SC2) que ahora incluye un dial y permite realizar ajustes sobre la marcha sin salir de la simulación. Por ejemplo, si sientes que en cierto coche necesitas un pelín más de fuerza o quieres cambiar de perfil FFB, puedes hacerlo girando el dial o pulsando un botón en esta cajita y ver un overlay en pantalla con la configuración, todo ello sin pausar el juego.
Además, el Control Box forma parte del sistema Link: al encenderlo puede encender también a los pedales ActivePedal u otros dispositivos Link con solo un botón. Este es un buen detalle de calidad de vida para el usuario avanzado que suele trastear con ajustes finos constantemente, y demuestra la intención de Simucube de unificar la experiencia de control de todos sus aparatos.
En suma, a nivel de sensaciones de manejo, Simucube 3 promete más de lo bueno conocido: potente, ultra preciso y ahora aún más afinado y personalizable.
Es difícil cuantificar «fidelidad» con números, pero la marca insiste en que han logrado avances en tres frentes:
- Control calibrado (menos ruido y consistencia total)
- Más detalle (introduciendo efectos basados en telemetría de juego como texturas de pista, vibraciones de ABS, etc., que se suman al FFB tradicional),
- Mejora en la respuesta del motor (gracias al nuevo diseño en Ultimate y optimizaciones en Sport/Pro).
Está por verse cómo se traducen estos avances cuando los usuarios y creadores de contenido prueben a fondo las bases. Recordemos que Simucube 2 ya tenía un FFB de sobra alabado, así que el listón está altísimo; pero es alentador ver que no se han dormido en los laureles y han buscado perfeccionar incluso los detalles menos evidentes.
Quick Release Link y tecnología LightBridge: adiós a los cables (¡y a las pilas!)
Llegamos al punto estrella del Simucube 3: su nuevo sistema de liberación rápida o Quick Release, Simucube Link con tecnología LightBridge.
Si has leído hasta aquí, habrás notado que uno de los objetivos clave de esta generación es eliminar complicaciones y puntos de fallo. Pues bien, el Quick Release (QR) es donde esa filosofía brilla (literalmente, dado su nombre “LightBridge”, puente de luz).
Esta es también la pieza sobre la que Hannu Harju insistió en la entrevista con Dan Suzuki: la conexión sin cables ni baterías a través del propio acople.
¿Qué es exactamente LightBridge?
Es un sistema de transmisión de datos y energía sin contactos físicos integrado en el propio acoplamiento QR entre el volante y la base.
Traducido a términos simples: acoplas el volante a la base y todo queda operativo al instante, sin necesidad de conectar un cable USB ni recurrir a un dongle inalámbrico externo. El propio mecanismo de anclaje se encarga de alimentar los circuitos del volante y de comunicar botones, levas, pantallas, LED o lo que lleve, todo a través del acople.
Este concepto no tiene precedentes en el simracing de consumo. Hasta ahora, las aproximaciones habían sido: o bien contactos físicos en el QR (por ejemplo, pines o anillos metálicos tipo slip rings que conectan eléctricamente volante y base al acoplarlos), o bien soluciones inalámbricas por radiofrecuencia (Bluetooth, Wi-Fi propietario, etc., como hacía Simucube 2 Wireless o hacen otras marcas) que requieren batería en el volante.
Cada método tiene pros y contras: los contactos físicos pueden desgastarse o aflojarse con el tiempo y añadir ruido eléctrico, mientras que lo inalámbrico evita cables pero implica alimentar el volante con baterías y suele tener un ancho de banda limitado para no consumir mucha energía.
LightBridge esquiva ambos compromisos: es wireless en el sentido de que no hay contactos metálicos rozando, pero no necesita baterías porque transmite también la energía de forma inductiva (sin hilos).
¿Cómo lo logra? Simucube no ha revelado todos los detalles técnicos (ahí entra su know-how industrial), pero el sistema transmite energía por inducción y los datos sin contacto.
En la entrevista con Dan Suzuki, Harju explicó que no hay slip rings y que el enlace de datos utiliza múltiples LEDs (transmisión óptica), lo que evita el desgaste mecánico típico de los slip rings tradicionales. Lo importante es que no hay piezas mecánicas en rozamiento continuo para la conexión eléctrica: “brushless, contactless, wearless” (sin cepillos, sin contacto, sin desgaste), enfatizan en la descripción. De hecho, no existen slip rings dentro del QR, algo que tradicionalmente era la forma de pasar corriente en volantes desmontables de coches de competición, pero que inevitablemente requiere mantenimiento. Al eliminar los anillos y escobillas, se garantiza una operación consistente a largo plazo, sin ruidos ni pérdidas por desgaste mecánico. Simucube describe su enfoque como un «puente de luz» entre la base y el volante.
En cuanto a la robustez física del acople, también hay novedades. El Simucube Link Quick Release emplea un diseño poligonal denominado P3G (con forma de polígono de 3 lóbulos) que ofrece infinitos puntos de contacto. Esto significa que cuando insertas el volante, la superficie de unión es amplia y repartida, encajando a la perfección sin holguras. Básicamente, han buscado un cierre totalmente sólido y libre de juego. Piensa en esas pequeñas vibraciones o «clics» que a veces se notan en QRs de menos calidad, aquí no deberían existir.
El polígono P3G es un perfil armónico especialmente bueno para aplicaciones de alta vibración y par (justo nuestro caso). Y a juzgar por las afirmaciones de la marca, «ofrece un rendimiento a prueba de torsión, sin flexiones ni ruidos» incluso bajo fuerzas bruscas. En otras palabras, han diseñado el hardware del enganche con la misma premisa de robustez que el software: cero concesiones.
Esa es la promesa de la marca, habrá que ver cómo envejece con uso intensivo.
¿Qué se siente al usar LightBridge?
Idealmente, nada especial…, y eso es algo muy bueno. Con esto quiero decir que la meta es que la experiencia sea transparente. Coges el volante, lo acoplas con un clic, y listo, ya tienes todos los botones funcionando y el force feedback activo, igual que si hubieras conectado un cable. Sin latencias añadidas, sin tener que enlazar por Bluetooth, sin preocuparte de niveles de batería. En la entrevista con Dan Suzuki, Hannu Harju (CEO de Simucube) transmitió confianza en el enfoque, subrayando que la prioridad de la compañía es la fiabilidad y el rendimiento de nivel industrial.
Como dijo en el directo: «Simucube es, en esencia, una empresa industrial, lo que nos permite crear productos de alto rendimiento y fiabilidad. Ahí es donde destacamos».
Esa filosofía de ingeniería industrial es la que les ha llevado a desarrollar un QR sin mantenimientos ni puntos débiles aparentes.
Ahora bien, seamos claros: ¿hay realmente latencia cero? Evidentemente siempre existe alguna fracción de milisegundo en la transmisión de datos, pero Simucube afirma que con su protocolo Simucube Link (del cual LightBridge es parte) han logrado tiempos de comunicación sub-milisegundo.
Esto significa que, a efectos prácticos, el retardo es imperceptible incluso para los simRacers más sensibles.
En la presentación oficial llegaron a utilizar la expresión «feedback de latencia cero» para enfatizar que no notaremos diferencia alguna frente a un volante cableado tradicional. Son palabras mayores, pero considerando la reputación de Simucube 2 en cuanto a inmediatez de respuesta, y sabiendo que LightBridge opera a nivel hardware puro (sin stacks USB de por medio), no es descabellado creer que el rendimiento es igual o mejor que con cable USB. De hecho, toda la arquitectura Simucube Link se basa en comunicación determinista en tiempo real, según especificaciones de la marca. Esto significa que cada paquete de datos, como las órdenes de torque o los inputs del volante, se transmite en intervalos fijos, medidos en milisegundos exactos. A diferencia de los buses USB convencionales, donde el retardo puede fluctuar según la carga del sistema, aquí la latencia es constante y controlada. El resultado es una respuesta absolutamente predecible, sin variaciones ni interferencias, del mismo tipo que utilizan los protocolos industriales como EtherCAT o CAN Open en robótica o maquinaria de precisión.
Hoy, soluciones como Simagic (alimentación por QR con contactos) o MOZA (RF con batería) resuelven el «sin cables» con enfoques distintos y precios más bajos. La clave será si LightBridge aporta ventajas medibles (latencia, fiabilidad, ancho de banda) que compensen el coste del ecosistema Link.
Veamos las ventajas resumidas de este planteamiento:
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Un montaje limpio: unimos el volante a la base y no cuelga ningún cable de más. El cockpit queda más despejado y ordenado.
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Menos puertos ocupados en el PC: antes, un volante high-end podía requerir conectar la base por USB y el propio aro de volante por otro USB (o dongle). Ahora, todo viaja unificado por el Link (un solo puerto en PC para todo el ecosistema). «Menos puntos de fallo, menos puertos ocupados y un montaje más limpio», esa es la idea.
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Sin desgaste ni mantenimiento: al no haber conectores mecánicos expuestos al uso constante (ni pines, ni cables que puedan pellizcarse, ni anillos rozantes), se elimina una posible fuente de fallos. LightBridge, al ser sin contacto, no va a «hacer falso contacto» ni requerir limpiarlo periódicamente. Esto es especialmente importante en contexto de volantes direct drive, donde las fuerzas son elevadas y cualquier pequeña holgura o mal contacto podría sentirse o empeorar con el tiempo.
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Adiós a las baterías: los volantes compatibles con SC3 ya no necesitan batería interna (de hecho, el Savu para SC3 ni siquiera lleva, a diferencia de su versión para SC2 que sí incluye batería recargable para el modo inalámbrico antiguo). Te olvidas de recargar o de que se agote la pila en mitad de una carrera larga.
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Capacidad de datos ampliada: el sistema anterior de Simucube 2 Wireless tenía una limitación en número de botones/encoders que podía transmitir (suficiente para la mayoría de casos, pero no soportaba por ejemplo pantallas o LEDs RGB por su estrecho ancho de banda). LightBridge, al alimentar el volante, permite incluso pantallas y telemetría compleja, y su canal de datos es lo bastante robusto para manejar todos esos extras (de hecho, Simucube habla de integrar datos de telemetría de juego hacia el volante vía Link, lo cual abre muchas posibilidades). Además, en la documentación mencionan que el Link emplea unidades físicas estándar (SI) para comandos de FFB, lo que sugiere una comunicación muy directa y granular.
Por supuesto, ninguna solución es perfecta o totalmente universal, y aquí también hay consideraciones a tener en cuenta:
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Compatibilidad con volantes anteriores: Si ya tienes volantes de otras marcas (Ascher, Cube Controls, etc.) con conexión USB, podrás montarlos físicamente en la base SC3 mediante adaptadores de 70 mm, pero no aprovecharán LightBridge. En esos casos tendrás que seguir conectando el cable USB del volante al PC como hacías antes (o a un hub USB externo). Es decir, el Simucube 3 no tiene un puerto USB que haga passthrough en la base para facilitar esa conexión, algo que algunos usuarios esperaban. Simucube ha priorizado su filosofía de «un solo cable para gobernarlos a todos» vía el Link Hub en vez de incluir un concentrador USB tradicional en la base. La razón detrás de esto parece ser mantener la pureza de la conexión aislada (galvánicamente aislada), es decir, una comunicación en la que los circuitos de la base y del PC no comparten masa eléctrica. Este aislamiento impide que las interferencias o los pequeños bucles de corriente, frecuentes cuando se conectan varios periféricos por USB, afecten a la señal del Force Feedback. Al transmitir los datos mediante canales ópticos o transformadores y no por contacto eléctrico directo, Simucube consigue una conexión más limpia, estable y resistente al ruido, típica de sistemas industriales de alta fiabilidad.
Desde el punto de vista de ingeniería, es entendible (menos es más en cuanto a puntos de fallo), pero para el usuario significa que, al menos en esta transición generacional, un volante USB existente no se integra de forma tan elegante con la base como lo haría uno con LightBridge. En la práctica, no es distinto de lo que ya hacíamos en SC2 (que tampoco “leía” volantes USB terceros, simplemente los usábamos aparte), pero conviene aclararlo para no generar confusión.
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Ecosistema cerrado, en parte: LightBridge es una tecnología propietaria de Simucube. No es un estándar abierto que cualquier fabricante pueda implementar libremente sin más. Esto implica que, de salida, solo los volantes que incorporen el módulo Simucube Link podrán aprovechar al 100% esta conexión sin cables. ¿Significa esto que te ata a comprar solo volantes Simucube? No necesariamente, porque (como veremos a continuación) Simucube ha involucrado a varios fabricantes de periféricos para que ofrezcan versiones compatibles, y también venden el Link Wheel Module para quien quiera integrarlo en su propio proyecto. Pero sí supone que, si un fabricante no tiene acuerdo o interés en subirse al carro, sus volantes seguirán funcionando con cable aparte. En cualquier caso, Hannu Harju dejó claro que la intención es ser relativamente abierto manteniendo estándares de calidad: «Nuestro ecosistema solo está cerrado hasta el punto en que podemos garantizar la calidad. A partir de ahí, está abierto». Esta cita refleja bien el equilibrio que buscan: controlar la experiencia para que todo funcione «plug & play» bajo el sello Simucube Link, pero sin excluir a terceros que quieran unirse.
Dudas y peajes a corto plazo
- Durabilidad del QR tras miles de acoples y tolerancia a polvo/suciedad.
- Estabilidad con volantes con pantallas/LED de alto consumo.
- Coste total de entrada (base + Link Hub) frente a rivales.
- Transición de volantes USB: integración menos elegante (sin passthrough en la base).
- Dependencia de la adopción por terceros para que el ecosistema crezca.
En definitiva, el Quick Release Link con LightBridge es probablemente el elemento más diferencial de Simucube 3 al simracing. Unifica y simplifica algo que hasta ahora requería varios componentes separados, y lo hace con miras a la máxima fiabilidad. Podemos imaginar que esta idea siente precedente.
No sería raro que en el futuro otros fabricantes intenten soluciones similares de QR «inteligente» para no quedarse atrás. Por ahora, Simucube se adelanta en este aspecto, acercando a los simRacers domésticos una tecnología digna de simuladores profesionales de entrenamiento (donde, dicho sea de paso, Granite Devices ya tenía experiencia suministrando hardware, ahora ese know-how baja al usuario común).
Ecosistema Simucube Link: un esfuerzo conjunto
Llegados a este punto, ya hemos mencionado varias veces la palabra ecosistema, y no es casualidad. Simucube 3 no viene solo, sino como parte de una estrategia más amplia llamada Simucube Link, que abarca comunicación, compatibilidad y colaboraciones. El objetivo declarado es lograr que cualquier dispositivo con el sello «Simucube Link» «simplemente funcione», encajando en un conjunto armonioso. Esto incluye desde la base y los volantes, hasta pedales, displays, dashboards y futuros accesorios.
Empecemos por la infraestructura técnica: Simucube Link es el nombre de la plataforma de comunicación unificada que conecta todos los periféricos al PC mediante una única interfaz. Funciona sobre un protocolo Ethernet en tiempo real, a través del Simucube Link Hub (un pequeño hub que hace de puente entre el puerto USB-C del PC y la red Ethernet aislada de dispositivos Simucube).
¿Por qué Ethernet y no USB directo?
Porque Ethernet permite redes escalables y con latencia muy baja en topología abierta. De hecho, con un solo Link Hub puedes encadenar ilimitados dispositivos Simucube Link mediante un switch de red estándar si fuese necesario, todos comunicándose con el PC como un conjunto único. La gracia está en que, a diferencia de USB (donde añadir dispositivos puede complicar drivers o consumir recursos de hubs), aquí da igual si tienes 1, 5 o 10 aparatos conectados: seguirás usando un solo puerto USB en el PC y el software Simucube Tuner los gestionará a todos a la vez. Además, como ya hemos comentado, todos los enlaces son galvánicamente aislados, evitando bucles de masa e interferencias eléctricas entre dispositivos.
Esto último es algo que quizás pase desapercibido, pero cualquiera que haya tenido problemas de ruidos eléctricos o interferencias en pedales o volantes al conectar muchas cosas apreciará una arquitectura aislada (es un nivel de robustez propio de equipos industriales o de competición real, donde se aíslan circuitos para que un fallo en un componente no afecte a los demás). En resumen, Simucube Link actúa como el «sistema nervioso» que une todos los órganos del simulador con el cerebro (el PC), de forma ordenada y eficiente.
Pero un ecosistema no son solo cables invisibles, también son productos y fabricantes. Simucube, consciente de que «nadie puede dominar todo» (como decía Tero), se ha aliado con varios socios tecnológicos para el lanzamiento y expansión de Simucube 3. En el momento de anunciarlo, confirmaron que marcas de renombre en la escena simracing están a bordo, dispuestas a lanzar volantes y otros periféricos compatibles con Simucube Link. Por ejemplo, la alemana BavarianSimTec (especializada en volantes de carbono de alta gama) presentó ya su Delta Pro SC, un volante nativo para SC3, también Lovely Sim Racing figura como partner principal.
Y de cara a 2026 se espera la incorporación de pesos pesados como GSI (Gomez Sim Industries) y Ascher Racing con modelos adaptados al ecosistema, además de SimRacingBay, Cube Controls y otros.
Es una alineación impresionante de fabricantes reconocidos, lo que significa que los usuarios de Simucube 3 no estarán limitados únicamente a los volantes de la casa, sino que habrá un catálogo diverso de aros y perifericos «Simucube Link Inside» para elegir.
Hannu Harju enfatizó esta apertura controlada en su charla con Dan Suzuki, subrayando que buscan colaboradores y no competir en un silo cerrado: «Nuestro ecosistema solo está cerrado hasta el punto en que podemos garantizar la calidad. A partir de ahí, está abierto», comentaba el CEO de Simucube, en referencia a que dan la bienvenida a los partners que cumplan con los estándares.
Esto, comparado con la filosofía más hermética de otros ecosistemas (por ejemplo, Fanatec que sólo admite sus propios dispositivos propietarios), supone un soplo de aire fresco para la escena high-end.
Aquí la idea es «lo mejor de muchos mundos»: que puedas usar un volante Ascher (si te gusta su ergonomía y acabado) con la electrónica y base Simucube, sin tener que hacer apaños.
Para facilitar esa integración, Simucube ofrece a los desarrolladores el mencionado Simucube Link Wheel Module, un módulo compacto con pantalla táctil, LED, e interfaces de entrada integrados, que incorpora de fábrica la compatibilidad con LightBridge y también un modo USB passthrough.
Este módulo se lo venden a fabricantes de volantes (o potencialmente a usuarios muy manitas) para que puedan construir volantes que de serie hablen el idioma Simucube Link y aprovechen LightBridge, o alternativamente funcionen por USB si se conectan a otro sistema.
¡Ajá! Esto es interesante: significa que un volante construido con el módulo Link podría ser «universal» en el sentido de usarse inalámbricamente con Simucube 3 o con cable USB en otras bases. Así los fabricantes no tienen que limitarse a un mercado u otro, pueden hacer un solo producto que sirva a ambos. Sin duda, es un incentivo para que más marcas se sumen, ya que no tienen que casarse exclusivamente con Simucube para beneficiarse de su nuevo estándar.
Un ejemplo práctico: supongamos que Ascher Racing lanza su próximo volante con el Link Module. Si lo usas con una base Simucube 3, irá sin cables vía LightBridge y si lo usas con una base diferente (pongamos una VRS o Simagic), podrías conectarle un USB y funcionaría también. Para el usuario final eso es genial porque protege su inversión en volantes. Y para Simucube, obviamente, es preferible que compres volantes compatibles, aunque sea de terceros, a que te vayas a otra plataforma.
Volviendo al presente, Simucube ya tenía cierta base de ecosistema desde antes: recordemos que más de una docena de fabricantes habían adoptado el Wireless de SC2 en sus volantes, y que Simucube lanzó incluso volantes propios como el Tahko o el Valo.
Esos volantes inalámbricos previos van a seguir funcionando en el ecosistema nuevo a través del Link Hub (que actúa también como receptor de las señales antiguas). Es decir, Simucube 3 es retrocompatible con todos los volantes Wireless de Simucube 2, un detalle estupendo para los que invirtieron en ellos. Simplemente, necesitarás acoplarles el nuevo QR (porque físicamente el conector cambió) y el Link Hub se encargará de recibir sus datos inalámbricos clásicos para pasarlos al sistema. En la práctica, no tendrás telemetría ni alimentación en esos volantes antiguos (seguirán tirando de su batería interna), pero al menos podrás usarlos sin problemas con la nueva base.
Hablando de compatibilidades, también van a ofrecer adaptadores mecánicos para otros Quick Release estándar: uno de 50,8 mm a 70 mm (por si quieres montar volantes estilo fórmula con patrón de 50,8 en el QR Link de 70 mm) y otro adaptador de 70 mm para usar sistemas de quick release de terceros en la base SC3.
Volviendo a la colaboración con terceros, cabe mencionar la sinergia con desarrolladores de software. Simucube ofrece una API de Simucube Link para integrar dispositivos y software de terceros. La documentación completa y su disponibilidad pública dependen del programa de partners y del calendario de la marca, por lo que conviene tratarla como una integración en evolución, que permitirá a desarrolladores de simuladores y herramientas de comunidad comunicarse directamente con los dispositivos en la red Link. Esto significa, por ejemplo, que un sim podría ajustar parámetros de la base sobre la marcha según el coche (imaginemos que al subirte a un Fórmula 1 el juego automáticamente endurezca la dirección y cambie el ángulo de giro en la base, o que envíe la marcha engranada a la pantallita del volante sin software adicional). Son posibilidades que dependerán de que los devs les saquen partido, pero la infraestructura está ahí y es abierta para quien quiera implementarla.
En definitiva, Simucube está orquestando una especie de alianza en la cumbre del simracing: su hardware + la aportación de varios fabricantes punteros + la comunidad de desarrolladores, todo alrededor de la plataforma Link.
¿El fin último? Que montar un simulador de gama alta sea más fácil y satisfactorio, enchufar un solo cable, que «los productos con la insignia Simucube Link, simplemente funcionen» y nos brinden una experiencia de nivel profesional sin la habitual faena de configurar mil drivers, cables y perfiles diferentes para cada componente.
Es una visión ambiciosa y emocionante. Otras industrias (piénsese en la domótica, o en los ecosistemas de dispositivos inteligentes) han pasado por ese proceso de caos inicial seguido de cierta unificación, en simracing high-end todavía estamos en la fase en que cada componente es de su padre y de su madre, y muchas veces mezclar nos implica a nosotros los frikis pasar horas en foros.
Veremos en la práctica cómo cuaja esta iniciativa, pero tener a tantos nombres involucrados es un signo prometedor.
Simucube 3 frente a la competencia: ¿revolución o evolución?
La llegada de Simucube 3 ha reabierto el debate en el mundo de los volantes direct drive de altas prestaciones. ¿Supone un salto revolucionario que deja atrás a la competencia, o más bien una evolución necesaria para mantenerse en la cima? A continuación, analizamos sus mejoras y cómo se compara con las últimas propuestas de Simagic, MOZA, VRS y otros fabricantes.
Evolución en la fidelidad del force feedback
En términos de fuerza y fidelidad del force feedback, muchos coinciden en que la generación anterior de volantes direct drive de gama alta (Simucube 2, Leo Bodnar SimSteering, VRS DirectForce Pro, etc.) ya alcanzó un nivel tan alto que las diferencias objetivas entre ellas son muy sutiles. Es decir, no existían «lagunas» claras en detalle o potencia que requirieran un salto revolucionario. Simucube 2, por ejemplo, sigue considerándose uno de los referentes incluso en 2025. Por ello, Simucube 3 no se ha centrado en aumentar desmesuradamente la fuerza máxima (mantiene 15 Nm en la versión Sport y 25 Nm en la Pro, similares al SC2, y sube a 35 Nm en la Ultimate de próxima aparición), sino en pulir lo intangible, la sensación y la experiencia global del usuario.
Con nuevos algoritmos de control calibrados individualmente para cada base, motores rediseñados y efectos basados en telemetría (textura de pista, ABS, RPM, etc.), el SC3 busca ofrecer un feedback más nítido y consistente que el ya excelente SC2. Son mejoras incrementales en el feeling más que un cambio radical, probablemente, si vienes de un SC2 bien ajustado, no bajarás medio segundo por vuelta de la noche a la mañana con un SC3 (o nunca). Pero sí podrías notar que cada efecto está un poco más refinado, más inmediato y suave.
Simagic: wireless por slip ring y potencia premium a menor coste
Pasemos a la competencia directa. Simagic, fabricante chino que ganó popularidad con modelos como el M10 y Alpha, también ha evolucionado su catálogo. Su buque insignia actual es la base Simagic Alpha Ultimate (Alpha U) de 23 Nm de pico, con un precio significativamente menor que el SC3. Al igual que Simucube, Simagic ofrece un feedback de primer nivel (motor servo personalizado, 262k ppr de resolución, respuesta 40 kHz) y ha implementado su propia solución para eliminar cables en el volante: un sistema inalámbrico con entrega de energía integrada en el quick release. En concreto, Simagic utiliza un diseño patentado de slip ring que transmite alimentación y datos al aro sin necesidad de baterías internas. De hecho, los volantes oficiales de Simagic no llevan pilas, se alimentan del base vía el QR magnético, logrando efectivamente un volante «wireless» pero sin recargas.
Las nuevas bases Alpha EVO de 9, 12 y 18 Nm han refinado motor y firmware (cero cogging, encóder de 21 bit, filtro DFDF propio) para competir también en gama media. En la práctica, un Simagic Alpha Ultimate ofrece una experiencia de FFB muy cercana a la de un Simucube 2/3 Pro, pero a un precio más asequible. Donde cede terreno es en esa capa de excelencia y apertura técnica que busca Simucube 3, por ejemplo, la comunicación de Simagic va por su protocolo propietario (el SimPro Manager), y aunque su QR inalámbrico es ingenioso, emplea contactos físicos que podrían degradarse con mucho uso (frente al sistema 100% sin contacto de SC3). Aún así, para usuarios que quieren alta potencia y buenas prestaciones sin el sobrecoste nórdico, Simagic se ha posicionado como una alternativa sólida. No en vano, muchos comparan el Alpha U de 23 Nm con el anterior Simucube 2 Pro de 25 Nm en sensaciones, hallándolos muy parejos. La diferencia estriba en que Simagic ofrece esa potencia premium “llave en mano” a menor coste, mientras Simucube 3 busca llevar la experiencia un paso más allá con innovación técnica.
MOZA: expansión de gama y ecosistema integrado
Otra marca emergente es MOZA Racing, que en poco tiempo ha desarrollado un ecosistema completo de volantes direct drive, pedales y accesorios. MOZA ha seguido una estrategia similar a Fanatec: ofrecer bases en distintos rangos de torque y volantes propietaros con wireless. Su línea actual abarca desde modelos de iniciación (R5 de 5.5 Nm) hasta los nuevos tope de gama R21 Ultra (21 Nm) y R25 Ultra (25 Nm) anunciados para finales de 2025. Las versiones Ultra traen mejoras como encoder magnético de 21 bits (dos millones de posiciones, 10× más que antes) y motores planos de cero cogging, todo manteniendo precios muy competitivos. Esto supone que MOZA ofrecerá 25 Nm por debajo de los 1000 €, presionando fuertemente la relación precio/rendimiento en el segmento alto.
En cuanto a tecnología inalámbrica, MOZA implementó su sistema «Invisible Connect» 2.4 Ghz en los volantes: comunicación por radio con el base y uso de baterías recargables en el aro. Esto elimina cables visibles y funciona de forma estable (según MOZA, con mayor vida útil y confiabilidad que conexiones cableadas tradicionales), pero implica recargar o cambiar la batería del volante periódicamente. En los nuevos volantes MOZA (ej. GS/CS V2), la autonomía ronda decenas de horas, alineado con otros inalámbricos del mercado. Aquí es donde Simucube 3 saca pecho, quitar la batería de la ecuación es un salto que MOZA todavía no da, sus Quick Release son rápidos y robustos mecánicamente, pero no transfieren datos/energía por inducción como el LightBridge. Es posible que MOZA responda en el futuro con algún QR de alimentación (por ejemplo, un estándar USB-C en el acople), pero por ahora su enfoque se mantiene en la conexión RF con batería.
Por lo demás, MOZA ofrece un ecosistema integrado atractivo para el usuario medio: software único (Pit House), variedad de volantes y periféricos “plug&play” y compatibilidad PC amplia.
Sus bases han cosechado buenas críticas de feedback, la R16 (16 Nm) y R21 original demostraron estar a la altura en detalle y fuerza, aunque algunos entusiastas señalaban matices de suavidad o respuesta donde Simucube/Simagic, más maduros, llevaban ligera ventaja. Con la generación V2 y Ultra, MOZA busca cerrar esa brecha introduciendo filtros de FFB NexGen 4.0, mayor tasa de actualización (hasta 1000 Hz o más) y mejoras térmicas para rendimiento consistente.
En resumen, para un simracer con un MOZA R16 o R21, el Simucube 3 resultará tentador por sus novedades, pero las bases MOZA siguen ofreciendo un feedback potentísimo a mejor precio, ahora con la ventaja de una gama alta de 21-25 Nm muy económica. Además, MOZA (al igual que Fanatec) mantiene ciertas comodidades plug&play, por ejemplo, compatibilidad con consolas en algunos modelos mediante volantes con chip específico, terreno del que Simucube 3 se desentiende (SC3 es exclusivamente para PC).
VRS: la filosofía opuesta: máximas prestaciones al menor coste
Una comparación obligada al hablar de precio/rendimiento es la del VRS DirectForce Pro. Este volante direct drive de 20 Nm causó sensación al ofrecer, por ~800 €, la potencia de un equipo de gama alta sin florituras añadidas. VRS logró ese precio rompedor eliminando cualquier lujo, la base original DFP (20 Nm) utiliza un motor industrial MiGE, un controlador externo independiente y no incluye quick release con conexión inalámbrica ni ecosistema propio. De fábrica, el usuario debía montar su propio volante con cable USB o recurrir a soluciones inalámbricas de terceros. A pesar de este enfoque minimalista, las críticas de FFB fueron excelentes – al fin y al cabo, entrega 20 Nm con un motor y controladores de calidad, logrando una experiencia equiparable en fidelidad a otras de mayor precio. Muchos simRacers profesionales adoptaron VRS por ese motivo: «el mejor force feedback al menor coste».
Con la llegada de nuevas tecnologías, VRS ha reaccionado lanzando en 2023–2024 un modelo renovado, el VRS DirectForce Pro 15 (DFP15) de 15 Nm. Esta nueva base, aunque de menor torque que la original, moderniza la propuesta de VRS en varios aspectos: integra la electrónica en la propia unidad (ya sin caja externa) y añade un Quick Release rediseñado con USB passthrough, lo que permite alimentar y conectar volantes de terceros sin cable externo. En esencia, el DFP15 introduce una conexión tipo «wireless» (no por radio, sino pasando la señal USB por el acople) similar a la de Fanatec o Simagic, reduciendo la complejidad de la instalación. Su precio rondando 649 USD lo sitúa en la «gama media» muy competitivo, compitiendo con bases de ~15 Nm de MOZA, Simagic o Fanatec.
Eso sí, VRS sigue teniendo un ecosistema limitado, aparte del base y unos pedales, prácticamente no ofrece volantes ni otros periféricos (salvo un par de aros formula de reciente lanzamiento). Esto significa que el usuario VRS típicamente hará mix & match con hardware de diversos fabricantes. Para el que busca máxima personalización y ya tiene o piensa adquirir componentes sueltos (aros USB, pedales independientes, etc.), no es problema, pero para quien prefiere un conjunto unificado y soporte integral, marcas como Simucube, Fanatec o MOZA resultan propuestas más “llave en mano”.
En resumen, Simucube 3 y VRS juegan en ligas diferentes. El SC3 apuesta por ser el «Ferrari» de las bases, con ingeniería punta y experiencia premium, y con un precio acorde. VRS, en cambio, compite por ser el bang for buck imbatible en prestaciones puras por euro invertido. Quien busque simplemente el mejor force feedback al menor coste, encontrará opciones como VRS o incluso proyectos DIY, Simucube 3 no pretende entrar en esa guerra de precios, sino ofrecer un producto exclusivo donde la excelencia técnica prima sobre el presupuesto.
Fanatec y otros: ecosistemas cerrados vs. apertura controlada
No podemos olvidar a Fanatec, uno de los referentes comerciales, que juega en su propia liga con un ecosistema completo desde gama de entrada hasta alta. Su volante direct drive más potente, el Podium DD2 de 25 Nm, ha sido durante años la referencia entusiasta integrada, y recientemente Fanatec actualizó su acople rápido con el QR2 para mejorar la firmeza y eliminar holguras. El enfoque de Fanatec, sin embargo, difiere bastante de Simucube en esta nueva generación. Fanatec sigue utilizando conexiones físicas por pines en el eje para sus volantes (un método probado y fiable, aunque con una década de uso) y prioriza aspectos mainstream como la compatibilidad con consolas (mediante volantes con licencia) y la facilidad plug&play.
¿Cómo responderá Fanatec? Es una incógnita. Quizás confíen en que la mayoría de usuarios sigue prefiriendo la comodidad plug&play y precios más bajos de su ecosistema. O quizá en el futuro adopten ideas similares, no sería descabellado imaginar un QR inalámbrico de Fanatec o incluso que licencien su tecnología a terceros si el mercado lo exige. Por lo pronto, su Podium DD2 (25 Nm) queda por debajo en especificaciones brutas al Simucube 3 Ultimate (35 Nm), pero Fanatec se ampara en que muy pocos usuarios necesitan más de 25 Nm (de hecho, suelen usarse al 50%-60% de fuerza en simulación realista). Será interesante ver la evolución, la competencia de Simucube 3 posiblemente empuje a todos los fabricantes a innovar, lo que en última instancia beneficia a los simracers.
¿Revolución o paso adelante necesario?
Volviendo a la pregunta inicial: Simucube 3, ¿revolución o evolución? Después de todo lo expuesto, la respuesta sería matizada. En prestaciones puras de force feedback, Simucube 3 es una evolución refinada – no porque carezca de avances, sino porque sus predecesores ya rozaban un techo muy alto. No hay un salto disruptivo en la sensación base, sino pequeñas mejoras acumulativas en precisión, respuesta y personalización que elevan el listón un poco más. Donde sí marca un antes y un después es en su tecnología de conexión inalámbrica y concepto de plataforma abierta: eliminar cables y baterías de los volantes, unificar toda la cadena base-volante-pedales bajo un protocolo de baja latencia aislado y permitir que múltiples fabricantes cooperen en un mismo ecosistema premium es, en conjunto, una apuesta muy ambiciosa por el futuro del simracing. Si esta «revolución intangible» cuaja (es decir, si LightBridge y Simucube Link demuestran fiabilidad total en el uso diario), podríamos ver en unos años imitaciones o estándares inspirados en ello. De hecho, ya se especula con la posibilidad de un estándar abierto de QR con USB-C o inducción que algún día reemplace a los actuales – algo que beneficiaría enormemente la interoperabilidad entre marcas.
¿Vale la pena actualizar y para quién?
Para los actuales usuarios de Simucube 2, la duda es comprensible: ¿vale la pena dar el salto al SC3? Técnicamente, si tu SC2 funciona perfecto y estás satisfecho, no hay urgencia por cambiar – seguirás teniendo un force feedback de élite. El SC3 no hará «obsoleto» a tu SC2 ni mucho menos. Ahora bien, si eres un entusiasta que disfruta estando a la última, el SC3 ofrece justamente esas mejoras de experiencia que una vez probadas son difíciles de dejar. El no tener ni un cable a la vista, nunca preocuparte de la carga del volante, cambiar de aro en segundos, o las futuras funciones inteligentes que añadirá Simucube (gracias al nuevo hardware más potente) son comodidades y potenciales ganancias marginales que el hardcore simracer aprecia mucho. Además, es de esperar que Granite Devices enfoque sus próximas actualizaciones y novedades en la plataforma Simucube 3 y Link, aunque mantenga soporte para SC2, ciertas funciones avanzadas (pensemos en dashboards integrados en el volante, efectos telemétricos nuevos, etc.) posiblemente serán exclusivas del nuevo ecosistema con LightBridge.
En resumen: no, no «necesitas» tirar tu querido SC2 que tan buen servicio te da, pero si el simracing es tu pasión y quieres el máximo refinamiento sin importar el coste, Simucube 3 no te va a defraudar. No es una revolución que deje en pañales a los demás, pero sí un paso adelante muy sólido que consolida a Simucube en la cima, y que obligará a la competencia a seguir mejorando, para beneficio de todos los simracers.
Reflexión final
El lanzamiento del Simucube 3 y su ecosistema Link marca un momento interesante en la evolución del simracing. No se trata de un producto pensado para las masas, sino para liderar la vanguardia tecnológica y sentar las bases (nunca mejor dicho) de lo que podría ser la «próxima generación» de simulación doméstica. Es una apuesta valiente y muy arriesgada, en lugar de competir en precio o sencillez, Simucube dobla la apuesta por la calidad absoluta y la integración vertical con aliados estratégicos. En cierta forma, nos propone un futuro donde mezclar hardware de distintos orígenes no sea un dolor de cabeza, sino algo tan fácil como mirar el logo de Simucube Link.
¿Es perfecto? Eso lo dirá el tiempo y la prueba real por parte de la comunidad. Quedan preguntas, como la rapidez con que otros fabricantes lanzarán periféricos compatibles, o si el público abrazará la idea de invertir en este ecosistema premium. Pero al menos sobre el papel, Simucube 3 cumple lo que promete (faltará validarlo en pruebas), llevar la experiencia de simulación un paso más allá en realismo y en comodidad.
Al final, como ocurre con los coches deportivos de ensueño, muchos simracers quizá no podamos permitirnos un SC3 Ultimate con todos sus juguetes… pero vaya si nos hace ilusión saber que existe. Es el nuevo referente al que mirar, y con suerte sus innovaciones acabarán permeando hacia opciones más asequibles en el futuro.
Ahora la pelota está en el tejado de la comunidad y los competidores. ¿Qué opinas tú?¿Ves en el Simucube 3 y LightBridge un antes y un después en el simracing, o piensas que son mejoras incrementales que no justifican el salto de generación? ¿Te atrae la idea de un ecosistema unificado de alta gama, o prefieres la flexibilidad de componer tu propio setup pieza a pieza aunque implique más cables?
¡Te leemos!
Abramos el debate en los comentarios y en redes, al fin y al cabo, la pasión por mejorar el realismo nos une a todos en esta «carrera» tecnológica sin línea de meta fija.
Fdo. Miguel (Nikos en la comunidad)
Nota del autor:
🔜 Nos vemos en la SimRacing Expo 2025 (Dortmund, 17–19 de octubre)
Estaré allí en persona para probar el nuevo Simucube 3 y las últimas bases de Simagic, MOZA, VRS y Fanatec, además de muchas otras novedades del sector. Será la ocasión perfecta para poner a prueba sobre el terreno todo lo que hemos analizado aquí y compartir impresiones reales con la comunidad. Si te interesan estas novedades, permanece atento a mis redes, porque el próximo fin de semana, la evolución del hardware se vive en directo desde Dortmund.