El cockpit, un mueble más

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Hace unos dos años contábamos con Heikki para ayudar a darnos a conocer. Hoy rescatamos uno de sus post sobre el espacio y uno de los sacrificios de convivencia que necesitan los simuladores.

Apuesto a que la gran mayoría de los que lean esto no tienen cockpit ni nada similar. Una mesa robusta y unas cuantas cajas para hacer de tope a los pedales pueden ser más que suficientes para poder disfrutar del simracing con un volante de casi cualquier categoría. Ya, muy robusta va a tener que ser para aguantar un Open Sim Wheel, pero vamos a suponer que nadie que se gaste el dinero necesario en un aparato de ese estilo va a andar corto de otro tipo de periféricos dedicados al simracing.

Entonces, desde hace unos cuantos meses yo disfruto de mi primera estructura del tipo que hoy nos ocupa, específicamente un KS90 de Custom Cockpits. Pero no estoy aquí para hablar de ese cockpit en particular, eso ya lo hice hace un tiempo en este vídeo, si no para comentar la necesidad o no de tener uno y sobre todo su ‘arma secreta’. Eso si, quitémonos una cosa del medio, si el dinero y el espacio no es problema, es tontería discutirlo: obviamente en ese caso es mejor tener uno.

Lo del dinero es bien sencillo. Hay varias marcas y varias gamas, solo tú sabes lo poco o mucho que puedes gastarte y ahí es donde tienes que empezar a decidir. Igual que a la otra de comprar un PC o un volante, el presupuesto de cada uno es el que es, por eso no quiero hablar de precios específicos aquí. Tanto si quieres gastarte poco más de 200€ como si puedes pagar cinco veces más, opciones tienes.

Fuera del golpe que se lleva la cartera, hay más sacrificios que hacer, desde una habitación dedicada exclusivamente a ello o un rinconcito de la casa: no puedes pretender, nunca, que un cockpit reduzca el espacio que necesitas para correr virtualmente. Piensa en ello como en un mueble más: tienes un armario para guardar ropa, ropa que seguramente podía estar en otro sitio, más desordenada, menos elegante y más dispersa, no es obligatorio tener ese armario para esa tarea, pero lo hace todo más fácil. Cualquier prenda que no uses sabes que la vas a tener ahí. Cualquier día que tengas ganas de simracing, sabes a donde tienes que ir.

No, no estoy comparando no encontrar un par de calcetines con estar tan ciego de no saber dónde has dejado tu volante, hablo de la conveniencia. Aunque tu volante anclado a mesa esté siempre en un sitio fijo y no tengas que recurrir a la insufrible tarea de quitarlo y ponerlo en cada sesión de uso, el paso adelante que supone un cockpit es muy grande en ese aspecto. Paso que viene con su enorme ‘pero’ previo, que es el de haber restado un hueco más al que ya robó la cama, el mencionado armario o el escritorio. Para muchos la idea de equiparar un escritorio a un cockpit es estúpida, pero todo se acaba resumiendo en el uso que le vayas a dar. Si toca sacrificar algo y te pasas más tiempo al volante que escribiendo sobre una mesa, ¿por qué vas a anteponer ‘la mesa de siempre’ a algo que, para tu día a día, tiene mucha más utilidad?

Yo pensaba estar cómodo como estaba antes: compartiendo silla y espacio para esto del simracing, para un juego de otro estilo y para cualquier otro tipo de tarea en el ordenador, pero la creación de ese espacio único y exclusivo para disfrutar de este apasionante hobby es definitivamente un paso adelante, de esos que costaría revertir: puedes vivir sin ello, igual que puedes vivir en ese armario ropero, pero te hace la vida mucho más fácil, y todo esto hablando exclusivamente de la conveniencia, un «palabro» al que igual solo los vagos como yo le damos importancia, el caso es… ¿para qué narices voy a tener que complicarme la vida si existe una forma más sencilla de conseguir lo mismo? Al menos en algo tan banal como es esto. «Siempre escogeré a un vago para hacer un trabajo difícil, porque encontrará una manera sencilla de hacerlo”. Tan grandiosa frase fue pronunciada por nada más y nada menos que el señor Guillermo Puertas. Más conocido como Bill Gates.

Claro está, un cockpit no es comodidad y ya está, no es tener tu rincón exclusivo para, en este caso, correr virtualmente, es ampliar tus posibilidades de tener el mejor equipamiento posible. En todo caso todo esto queda fuera del tema que quería tratar. A nadie se le tiene que decir a estas alturas que acoplar frenos de mano, cambios en H, soportes para teclado y demás cosillas son razones mucho más potentes, universales y sobre todo demostrables que cualquiera que yo haya soltado hasta ahora. Ahora, ese ‘arma secreta’ que comentaba al principio lo veía como algo que, de existir, iba a estar completamente en mi contra. Y tiene sus puntos negativos, es innegable que, dependiendo del espacio del que dispongas, vas a tener que hacer malabares para hacer encajar todo y que una vez termines, ese espacio va a ser para un uso exclusivo, espacio que va a estar perdido cuando estés haciendo cualquier otra cosa. Y con lo feo que suena eso sobre el papel, un par de meses después lo positivo pesa mucho más que lo negativo.

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1 COMENTARIO

  1. Y nunca se termina de ir mejorando y adaptando Mejoras técnicas, nuevos productos, caprichos… por eso es, creo lo primero, la inversión de la que no te arrepientes. El cokpit, la estructura donde ir montando tu evolución en este mundo, que sea buena de primeras.
    🙂

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