El fuego quema

Más leídas

A raíz de la reconversión de Project Cars 3 en «algo más accesible», según sus creadores, me ha venido a la mente este post del año pasado.

No vamos a ser nosotros menos que los medios tendenciosos y sesgados que pueblan nuestros kioscos y teles. Nos ponemos a su altura, aquí, cerca del núcleo de la tierra donde hace calor, mucho más abajo que el más pantanoso de los lodazales que se os pueda ocurrir.

Dicen los medios, o mejor dicho The Telegraph, que han tenido acceso a un informe en el que los jugadores de juegos de coches tienen más accidentes que los que no lo son. Un informe que dice una cosa en un tiempo en el que estudios y contra estudios se lanzan cada día para condicionar a los crédulos que aún hacen caso a las noticias de los medios.

Pues vale, osea que jugadores de juegos como NFS y otros simcades han declarado voluntariamente verse inmersos en más «accidentes» o incidencias que aquellos que no lo son podría demostrar tanto que estos juegos fomentan los malos hábitos al volante como que sus jugadores son más honestos en sus declaraciones o que tienen más horas al volante que el global de conductores y por lo tanto es normal que tengan más infracciones.

Es decir, que cualquier conclusión puede sacarse de cualquier pila de datos. Lo saben los que trabajan en minería e inteligencia de datos y lo sabe cualquiera con dos dedos de frente sobretodo cuando hablamos de este tipo de ambigüedades. No vamos a descubrir ahora que los juegos de coches, no simuladores, alientan conductas peligrosas y alejadas de la realidad ya que su misma naturaleza es ser un producto de entretenimiento dedicado a llenar nuestro tiempo de ocio. Nada tiene que ver con un simulador preocupado en representar fielmente una carretera y un vehículo con todas sus particularidades físicas olvidándose completamente de si eso resulta entretenido de conducir o no ya que está enfocado en simular la realidad.

A nosotros, los que tenemos recorrido en este tema, nos resulta hasta gracioso. Que en el Forza Horizon o en NFS se pueden tomar curvas de 180 grados a 150 km/h de velocidad no es ninguna novedad. Que la gente conduce con cámara exterior y que pretende frenar en el último momento incluso sabiendo que en la realidad jamás obraría de esa forma es completamente normal. Son juegos, son permisivos, tratan de ser entretenidos, no reflejan la realidad ni lo pretenden y sirven como válvula de escape a las preocupaciones de la vida diaria. Por supuesto que hay jugadores, en su mayoría jóvenes, cuya falta de experiencia les lleva a pensar que hay ciertas reproducciones que son más fidedignas que otras, pero en eso poco se puede hacer mientras no adquieran por ellos mismos ese conocimiento.

Por lo tanto, está más que claro que productos de entretenimiento alientan hábitos irreales, tanto como lo hacen personajes reales como Max Verstappen o como gente que se pone en bucle las maniobras más temerarias de Senna, películas como Fast & Furious o series de ficción. Obviedades y perogrulladas tan evidentes como que el agua moja o el fuego quema cuyo sentido informativo apenas logro vislumbrar tras el nivel de infoxicación que sufrimos cada día.

Es responsabilidad de cada uno ser lo suficientemente maduro para entender la línea que separa la realidad de la ficción y de las pantallas. Algo que en la mayoría de los casos y para muchos, parece cada vez más complicado.

Más noticias

Dejar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias