La emisión hace un par de días de un programa que tenía como protagonista a Ibai Llanos en la televisión generalista que tan implantada está en nuestras casas, ha solidificado aún más el sentir popular sobre esta nueva ola de trabajadores que usan las redes para generar un sustento. Parece fácil y sencillo llegar a convertirse en uno de ellos, en generar grandes sumas acompañadas de una audiencia fiel y leal que nos permita vivir de manera holgada disfrutando de su afición.
De lo que queríamos hacernos eco es de la tendencia a pensar que actualmente uno puede convertir su hobby en una profesión con relativamente poco esfuerzo mientras juega. Las cifras de las emisiones de Twitch que se recopilan en el siguiente hilo dejan a las claras la falsa creencia popular de que cualquiera puede llegar a miles de espectadores mientras produce ingresos derivados de internet y los videojuegos, sean del género que sean.
¿Cúal es el panorama de Twitch y las emisiones en directo en español? Durante los meses de enero y febrero he podido recoger estas estadísticas… 📊📈
– Enero: 757.640 personas distintas emitieron un total de 5.611.382 veces
– Febrero: 770.830 emitieron en 5.581.990 ocasiones— Kilian Arjona (@karjona) March 7, 2021
Hace ya varios años que el mercado esta sobresaturado de canales y emisiones que ofrecen el mismo tipo de contenido con distinto tipo de streamer. Tenemos innumerables casos en que podemos encontrar al menos unos 20 videos de cualquier tema que busquemos, y casi en cualquier idioma. Destacar en un mercado tan feroz y tan competitivo como el de los contenidos lleva un tiempo, un talento y una promoción considerable ya que incluso tenemos a personalidades haciéndolo. Eso sin contar la dedicación y el sacrificio que conlleva ceñirse a una ética y a una disciplina de trabajo mucho más dura que la de un trabajo de los de toda la vida.
Como ejemplo ahí están los streamers del simRacing, quienes dedican horas a mantener su nivel en pista para poder ofrecer a sus espectadores carreras del mejor nivel. Programar la semana, compaginar otros deberes o emitir en intervalos regulares se convierte muchas veces en un pequeño martirio. No todos los días son iguales, ni todos los días se levanta uno con las mismas ganas, ni se tienen los mismos apetitos. Mantener una audiencia estable o creciente significa crear un flujo de entretenimiento continuo y estar buscando beneficios para atraer al mayor numero de espectadores. Con suerte algunos de ellos pueden generar un pequeño flujo variable mensual para costear ciertos gastos, y los más afortunados y dedicados pueden volcarse a ello por completo.
Normalmente no se trata de un trabajo coral, ya que todo recae sobre unicamente el anfitrión, quien debe estar al 100% para sus espectadores a intervalos diarios durante varias horas. Llenando la pantalla con carisma, con entretenimiento y respondiendo dudas sin perder la sonrisa ni las formas y concediendo de esta manera una importante parte de su privacidad y de su intimidad a cambio de seguir manteniendo ese ingreso que la plataforma de turno ha considerado justo.
Porque no hay que olvidar que son las empresas como Google o Amazon quienes están detrás de las plataformas y de las draconianas condiciones que se imponen a una nueva profesión que no deja de ser tan dura y tan exigente como lo es llegar a ser una figura relevante en cualquier otro ámbito de la sociedad actual y poder vivir de ello. Solo que esta vez parece que todos pueden llegar a tal punto desde la silla gaming o el cockpit de casa, en ese afán tan generalizado de menospreciar lo que se hace detrás de una pantalla.