Por fin he tenido el tiempo suficiente para adentrarme en la actual situación de Assetto Corsa Competizione tras la mejora progresiva de la que llevaba recibiendo noticias unas semanas.
Las buenas nuevas se han ido confirmado paso por paso y el lanzamiento de este primer DLC del Competizione ha servido como excusa para zambullirse de una manera parcial sobre lo que actualmente ofrece el título en su variante online.
Comenzaré hablando propiamente de lo que ofrece este DLC, cuya principal novedad son los cuatros trazados internacionales que ofrece al experimentado piloto de Assetto Corsa.
Tras unas cuantas vueltas a cada uno de ellos, puedo afirmar sin temor a equivocarme que es una de las mejores recreaciones que he podido disfrutar de cada uno de ellos (la primera de todas si contamos para Kyalami tras su remodelación) y es que tanto Laguna Seca, como Suzuka, como especialmente Mount Panorama recrean con toda exactitud situación, elementos, objetos, pendientes, distancias y cambios que han sufrido durante estos últimos años y que dejan un poco en evidencia el más que necesario ajuste que van necesitando en otros simuladores. Todo concuerda con lo que ya conocemos pero llevado un poquito más allá, lo que hace que la sensación de circular por ellos sea tan buena como el FFB del GT3 que llevemos en ese momento.
El parque de los GT3 también ha sido renovado para adecuarlo a la temporada 2019 y cada uno de los contendientes ha recibido un equilibrado de sus cualidades para adaptarlas al rendimiento de la temporada. Cada vehículo cuenta con un manejo característico y personalidad propia que lo hace realmente diferente (muy diferente) y que exige completar un intenso periodo de adaptación en cada uno de ellos.
El rendimiento general del juego ha mejorado, o al menos esa es la sensación que transmite. Sigue habiendo algún parón, siempre en el online, donde dependemos de conexiones y desconexiones externas de distintos jugadores, pero la fluidez general es muy buena y tanto los coches de otros jugadores como el circuito se presenta sin altibajos con bastantes elementos en imagen. He de decir que el rendimiento en VR es bastante decente, aunque la definición de toda la representación sigue alejada de por ejemplo, iRacing. Una vez asumido eso, el comportamiento con Oculus es totalmente disfrutable incluso en carreras con más de 15 coches en parrilla.
El progreso de los ratings, la evaluación de incidentes y la consecución de objetivos es un poco confusa y ambigua, pero parece más o menos entendible como para permitir aumentar el dichoso SA en unas cuantas horas y poder correr con gente que tenga al menos una neurona en los servidores oficiales. Todo lo que no sea eso, la verdad es que recuerda tristemente a los servidores públicos del primer Assetto Corsa, donde las carreras en Monza se decidían en quien vivía tras la primera frenada. Nada que no sepamos sobre los juegos multijugador, que la gente es la que marca si existe diversión o si ni siquiera hay esa posibilidad.
De los modos offline, la verdad, poco o nada he podido probar y prefiero reservarme ciertas opiniones de pruebas competitivas hasta saber exactamente como de permisivos son ciertos circuitos a las salidas de pista y a los atajos sobre elementos del circuito.
Como se supone por estos últimos párrafos sigue habiendo elementos importantes sobre los que trabajar y que ahora mismo parecen más que inacabados, no comenzados. Los daños en carrera aparentan ser inexistentes y no he tenido problema en seguir marcando tiempos competitivos tras varios choques fuertes frontales, laterales o traseros por parte de otros competidores.
Las salidas lanzadas son algo problemáticas y no es fácil hacer caso a las distintas indicaciones en pantalla provocadas por las múltiples desconexiones de jugadores que alteran el normal desarrollo de todo el proceso. La punta está limitada y los coches van en modo fantasma hasta el verde, algo curioso parecido a la parada en boxes, donde al parecer es obligatorio ir en primera para que entre el limitador de velocidad.
El tema de las sanciones sobre las salidas de pista está muy verde, y es por eso que correr en circuitos como Spa (supongo que Paul Ricard tendrá el mismo problema) sea un autentico despropósito. También se hace un poco complejo para los que venimos de otro sistema el tener que luchar en los menús para algunas funciones básicas (preparar una parada en boxes, setups por defecto, etc.)
Al menos por ahora el título empieza a dar un aspecto de solidez que antes no poseía y es posible quitarse el gusanillo de un FFB distinto, mejor, que el que oferta la serie GT3 dentro de iRacing, donde por el momento no se esperan mejoras en los meses venideros. Me queda subir otro poco el SA y poder disfrutar de una carrera oficial en condiciones con pilotos que sepan rodar durante más de 10 minutos seguidos, ese y no otro es el próximo reto.
Assetto Corsa Competizione: Intercontinental GT Pack DLC
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