Los usuarios de consolas que quieran jugar a iRacing Arcade tendrán que esperar hasta 2026: el spin-off más accesible de iRacing aterrizará primero en PC el 2 de diciembre de 2025 y llegará a PS5 y Xbox Series X|S a comienzos de 2026.
El movimiento es lógico: PC primero y versión para consolas pocos meses después. La hoja de ruta incluye una demo temprana —ya disponible este mes— que permite probar el tono arcade del juego con contenido real con licencia. La idea es clara: pulir en PC, recoger feedback y desembarcar en salones con una experiencia más redonda.
En paralelo, desde iRacing se ha reiterado que el estreno en consolas se sitúa en «early 2026», alineado con los últimos anuncios oficiales del sello.
Solapamientos y foco
La decisión encaja con un 2025 muy cargado en la casa de Bedford. NASCAR 25, desarrollado bajo el paraguas de iRacing Studios, ya ocupa el tramo final del año —14 de octubre en consolas y 11 de noviembre en PC—, por lo que espaciar lanzamientos evita canibalizar audiencias y campañas. Es puro sentido común: menos ruido y más aire para cada producto.
Además, 2026 ya tiene un peso pesado confirmado: el juego oficial de INDYCAR de iRacing Studios, previsto para la segunda mitad del año en PlayStation, Xbox y Steam. Con ese telón de fondo, ubicar iRacing Arcade en primavera ayuda a ordenar el escaparate del editor.
Qué es iRacing Arcade
iRacing Arcade es un spin-off con ADN de simcade: conducción amable, físicas táctiles y progresión clara, pero apoyado en coches y circuitos con licencia. Está desarrollado junto a Original Fire Games y busca ser la puerta de entrada al ecosistema iRacing para quien prefiere una propuesta directa y sin fricciones. En su lista de características figuran carreras online, tablas de tiempos globales y un modo carrera donde levantas tu «garaje» hasta convertirlo en un pequeño imperio.
La propia iRacing Studios —el paraguas corporativo de la plataforma de PC y de sus títulos derivados— apunta a cubrir todo el espectro del motor virtual sin perder autenticidad técnica, una estrategia que explica bien el hueco que viene a ocupar Arcade.
Sobre la pista, el juego mezcla contenido real —como el Porsche 911 GT3 Cup— con trazados reconocibles y una cámara a la estela del coche. Es, en esencia, una forma de «aprender jugando» que puede enganchar tanto a veteranos con poco tiempo como a nuevos pilotos virtuales que aún no han dado el salto al simulador puro.