La búsqueda de la experiencia retro: tarjetas gráficas

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Llegamos, quizá, a la parte con más jugo y opciones de todo nuestro proyecto retro. Si bien los procesadores y la RAM nos limitaban mucho los caminos a elegir, en este caso tendremos muchas menos restricciones y podremos elegir más en base a nuestras preferencias que a las necesidades del hardware. Para no complicarlo en exceso cogeremos como base los PCs tipo que hicimos en la anterior entrega, de manera que estos vayan cogiendo forma. Pero primero, echemos un vistazo a las marcas que dominaban el mercado hace 20 años, para ver sus peculiaridades y poder tomar mejores decisiones.

TARJETAS DE VÍDEO 2D

Antes de la llegada de los gráficos tridimensionales, polígonos e iluminación avanzada, lo que necesitaba tu ordenador para mostrarse por pantalla era una buena tarjeta de vídeo. La pelea aquí no era por producir mayor cantidad de FPS o por soportar la nueva versión de DirectX, sino por brindar la mayor calidad de imagen a la mayor resolución posible. Las marcas más reputadas del sector eran Matrox, S3 y ATI, aunque había muchas más.

Estas tarjetas sólo eran capaces de procesar imágenes en 2D, con lo que quedaron obsoletas hacia finales de la década de los 90 con el advenimiento de los aceleradores 3D, tarjetas específicas para renderizar los polígonos y texturas que requerían los nuevos juegos y aplicaciones profesionales. Si no tenías uno de estos aceleradores, la tarea de dibujar los polígonos se pasaba al procesador (el modo software), ralentizando los juegos y permitiendo resoluciones máximas de 320×240 en muchos casos. El monitor CRT medio de la época ya soportaba como mínimo 1024×768, con lo que la experiencia era muy mala.

Sin embargo, encontraron su espacio durante los primeros años de la fiebre 3D dado que eran capaces de proporcionar una calidad de imagen muy superior a los primeros aceleradores 3D en tareas cotidianas como ofimática, reproducción de vídeo, navegación por Internet, e incluso Photoshop. Soportaban asimismo, resoluciones mucho mayores con refrescos muy altos de hasta 120 Hz. La única compañía que dio el salto a las tres dimensiones de manera exitosa fue ATI.

3DFX

Fundada en 1994, 3DFX fue la compañía que revolucionó la industria de las tarjetas gráficas en 1996, cuando introdujo el acelerador 3D Voodoo. Por primera vez, un usuario común podía disfrutar de los últimos gráficos en tres dimensiones con total fluidez y a gran resolución. Los juegos se veían mucho mejor y además iban mucho más fluidos que con una tarjeta de vídeo clásica. El secreto estaba en que la tarjeta era solamente un acelerador 3D, sin capacidad de mostrar imágenes en 2D. Se unía con un alargador VGA a tu tarjeta de vídeo normal, que era la encargada de todas la tareas cotidianas, y sólo entraba en acción cuando un juego o aplicación hacía uso de renderizado 3D. De esta manera se tenía lo mejor de los dos mundos, y fue lo que permitió a las tarjetas de vídeo clásicas mantenerse relevantes durante algunos años más.

Pronto, 3DFX fue sinónimo de los mejores gráficos con los que un consumidor podía soñar, y esto sólo se acrecentó con la salida de las Voodoo 2 y la invención de la tecnología SLI, que permitía unir dos de estas tarjetas para que se repartieran el trabajo y duplicaran la potencia efectiva en juegos. 3DFX desarrolló una API propia, Glide, que era exclusiva para sus tarjetas gráficas. La gran mayoría de estudios se aseguraban de que sus juegos funcionaran con Glide, muchas veces incluso dejando de lado DirectX y OpenGL, que eran soportados por todo el resto de la competencia. Las Voodoo, en cambio, sí podían correr los juegos con soporte exclusivo para DirectX, aunque tenían problemas con OpenGL. Un ordenador con una Matrox Millenium para 2D y dos Voodoo 2 en SLI para 3D era la máquina de ensueño en 1998.

3DFX no tenía rival y estaban en la cresta de la ola. Pero, por desgracia, una serie de malas decisiones corporativas, unidas a la apuesta a la postre perdedora de intentar unir varios procesadores gráficos en una sola tarjeta, acabaron rápidamente con la reputación de la compañía. Aunque las Voodoo 3 fueron muy buenas tarjetas, y tenían capacidad tanto de 2D como de 3D, para entonces Nvidia había tomado la delantera y ya nunca la soltó. Las Voodoo 4 y 5 fueron los últimos productos de 3DFX: caras, enormes, de gran consumo, e incapaces de mejorar los productos de la competencia. En el año 2000 fue adquirida por Nvidia, su mayor rival.

NVIDIA

Fundada en 1993, la empresa californiana entró en el mercado de las tarjetas gráficas con su chip NV1 a finales de 1995. Pese a ser un proyecto muy ambicioso (combinaba tarjeta de sonido, tarjeta de vídeo, acelerador 3D, puertos para mandos y soporte para juegos de la consola Sega Saturn en una sola tarjeta), no consiguió cuajar y fue un fracaso. Intentó abarcar demasiado, y al final hacía cada cosa peor que las piezas dedicadas a las que pretendía desbancar. Además era muy cara.

En 1997, tras la estela del éxito de la 3DFX Voodoo, Nvidia presentó la Riva 128. Consiguió superar a la Voodoo del año anterior ligeramente en rendimiento, además de incorporar 2D y 3D en la misma tarjeta. Una solución elegante que no logró desbancar a 3DFX debido a unos drivers iniciales muy malos, a la fama de las tarjetas Voodoo, y a que mucha gente tenía una tarjeta 2D ya instalada y no quería tener que cambiarla. La Voodoo 2 obligó a Nvidia a ponerse las pilas si quería sobrevivir en este mercado.

El cambio llegó en 1999, con el lanzamiento de la Geforce 256. Aunque el rendimiento era similar a la Voodoo 3 en la mayoría de juegos, la Geforce incluía soporte para transformación e iluminación, que hasta entonces se cargaba en el procesador. Esto hacía que los juegos que usaban esa tecnología fueran hasta un 50% más rápidos con una Geforce que con una Voodoo 3. La tendencia empezó a cambiar, y Nvidia tomó la delantera en el mercado.

El año siguiente compraron los restos de 3DFX, y las series 2, 3 y 4 de las Geforce fueron todo un éxito, consolidando a la compañía como líder indiscutible de mercado. En 2004 sacaron la versión mejorada de la tecnología SLI de 3DFX, que dura hasta nuestros días.

ATI

Fundada en 1985, ATI era conocida por sus tarjetas de vídeo desde finales de los 80, muy populares en los ordenadores IBM y Commodore. Sus tarjetas VGA Wonder y Mach se encontraban entre las que mayor calidad de imagen producían a mediados de la década de los 90, con gran soporte para Windows 95. Pero pronto la aparición de las Voodoo revolucionó el mercado de las tarjetas gráficas, y de repente ya no era suficiente con ofrecer la mejor calidad de imagen y reproducción de DVD, sino que había que dar el salto a 3D.

Así es como nació la serie Rage, que si bien al principio no pudo competir en rendimiento puro con las Voodoo ni las Nvidia, fue un producto muy atractivo para ordenadores pre-montados para uso general. Este mercado, pese a proporcionar menores márgenes, era el más abundante, ya que la mayoría de familias estaba empezando a sumarse al carro de la informática y no eran gamers ni entusiastas. La Rage cumplía perfectamente ese cometido, proporcionando una experiencia muy buena en todas las tareas cotidianas e incluso permitiendo jugar a muchos juegos.

En el año 2000 ATI lanzó al mercado la serie Radeon, pensada para presentar batalla a Nvidia y 3DFX. Con la muerte de esta última, ATI se erigió como el mayor competidor de Nvidia, y entre ambas relegaron a todas las demás compañías al ostracismo. Su momento de mayor éxito fue con la serie Radeon 9000, que consiguió desbancar a Nvidia del liderato en rendimiento y aseguró su permanencia en la pelea hasta nuestros días, aunque ahora adquirida y bajo el nombre de AMD.

PC retro para DOS y el principio de la era Windows. 

Nuestro PC retro enfocado en la época DOS y Windows 95 necesitará, sobre todo, un buen rendimiento en 2D, ya que al sufrir nuestro hardware en juegos posteriores a 1997, no podremos hacer uso en su totalidad de una tarjeta gráfica más potente. Dependiendo del presupuesto, vamos a fijarnos en qué tarjetas gráficas nos interesan:

  • Presupuesto limitado: Matrox Mystique / S3 Virge. Podrán con todos los juegos 2D sin problemas, pero sufrirán con cualquier juego o aplicación 3D.
  • Presupuesto medio: Matrox Millenium / S3 Virge + 3DFX Voodoo o Nvidia Riva 128 / Riva TNT. Añadir una Voodoo permitirá jugar a todos los primeros juegos 3D sin sacrificar calidad de imagen en 2D. Optar por la Nvidia unirá ambas capacidades en una, pero quizá haya alguna incompatibilidad con juegos muy antiguos.
  • Presupuesto elevado: Matrox Millenium II + 3DFX Voodoo 2 o Nvidia Riva TNT 2. Lo mejor de lo mejor para este tipo de proyecto.

PC retro para Windows 98 y comienzo de milenio

Para este ordenador retro, nuestro objetivo será poner las tarjetas gráficas más potentes posibles para que abarquen la mayor cantidad de juegos sin problemas. Las configuraciones de mayor presupuesto traerán como extra alguna Voodoo para asegurarse poder jugar a los juegos exclusivos de Glide:

  • Presupuesto limitado: Nvdia FX 5500 / ATI Radeon 9500. Permitirán jugar sin problemas a los juegos que usen hasta DX8. Con títulos a partir de 2001 habrá que bajar gráficos y resolución pero serán jugables.
  • Presupuesto medio: Nvidia Geforce 4 Ti4600 / Nvidia FX 5700 / ATI Radeon 9600 Pro. La Geforce 4 tendrá la mayor compatibilidad con los juegos viejos y podrá con los que usen como máximo DX8. La FX será más rápida, pero muy mala con DX9, y la ATI será la más potente de las 3 pero no tendrá soporte para algunos juegos antiguos.
  • Presupuesto elevado: Nvidia FX 5900 Ultra / ATI Radeon 9800 XT / 3DFX Voodoo 5 5500. La Voodoo será la mejor opción para juegos anteriores a 2001 por su soporte para los juegos exclusivos de Glide, la FX proporcionará el mejor rendimiento con juegos hasta DX8 y la ATI será la más potente pero puede dar problemas con algunos juegos viejos.

Mi recomendación personal ideal (~110€):

  • Tarjeta gráfica principal: ATI Radeon 9800 Pro/XT/XXL
  • Tarjetas gráficas secundarias: dos 3DFX Voodoo 2 en SLI

La Radeon 9800 es la tarjeta gráfica más potente con soporte para Windows 98, con lo que será la que mejor nos corra la inmensa mayoría de juegos. El problema es que para el cambio de milenio se abandonó el soporte de algunas características que usaban los juegos antiguos. Además, no podremos jugar a los títulos exclusivos de Glide.

Por eso, si tienes dos puertos PCI libres en tu placa y estás dispuesto a pagar el precio elevado de las tarjetas de 3DFX, lo ideal es poner dos Voodoo 2 en SLI para complementar a la Radeon. La Radeon se hará cargo de todas las tareas cotidianas y todos los juegos que usen DirectX y OpenGL, mientras que las Voodoo tomarán el mando en cuanto se detecte el soporte para Glide o para jugar a los juegos antiguos que la Radeon no soporta. Es la mejor configuración para maximizar rendimiento y compatibilidad al mismo tiempo.

Hasta aquí llegamos en la entrega de hoy. Cualquier duda la podéis consultar en los comentarios y estaré encantado de ayudaros. En el próximo capítulo veremos el resto de piezas que nos faltan para terminar nuestro ordenador retro.

Serie completa

Parte 1 – Introducción

Parte 2 – ¿Por dónde empezar?

Parte 3 – Placa base, CPU y memoria RAM

Parte 4 – Tarjetas gráficas

Parte 5 – Tarjeta de sonido, disco duro, y otras piezas de importancia

Parte 6 – Consejos Finales

 

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