Nota: Rescato este pequeño escrito sobre la idoneidad de construir circuitos que no aportan nada al espectáculo del automovilismo en pos de sustituir antiguos proyectos infinitamente probados. Curiosamente este 2020 nos ha dado la oportunidad de volver a saborear viejos autódromos que salvo por esta situación jamás hubieran vuelto al calendario.
Escribo esto mientras observo de reojo la F1 en Sochi pero más bien motivado por un post sin demasiada importancia en los foros generales de iRacing. En dicho hilo se comentaba un extracto de un articulo sobre el circuito de las Americas en Austin que decía más o menos esto:
«Todas esas curvas no son nada buenas para conseguir una buena experiencia de carrera. En verdad, cualquier pista con 20 curvas tiene 5 o 6 sobrantes, pero no es solo el número de curvas, es su localización. El diseño del circuito lo encuentro quisquilloso, con un montón de curvas aplastadas unas contra las otras y de repente enormes rectas de espacio vacío sin ninguna variante a la vista. Es una pista diseñada como una pieza de jazz arritmica y atonal, donde el diseñador trabaja duramente para impresionar a la audiencia con la brillantez de lo indescifrable, que es meramente una forma de decir que el diseño de la pista en realidad es un desastre.
[…]
Las primeras dos curvas son de las más difíciles del calendario, de ahí en adelante la pista entra en el mundo bizarro de Ornette Coleman. Pueden gustarte este tipo de cosas, pero a mi particularmente no.»
Hermann Tilke es un expiloto y actual diseñador y arquitecto de todos los circuitos que se construyen en el mundial de F1 desde hace al menos una década. Empezó con pequeñas y tímidas reformas a circuitos míticos a mediados de los 90 en Alemania, donde sus contactos hechos a través de sus años de competición le valieron para medrar. A partir de ahí su lista de creaciones se vuelve global y monopoliza todos los proyectos.
Enumerando un poco por encima los proyectos de su compañía tenemos: Sepang, Hanoi, Bahrain, Singapur, China, Rusia, Austin, Baku, Valencia, Abu Dhabi, etc. Todos los diseños se caracterizan por amoldarse en su mayoría a circuitos urbanos ya que contienen las mismas características. Sus curvas son en un gran porcentaje de ángulo recto, con grandes rectas de considerable anchura finalizando en zona de frenadas. Los sectores son desiguales sucediéndose curvas rápidas con sectores extremadamente lentos en los que las curvas se suceden sin ningún sentido.
Todos estos circuitos sin excepción fallan miserablemente en otorgar al piloto esa sensación de fluidez y continuidad que otros clásicos como Spa, Suzuka, Road Atlanta consiguen sin apenas esfuerzo. En mi sincera y humilde opinión, su trabajo es más que discutible. Evidentemente las recreaciones virtuales tienen las mismas fallas comentadas provocando el hastío general y la decepción particular de muchos usuarios.
Las condiciones leoninas y la política que rodea el circo de la F1 esta influenciando de una y mil formas a las categorías inferiores y al entorno del mundo del motor pero como todo lo que se trata de personas, puede cambiar de un día para otro. Las empresas y los contactos vienen y van, sin embargo este tipo de infraestructuras están pensadas para durar y sobrevivir a todos los que las diseñaron y financiaron, a costa de grandes esfuerzos y enormes terrenos que afectan a muchas personas. En pos de la modernidad, el lujo y el deporte mal entendido estamos sacrificando espacios y valores que haríamos bien en conservar. Espero que cuando haya llegado el momento de retomar el verdadero espíritu deportivo aún tengamos otro tipo de circuitos en los que fijarnos y algo de sana competición que rescatar.