Leyendo las carreras: Tiempo de autocrítica

Esto es de los principios de la web, pero podríamos decir que es atemporal.

Demasiada emoción y adrenalina fluyen por las pistas últimamente. Entre los viejos ya nos conocemos y sabemos de que pie cojea cada uno y especialmente de quien hay que alejarse si es que se quiere terminar una carrera, pero los nuevos son toda una aventura, que se suele zanjar con un, a todas luces, desagradable encuentro.

Entiendo perfectamente la emoción de estar en un servicio totalmente reglado y monitorizado, en el que se paga por todo y que exige bastante a titulo personal pero es curioso que a la vez la gente sea tan incoherente consigo misma y con los demás tratándolo como un juego competitivo más y comportándose como tal. La poca educación y la tensión ha llegado a tal nivel que se puede mascar.

Desde que empieza una practica, con la salida de los boxes, el estacionamiento en medio de la pista, la gente gritándose en el chat, los que piden explicaciones porque van más rápido y necesitan que todo el mundo les abra paso, los que insultan, etc.

Las carreras no son mucho mejores ya que siempre incluyen a un tercero dispuesto a liarla. Es gracioso ver como alguien fuerza una situación de peligro y a continuación pedir explicaciones porque su carrera ha terminado. Tu te lo has buscado amigo. Gente que defiende desde la primera vuelta en carreras de resistencia, los que no saben leer el trafico delante o porque ese grupo va tan lento, un sinfín de situaciones en que demostrar que esto es algo más que pisar el pedal. Desafortunadamente muy pocos saben entender y gestionar el tráfico, y cuando algo pasa la culpa es de cualquiera menos de ellos. Aquí todos aprendemos cada día, los rápidos y los lentos, los veteranos y los jóvenes. Si crees que no tienes nada que aprender, sinceramente te recomiendo que es mejor que te dediques a otra cosa.

• Cuando no sales en la posición que mereces porque has chafado la clasificación, es tu culpa.
• Cuando haces un movimiento intimidatorio para confundir al rival y acabas fuera, es tu culpa.
• Cuando no tienes en cuenta la situación de los demás y los golpeas, es tu culpa.
• Cuando alguien te golpea porque has obrado de manera imprevista, es tu culpa.
• Cuando no ofreces al rival un pase seguro en el adelantamiento y fastidias su carrera o la tuya, es tu culpa.

Y así podría seguir eternamente porque el 99% de las situaciones de pista se pueden volver en tu contra si dejas de mirarte el ombligo y empiezas a asumir tus responsabilidades. No eres Alonso y no eres Hamilton, aunque puede que seas tan maduro como él, pero desde luego no tienes su talento ni la información en el coche que a muchos de ellos les permiten asumir más riesgos de los que tu jamás podrás controlar. Así que no te extrañe que cuando intentas una estupidez, acabes con cara de idiota. Es entonces, cuando debes asumir tu papel en todo ello, agachar la cabeza y aprender, y si tienes que pedir disculpas, hazlo, que todavía no cobran por ello y mucha gente te lo agradecerá.