Los videojuegos siempre han sido un buen simulacro de situaciones que pueden replicarse en la vida real. Existen tantos géneros diferentes y tantas ideas que se han plasmado en el plano virtual, que todos los públicos pueden encontrar reflejados allí sus intereses. Como sector, el ocio electrónico no deja de crecer, tanto en número de propuestas como en jugadores, y las opciones también son más refinadas. La evolución tecnológica y la potencia de las nuevas consolas derivan en experiencias cada vez más fotorrealistas.
Tanto es así, que incluso los deportes electrónicos están entrando en el negocio de los derechos televisivos, con muchos eventos que también se retransmiten por televisión, especialmente de pago, y tienen sus propias apuestas, con casas de apuestas con mejores bonos de bienvenida que cada vez elaboran más cuotas para deportes virtuales y eventos relacionados.
Esto es especialmente cierto en el mundo del motor. Como si se tratase de pilotos reales, los jugadores se preparan para participar en las carreras, consiguiendo gran relevancia social y mediática. En este artículo, vamos a repasar las principales diferencias que siente un piloto profesional cuando compite en el plano real y el plano virtual, analizando el estilo de conducción, las sensaciones que se obtienen al volante, los preparativos previos a la competición y, finalmente, el nivel de los oponentes.
Estilo de conducción
Para empezar a desgranar las diferencias que existen entre una carrera real y una virtual, nos centraremos en el estilo de conducción. En el plano físico, existen una serie de variables que hay que tener muy en cuenta cuando abordamos una carrera. Existen elementos tangibles propios de la competición como son el desgaste de los neumáticos, las condiciones climáticas y meteorológicas o el propio estado de la pista. Esto tiene una incidencia directa sobre nuestro estilo de conducir. En el plano virtual, todas estas variables pueden personalizarse y seleccionarse a placer, ajustando qué escenarios son mejores con relación a lo agresivos que seamos en la pista.
Sensaciones al volante
Las grandes empresas de videojuegos acostumbran a presentar periféricos que aportan nuevas sensaciones al jugador. Los volantes que se conectan a los ordenadores y consolas son cada vez más reales, tanto en sensaciones como en peso o materiales. Eso sí, la sensación de conducir un coche real no es comparable a la digital. Existe una vibración inherente en el vehículo que no se puede replicar en el sofá de casa. En este sentido, la conducción de un coche real siempre será superior a la de un videojuego. Pero hay que tener en cuenta que la tecnología avanza a paso firme, y los simuladores integrales sí que se aproximan a una actividad de conducción muy real. El videojuego Gran Turismo y su evolución es una buena muestra de ello.
Preparativos para la carrera
Uno de los aspectos que más tienen en cuenta los pilotos profesionales es la preparación previa a una carrera. Independientemente de presentar una forma física óptima, los deportistas tienen que realizar una serie de ejercicios mentales que los vinculen con la concentración. Un mal movimiento puede resultar fatal, tanto para el resultado de la carrera como para la integridad física. Los preparativos previos de las carreras reales son mucho más exigentes.
El escenario en los videojuegos cambia, ya que dependemos más de la habilidad al mando o al volante que de la experiencia física. Eso sí, las competiciones profesionales de videojuegos también demandan una exigencia máxima y, en este caso, sí que puede emularse la de un torneo real.
Nivel de dificultad de los oponentes
Ponemos punto final analizando el nivel de dificultad de los rivales que nos encontraremos sobre el asfalto. En los videojuegos, se permite ajustar la experiencia del resto de los pilotos con una serie de patrones de comportamiento o de desempeño en la pista. Eso sí, cuando se compite en torneos de eSports, esta curva de dificultad se elimina y la experiencia pasa a ser similar a la real. Habrá pilotos con más nivel y otros con menos, pero la dificultad general es mayor.
