En algún programa de los de La semana… salió el tema de los coches japoneses que son mayoría en las ciudades y carreteras niponas. Me ha dado por investigar un poco el tema porque aunque siempre he sabido que estaban ahí he oído demasiadas cosas y necesito cerciorarme de que es cierto y que no con respecto a ellos.
Una de las diferencias más notables entre Japón y el resto de países es que desde 1957 está prohibido aparcar en la calle salvo notables excepciones. Toda adquisición de vehículo debe llevar consigo aparejada una plaza de garaje local donde poder estacionarlo, y que debe estar en un radio de menos de 2 kilómetros del domicilio. Con el abultado precio de la tierra en un país esencialmente montañoso, cada metro cuadrado cuenta, y tener un garaje reducido y un coche que quepa en él es una cuestión importante. El kei car (keijidosha o coche ligero) cuenta con muchas ventajas fiscales a nivel estatal, es un concepto de vehículo reducido y que da solución a ese problema de movilidad y aparcamiento. Además en determinadas áreas rurales está exento de un certificado de aparcamiento, por lo que lo hace una elección aún más adecuada cuando salimos de los núcleos urbanos.
La historia de los kei car es bien sencilla, y es que forman parte del plan de recuperación de Japón tras la segunda guerra mundial. Japón quería desarrollar su industria del automóvil pero la gente no tenia suficiente dinero para comprar un coche convencional, por lo que dar facilidades en vehículos más pequeños, baratos y eficientes debía ser un impulso estatal. El concepto trataba de sustituir a las motos y permitir que pequeños vehículos de carga y descarga acelerasen la recuperación del país. Desde entonces pocas modificaciones ha sufrido la norma, siendo la mayoría de ellas revisiones acordes con los tiempos y el avanzar de la tecnología.
Actualmente la normativa data de los 90 y dice que no deben sobrepasar los 660 CC con un tope de 64 CV y no pueden medir más de 3,4 metros de largo. Antes de 2014 tenía grandes ventajas fiscales tanto en pagos de seguros, como en la compra como en otros conceptos. A partir de ese año la subida de un 50% de los impuestos que soportan dejó de ser atractiva para muchos de sus potenciales compradores, aunque no por ello han perdido una gran base de mercado.
En realidad solo hay cuatro fabricantes que son: Daihatsu, Honda, Suzuki y Nissan-Mitsubishi, mientras que otros venden modelos remarcados o adaptados con pequeñas modificaciones. En 2018 coparon los cuatro primeros puestos de la lista de coches más vendidos con modelos tipo monovolumen, que actualmente suelen ser los considerados más útiles entre los japoneses. Hay más categorías de kei cars, como camiones o furgonetas, pero todos cuentan con el claro distintivo de llevar matriculas amarillas si pertenecen a un particular o negras si son parte de un negocio.
Lo curioso es que dentro de esta categoría de coches en miniatura típicamente japoneses podemos encontrar todo tipo de modelos y creaciones. Hay jeeps, monovolúmenes, deportivos, biplazas, eléctricos, etc. En este video podéis ver bastante modelos.
En los simuladores, la saga que más les ha dedicado ha sido Gran Turismo, quien en la penúltima entrega tenia una competición abierta precisamente para estos modelos llamada Lightweight K Cup con alguno de los más míticos e históricos. En Gran Turismo 7 también se pueden encontrar un par de pruebas con el mismo Honda Beat, el Honda S660 o el Daihatsu Copen.
Como veis algunos países son un universo en si mismos, con su propia idiosincrasia, necesidades y soluciones. Y es que fuera de Japón estos coches no han tenido apenas ningún éxito siendo muy poco rentables para sus fabricantes.