Análisis de los pedales CAMMUS LC100

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La empresa china CAMMUS es reconocida por sus productos de bajo costo, accesibles para una gran parte de los pilotos que desean adentrarse en este mundo sin gastar una fortuna y, aun así, mantener un mínimo de calidad en el equipo, el cual estará bajo presión en cada salida a pista.

Por eso, CAMMUS nos ha cedido para análisis estos pedales LC100, la gran evolución de los pedales económicos CP5, que no tienen ni un atisbo de parecido con los ya conocidos en nuestro análisis del CAMMUS C5. Estos pedales, además de ser tres, emplean una célula de carga de 100 kg y cuentan con varias mejoras que los convierten en un contendiente para ser uno de los mejores pedales económicos, gracias a su precio tan accesible. Veremos qué tal se comportan durante este análisis.

Empaquetado

El empaquetado, aunque no es nada del otro mundo, cumple su función bastante bien. La caja que los contiene es bastante simple, con una imagen de los pedales y la marca justo en la parte posterior. Una vez abierta, encontramos directamente los tres pedales bastante bien protegidos, junto a sus respectivos cables y tornillos, que se montan en la placa de metal que está ubicada justo debajo de la espuma protectora. En su conjunto, he de decir que son bastante pesados.

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A pesar de no estar marcado de alguna manera cuál pedal es cada uno, puedes orientarte basándote en los colores de cada muelle. Obviamente, esto lo puedes verificar en el manual incluido. Con el freno resultando obvio, el pedal con el muelle rojo es el embrague, y el azul, el acelerador.

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Primeras Impresiones

Notando que la caja era bastante pesada, una vez que sacamos los pedales y los colocamos encima de la mesa, podemos sentir que los materiales de construcción son bastante rígidos, lo que aporta una sensación de calidad prémium bastante sorprendente por parte de la gente de CAMMUS.

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Por otro lado, algo que no se siente tan prémium es el recorrido de los pedales, pero no por la longitud o la fuerza. Teniendo en cuenta que es una primera impresión y que estoy aplicando la acción con la mano, se siente que el freno no está muy bien lubricado y no va especialmente fluido; se notan algunos saltos que, muy probablemente, se reflejen en el software. Esto se nota también en los otros dos pedales, aunque no es tan molesto.

Como última impresión, algo que me ha sorprendido bastante es el peso del conjunto. Una vez montados los pedales en la plancha de metal, que irá al cockpit, tienen un peso total de unos 8 kg aproximadamente. A la hora de montarlos, el peso se nota bastante, y aunque no es obligatorio, una ayuda extra lo haría mucho más sencillo.

Personalización

En cuanto a personalización, está algo limitado. No puedes ajustar la inclinación de los pedales ni la posición de las placas de cada pedal, por lo que, en mi caso, quedan bastante verticales, incluso estableciendo la inclinación al mínimo en el soporte de mi cockpit. Esto puede causar incomodidad en sesiones largas.

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La separación entre pedales tampoco es completamente modulable. Puedes separarlos un poco o juntar el freno y el embrague, pero no es gran cosa. Probablemente, sea suficiente para estar cómodo y tener una separación justa entre ellos.

Algo que parece ser personalizable, aunque no se menciona ni en el manual ni en la página web de CAMMUS, es la dureza del freno. Podrías cambiar los elastómeros o incluso el muelle para ajustarla a tu gusto. También existe la posibilidad de ajustar el tope del recorrido del freno.

Montaje

Como decía, es un montaje sencillo e incluso sin necesidad de mirar el manual, ya que no tiene pérdida porque los tornillos están bien señalizados. Sin embargo, remarco lo que comentaba en las primeras impresiones: el montaje puede ser tedioso simplemente por el peso de los pedales.

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El montaje al cockpit, en mi caso, fue lo más sencillo de todo. Tienes bastantes orificios a los lados para ampliar la compatibilidad, y solo es cuestión de buscar los que concuerden con tu soporte, apretarlo bien y a correr. Algo que sentí la primera vez que los monté fue que hay un par de orificios que podrían molestar en el talón en una posición normal de conducción, ya que la cabeza del tornillo sobresale de la plancha y no queda plana. En mi caso, pude sustituir esos orificios por otros, simplemente ajustando el soporte en el cockpit.

A la hora de conectar los pedales, todos se conectan mediante RJ-11 al acelerador y, del mismo acelerador, sale un USB al PC. Este USB es Tipo-C, pero en el paquete viene un adaptador de USB C a USB A. En caso de tener una base de CAMMUS, podrías conectarlo sin el adaptador.

Configuración

Una vez terminado el montaje, solo queda probar su funcionamiento. Windows lo reconoce a la primera sin necesidad de instalar drivers, pero aun así, debes instalar el software de CAMMUS para asignar el mínimo y el máximo de los pedales, e incluso las curvas de cada uno. También es recomendable, aunque no obligatorio, calibrar cada pedal con el calibrador de Windows.

Una vez con el software necesario instalado, los pedales configurados y calibrados, te cuento mis sensaciones con cada pedal de forma individual.

Acelerador

El acelerador me pareció que tenía un recorrido absurdamente largo al principio. Es cierto que estaba acostumbrado a pedales mucho más económicos y con un recorrido más corto, ajustado por mí. La dureza me pareció bastante correcta, ni mucha ni poca, lo justo para ser preciso con el acelerador. Después de un rato, el recorrido tan “absurdamente largo” deja de parecerlo, y te acostumbras bastante rápido, volviéndose algo normal. Quizá fue solo una cuestión de costumbre, y otras personas lo vean como un recorrido normal.

Como último punto, esos “saltos” que daba el pedal con la sensación de no estar bien lubricado son casi indistinguibles en el acelerador. Funciona bastante suave y proporciona una buena precisión.

Embrague

Continuando con el embrague, no tengo tan buenas impresiones. Si el recorrido del acelerador me parecía largo, el del embrague lo supera con creces. Además, la sensación de “trompicones” en el pedal de embrague es mucho más notoria que en el acelerador.

Por otro lado, aunque no se aprecia bien en las imágenes, parece que el muelle del embrague está mal montado o mal fabricado, lo que no da una sensación de seguridad y probablemente cause estos tramos que se sienten al pisarlo. Además, el embrague emite un chirrido bastante molesto.

Todo esto es probablemente solucionable, y claro, por el precio que tienen estos pedales, que incluyan embrague es un buen punto, pero la calidad de fabricación de este pedal en particular no es muy agradable.

Freno

Por último, el freno. La calidad de fabricación aquí es bastante buena, con unos acabados bastante prémium para un conjunto que cuesta 259€. La calibración es muy sencilla y la precisión es asombrosa.

Para mí, la célula de carga de 100 kg es suficiente, no creo que necesite más. Después de probar este freno, la diferencia de precisión respecto a los pedales económicos que usaba es notable.

Software

El software es, probablemente, lo peor de todo el conjunto. Personalmente, no me llevo bien con el software de CAMMUS y, menos mal que los pedales no requieren configuración de Force Feedback o algo similar, como una base o el propio C5 que probé aquí. Aun así, puede llegar a ser un dolor de cabeza.

En el software puedes establecer el mínimo y el máximo recorrido de los pedales, algo casi obligatorio, ya que simplemente apoyando el pie en cualquier pedal, este lo registra como porcentaje de activación. En el embrague, tuve que ajustar el máximo cuando aún le faltaba un pequeño porcentaje al pedal físico, puesto que aplicando una fuerza normal se quedaba al 96% en lugar de al 100%. Por lo demás, puedes ajustar la curva de los tres pedales a tu gusto y con algunos perfiles predefinidos.

Conclusiones

En conclusión, después de un buen tiempo usando estos pedales, no creo que los cambie a corto plazo. Podría usarlos durante varios años sin problema, y cada vez me acostumbro más. Aunque tienen algunos puntos negativos, como la posición tan vertical, con el tiempo me he ido adaptando. Sin embargo, al principio puede ser algo incómodo o incluso doloroso.

En cuanto a ergonomía, los pedales tienen una textura rugosa que impide que resbales, ya sea con calcetines o con zapatillas. Y aquí va la pregunta interesante: ¿calcetines o zapatillas? Mi respuesta es zapatillas, a menos que tengas unos calcetines bastante gruesos, ya que podrías acabar con rozaduras después de varias horas. Además, el talón se resiente al estar apoyado en una plancha de metal sin acolchado.

En cuanto a la modularidad de los pedales o la personalización, decidí dejarlos tal como estaban para este análisis. Como decía, se pueden ajustar recorridos y la dureza del freno con elastómeros, pero quise probarlos tal cual venían de la caja, en plan “plug & play”, para ver cuánto me costaba acostumbrarme, y el resultado fue bastante bueno.

Algo que es muy importante tener en cuenta es la compatibilidad con los simuladores y, he de decir que la gran mayoría de títulos lo reconocen sin ningún problema. Con el único juego que he sido incapaz que el freno funcione correctamente es con F1 2021. Por algún motivo, el primer 20% de freno, en el juego no lo detecta.

En definitiva, felicito a la gente de CAMMUS por este producto, su precio y su calidad final, ya que me ha sorprendido gratamente. Tanto, que los mantendré como mis pedales principales durante bastante tiempo.

Si te decides por comprar los Pedales CAMMUS LC100, puedes hacerlo desde el siguiente enlace:

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1 COMENTARIO

  1. No tienen mala pinta pero observando bien el producto veo que está fabricado con piezas que venden sueltas en Aliexpress o Alibaba. Esto me hace dudar del precio que le hayan puesto y de su durabilidad aunque creo que son componentes que pueden llegar a durar mucho, eso sí, no tanto como un mejor producto de mayor categoria.

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