Análisis del cockpit plegable GT Lite

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Hoy contamos con la colaboración de JM Navarro, uno de los habituales de nuestros programas en YouTube y que ha estado probando y evaluando la solución plegable que propone Next Level Racing para los presupuestos más reducidos.

En el mundillo del simracing, cuando hablamos de hardware, solemos prestar más atención en los productos punteros. La alta gama, inalcanzable en algunos casos para muchos bolsillos. Pedales hidráulicos, volantes direct drive con aros, ya no réplica, sino versiones originales de su homólogo coche de carreras, chasis con variedad movimientos… El no va más. Sin embargo, esto no deja de ser el final del camino, la meta deseada por todo aficionado. Y ese camino es largo, tiene muchas paradas, y además, no es necesario recorrerlo completamente para disfrutar de este hobby. Porque si a las pocas semanas de probar tu primer juego de carreras tienes ya un chasis de aluminio, pedales con célula de carga y volante direct drive, te doy la enhorabuena, pero no es lo normal. Hoy voy a hablar de un accesorio que pertenece al “principio del camino”. Para esos aficionados al simracing que están empezando, buscan mejorar su experiencia, pero no quieren volverse locos en cuanto a presupuesto: os presento el cockpit GT Lite de Next Level Racing.

Para poder disfrutar como se debe los actuales simuladores de conducción hay que prescindir del mando de consola para pasar a utilizar volante y pedales. Esto trae consigo una pregunta importante: ¿…y dónde voy a colocar yo estos cacharros? La solución inmediata es colocar los pedales en el suelo, y anclar el volante a una mesa o escritorio. Este montaje es funcional, pero presenta algunos inconvenientes. En primer lugar, no podemos ejercer mucha fuerza en los pedales, porque se pueden levantar del suelo al no estar anclados. Por otra parte, el volante incomoda el uso normal de la mesa o escritorio donde lo tenemos anclado. Por ello, muchas veces hay que montar y desmontar los dispositivos frecuentemente, con el correspondiente ajuste de todos los elementos cada vez que nos vamos a sentar a conducir. La solución que propone Next Level Racing es una estructura tubular plegable que contiene asiento, soporte para volante y pedales, a un precio de 229€.

Embalaje


Desde Next Level Racing nos han enviado uno de estos modelos, así que os voy a contar cómo fue el proceso de montaje y las impresiones que he tenido utilizándolo. El producto viene embalado en dos cajas, una exterior de cartón más gruesa, y la caja interior del producto que aparece en la imagen anterior. El modelo que recibí presentaba algunos desperfectos en esta segunda caja, como si las patas del cockpit hubiesen golpeado la caja por dentro durante el transporte. No obstante, todas las barras estaban en perfecto estado, ya que los tubos incluyen protecciones en todos sus extremos abiertos. Al abrir la bolsa observamos que el chasis viene parcialmente montado, con tres bloques separados: asiento, soporte de volante y soporte de pedales.

Para terminar de montar el cockpit bastará con terminar de ensamblar la silla, concretamente el cabezal y las patas traseras, y unir el soporte de volante por un lado y el soporte de pedales por otro. El manual de instrucciones que viene en la caja muestra cada uno de los pasos para realizar el ensamblaje con diagramas explicativos. El manual también incluye un enlace que nos lleva a la sección de vídeos en la web de Next Level Racing, donde se incluyen explicaciones de montaje de sus diferentes productos… y el GT Lite no está entre ellos (¿¡!?). Me pregunto si aún no lo habrán incluido, o simplemente se les escapó ese enlace al copiar el manual del producto “hermano”, el F-GT Lite, del cual sí hay vídeos. No obstante, en el canal de youtube de Next Level Racing sí se encuentra el vídeo de montaje del GT Lite, al que podéis acceder siguiendo este enlace:

Montaje


Tanto en el manual de instrucciones como en el vídeo se explican claramente todos los pasos de montaje, por lo que no voy a describirlos uno a uno. No obstante, os comentaré algunos detalles acerca del proceso. En primer lugar, en la caja viene un destornillador para apretar todos los tornillos, que no es más que una llave tipo Allen con una punta de destornillador tallada en uno de los extremos. A mí me resultó un tanto incómodo, por lo que utilicé un destornillador normal en su lugar. Por otra parte, la alineación de los tubos en mi modelo no era la ideal. En estas imágenes podéis ver cómo quedaron los agujeros de la parte superior del asiento, y la diferencia que había en la alineación de los tubos de las patas traseras al montar mi modelo. Con un poco de pericia en el primer caso, y haciendo fuerza en el segundo (si dispones de un ayudante, como en mi caso, mejor que mejor), se consiguen alinear los tubos para introducir los tornillos.

Las barras que entran en contacto con el suelo (patas delanteras, traseras y soporte de pedal) van recubiertas de unos agarres de plástico duro, por lo que es muy recomendable utilizar una alfombra o protector para evitar dejar marcas en nuestro suelo. Una vez ensamblado el conjunto hay que montar nuestras armas para la batalla sobre el asfalto. En la caja del GT Lite se incluye tornillería para anclar nuestros dispositivos al chasis. Para esta prueba monté el conjunto de volante y pedales Logitech G29, un clásico de los iniciados en el mundillo. Al no disponer de palanca de cambio, no monté el accesorio que se incluye a tal efecto. Si además utilizas freno de mano habitualmente, tengo malas noticias para ti, porque de momento no es posible instalar ambos accesorios simultáneamente en este cockpit.

En la unión del asiento con las patas delanteras hay un rodillo de plástico, con múltiples secciones cortadas en zigzag, que son claves para el ensamblado, regulación y pliegue de este GT Lite. Estas secciones se pueden mover independientemente, regulando así los ángulos relativos de las patas delanteras, volante y palanca de cambios con el asiento. Para fijar esta sección hay un cierre en cada lado: primero se enrosca la parte roja apretando un muelle que hay en su interior, y finalmente se cierra la palanca de plástico negra. La primera vez me costó un poco mover estas secciones sin que se me abriesen por completo las patas, pero después de unas cuantas repeticiones se aprende la maniobra y se puede realizar rápidamente.

Ajustes


Voy a ser sincero: cuando desde simracer.es me plantearon la posibilidad de probarlo, era escéptico respecto a este cockpit. Simples tubos de metal, una silla del estilo de las que vemos en las playas españolas estos días… Además, yo temía especialmente por la estabilidad de la silla, y tengo razones de peso. Concretamente, 92kg de peso (y 1.91m de altura, que tampoco es medida “estándar”). Dicho todo esto, me ha sorprendido muy positivamente el cockpit de Next Level Racing. La silla de tela es cómoda, y el tejido de rejilla que tiene en la espalda evita que transpiremos en sesiones con altas temperaturas. Es una lástima que no se pueda quitar la tela para su lavado, pero entiendo que esto traería complicaciones en el diseño, y se ha buscado ajustar el coste del producto al máximo.

Hay varias opciones para regular la posición del cockpit a nuestro gusto. En primer lugar, se puede modificar la altura de las patas delanteras (con el ajuste típico de las muletas) y traseras (estas con una unión tornillo/tuerca algo más costosa de modificar). En este aspecto, las configuraciones con las patas delanteras más largas me resultaron incómodas, notaba que la barra transversal del asiento se me clavaba en los muslos. La bandeja del volante se puede regular tanto en inclinación como en profundidad. Para este último ajuste hay que cambiar los agujeros en los que se fija la placa a la barra. El rango de profundidades es amplio, y permitió tener una postura cómoda. Por último, los pedales también cuentan con dos características adaptables a nuestro gusto. El soporte se puede configurar en una posición totalmente horizontal o una ligeramente inclinada, y las placas sobre las que están atornilladas los pedales se pueden deslizar para alejarlos y acercarlos a la silla.

Para comprobar la comodidad del cockpit y su capacidad de ajustes, he sentado en el GT Lite a tres personas más, con alturas comprendidas entre 1.65m y mi 1.91m. Todos hemos encontrado una configuración que nos proporcionaba una postura cómoda. En la siguiente imagen os muestro mi postura una vez ajustado el cockpit. En mi caso, únicamente podía tener los pedales en modo completamente horizontal (al inclinarlos se me quedaban las piernas demasiado encogidas), y sin llegar estar incómodo, hubiera alejado más aún los pedales si pudiera para estirar más las piernas (el límite es el cierre que une el soporte con la barra en L del extremo).

Estabilidad


¿Y en cuanto a la estabilidad? Cumple con honores. La silla tiene un aspecto que recuerda a las típicas hamacas de playa, pero el parecido no pasa más allá de lo estético. Y esto se nota desde el momento en que uno se sienta. Las barras no hacen ningún crujido, la barra del volante es estable en todo momento y el soporte de pedales se mantiene también firme durante las frenadas, que es cuando más fuerza podemos ejercer sobre la pedalera. Dos notas para mejorar la rigidez del conjunto. Primero, no te olvides de tensar bien la cinta entre las patas delanteras y traseras del asiento. En el vídeo explicativo no incluyen esta parte, pero sí que aparece en el manual de montaje en papel, y mejora la estabilidad del asiento especialmente a medida que aumenta el peso del usuario. Y segundo, tensa la cinta de velcro entre el asiento y la barra del volante antes de cerrar sobre ti la base del volante para fijarlo más firmemente.

Evidentemente, la estabilidad del cockpit es inferior a la de uno de aluminio. La diferencia se notará cuanto mayor sea la fuerza transmitida por pedales y volante, y ésta es más o menos proporcional al precio (a pedal/volante más caro, fuerza más alta). ¿Qué hardware sería el límite para este cockpit? En este cockpit se pueden instalar sin problema los pedales de célula de carga más asequibles, como son los T-LCM de Thrustmaster o los populares Clubsport V3 de Fanatec. Más allá de estos modelos, tengo mis dudas sobre la durabilidad del soporte. En cuanto a volante, creo que todo aquello que no sea direct drive tiene cabida en el GT Lite. Quizás en los modelos punteros de Thrustmaster notes algún movimiento al hacer las típicas correcciones de volante extremas, pero nada que comprometa la estabilidad. En un vídeo del canal de youtube de Next Level Racing sugieren utilizar la cinta tensora entre las patas delanteras y la barra del volante para dotarla de más rigidez. Si puedes conseguir una adicional, y así mantienes la sujeción entre patas, mejor que mejor.

Conclusiones


Para terminar este artículo hay que hablar de una ventaja que presenta este chasis con respecto a los modelos de aluminio: la movilidad. El chasis se puede plegar en unos segundos gracias al cilindro que une asiento con patas delanteras (nuevamente, la operación parece complicada la primera vez que se hace, pero se aprende rápido), sin tener que desajustar ninguno de los aspectos que modifican la postura de conducción. Esto puede ser muy interesante para todos aquellos con poco espacio en casa, y que no puedan reservar un espacio de la casa exclusivamente para el cockpit. Sí, me podríais decir “oye, pero entonces estamos otra vez montando y desmontando…”. Pero un matiz relevante: ahora el montaje y desmontaje es una única operación, y no hay que ajustar nada. La silla estará a la altura óptima, el volante estará centrado y a la distancia correcta, los pedales también con su correcta distancia e inclinación. Creo que esto ya supone un salto importante de comodidad en la experiencia del simracing, aunque tengamos que seguir plegando y desplegando nuestra “oficina”. Y si tienes un sitio para establecer permanentemente tu cockpit, y no tienes intención de comprarte hardware de alta gama, este GT Lite representa una alternativa económica interesante con respecto a los chasis de aluminio. Repito que lo recibí para probar con escepticismo, pero me ha sorprendido satisfactoriamente en todos los aspectos, siempre teniendo en cuenta el rango en el que se encuentra este producto.

El camino del simracer es arduo, repleto de horas de entrenamiento, pequeños triunfos y grandes accidentes. Y gastos, también está lleno de gastos. Volante, pedales, palanca, chasis, asiento, PC… todo esto sin haber arrancado virtualmente nuestro bólido. Pero ojo, aunque es necesario desembolsar cierto dinero para tener unos mínimos, la relación entre el gasto y el disfrute no es lineal, es decir, gastando el triple en un volante probablemente no conseguirás el triple de diversión en tus carreras desde casa. Nos vemos en la pista.

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