La nueva normalidad

Con este lapidario título recordadonos tiempos pasados se encargan los medios de prepararnos para este nuevo paradigma social que nos disponemos a vivir. Hay muchas incertidumbres que quedan ahora sin respuesta, y cuyo verdadero significado iremos conociendo sobre la marcha.

El tiempo de confinamiento forzado y global ha creado también un panorama muy diferente en el mundo virtual. No se cual va a ser exactamente la normalidad que nos vamos a encontrar en los próximos meses en el universo simRacing. Lo que nos está deparando el confinamiento global es un crecimiento exponencial de los Esports y las actividades de ocio virtual. La llegada de pilotos, organizadores, advenedizos, novatos, curiosos y nuevos usuarios ha sido un torrente que está siendo difícil de digerir. Sabemos que algunas empresas están sufriendo para suplir la demanda de productos, que el stock está acabado y que algunos están aprovechando para pillar todo lo que pueden y más como si el mundo se acabara mañana. Extraño comportamiento desde luego, pero posible.

Las cifras de usuarios conectados en todas las plataformas baten récords casi día tras día, y algunos no descansan ni para comer, ni para dormir, ni para las necesidades fisiológicas básicas. No es extraño encontrarse con algunos realizando jornadas de 10 o 12 horas de sesiones al volante, ya sea por vicio, por aburrimiento o como excusa de entrenamiento. A los que seguimos trabajando y sin mucho tiempo en exceso no nos queda claro ni como ni porque, pero debe haber algo que se enciende en el cerebro más allá de las 2-3 horas sentado en el cockpit, un deseo masoquista (y sudado) de explorar nuevos horizontes tras las pantallas con un inagotable deseo de seguir ganando y acumulando puntos de números cuyo valor es solo imaginario.

La riada de trabajadores y estudiantes (sobretodo) sin quehaceres diarios que han aterrizado en los simuladores es gigante. Es posible que la media de edad ya estuviera bajando durante estos últimos años, donde es mucho más accesible acceder al hardware (y a lo que vale el software) que lo que fue para las generaciones anteriores, pero lo de los últimos meses parece una nueva moda. El streaming ha terminado por dominar prácticamente el 95% del contenido generado alrededor del mundillo, donde se consume rápido y sin demasiado sentimiento, muy parecido al usar y tirar de la sociedad que vivimos y donde cualquiera puede hacerlo desde casa, con la ayuda de su reputación y unas herramientas que apenas valen unas pocas decenas de euros.

Hemos recibido con los brazos abiertos a los pilotos que han recalado junto a nosotros estos días, les hemos enseñado y a su vez han compartido toda su experiencia. Algunos han demostrado cierto gusto por el simRacing, mientras que otros solo esperan el momento para volver a las pistas y dejar de luchar contra esta extraña recreación que en poco (o mucho) se parece a la realidad. La falta de tiempo, de adaptación, o simplemente defectos del propio simulador ha hecho a algunos reafirmarse a la idea de que el hobby esta inmaduro, de que la recreación es incorrecta y de que ellos estaban en lo cierto. Dejando de lado las configuraciones horribles hechas en su mayor parte por advenedizos y vendedores de humo, lo cierto es que nos sigue faltando un producto que no flaquee en algún frente. Cuando no son los contactos, son las estructuras competitivas, y cuando no es el manejo, es la información que obtenemos del coche, y si no, el sistema de sanciones y como se recrea la competición real.

Es una ocasión excelente que no hemos pedido, que no esperábamos y que se esta llevando como buenamente se puede. Sea lo que sea lo que depare el futuro, esperamos que la mayoría de usuarios vean esto como algo interesante en lo que seguir invirtiendo su tiempo y que disfruten tanto como nosotros lo hacemos, con sus pequeñas tragedias y con sus pequeñas victorias, compitiendo y aprendiendo cada día para ser mejores y seguir evolucionando junto con todos.