Scalable Link Interface: SLI. Tres siglas que llevan décadas enamorando y frustrando a partes iguales. El SLI de Nvidia (antes de 3DFX) y el Crossfire de AMD (antes de ATI) son dos tecnologías que permiten, en teoría, aumentar el rendimiento gráfico de nuestro equipo simplemente añadiendo una o varias tarjetas gráficas más. Éstas se comunican a través de un «puente» o del bus PCI Express para dotar a sus dueños de rendimiento inigualable. Al menos sobre el papel.
En el mundo real, en cambio, las cosas no son tan bonitas. Por un lado, debemos tener una placa base compatible con las tecnologías, lo cual puede suponer un sobrecoste. Tenemos también el sobrecoste obvio de tener dos o más tarjetas gráficas. Y tendremos que tener también una fuente de alimentación capaz de dar suficiente corriente de forma estable a todo el equipo. Por otro lado, y quizá más importante, no todos los juegos soportan SLI o Crossfire, y los que lo hacen casi nunca escalan al 100%. Es por eso que lo recomendable para aprovechar el dinero lo mejor posible y ahorrarnos quebraderos de cabeza es comprar la tarjeta gráfica más potente que nos permita nuestro presupuesto y ponernos a jugar.
Pero los simRacers, como sabéis, disfrutamos del sufrimiento y tenemos poco aprecio por la economía familiar. No en vano nos tiramos días configurando hasta el último detalle de nuestros simuladores, gastamos miles de euros en hardware y en juguetes para adultos, cientos de euros en coches y circuitos y pretendemos jugar con resoluciones imposibles, con pantallas triples y gafas de realidad virtual. Todo al mismo tiempo, a poder ser. Y con los gráficos al máximo. Una configuración SLI es cara, es ineficiente, requiere horas de configuración y de ninguna manera nos hará más rápidos en pista. La combinación perfecta, pues, para que nuestras mentes enfermas gocen sin fin.
Y en esa comunión, en ese nirvana simRacer nos hallábamos, cuando decidimos ponernos a responder a la pregunta del millón de una vez por todas. ¿Merece la pena el SLI para el simracing? ¿Será demasiado incluso para nosotros, expertos en tirar el dinero? Os invitamos a embarcaros con nosotros en la búsqueda de esa respuesta durante las próximas semanas, en la que probaremos el SLI en todos los simuladores actuales e intentaremos interpretar todos los datos.
Consideraciones previas
Pero primero vamos a ordenar un poco las ideas, antes de meternos de lleno en los datos y el análisis. Lo primero es determinar qué es lo que vamos a buscar, y cuál es el baremo que vamos a establecer para responder a la pregunta que encabeza este texto. Entrar a ciegas a mirar datos probablemente nos deje con más dudas que respuestas. En primer lugar, vamos a centrarnos únicamente en un SLI de alto rendimiento. ¿Por qué? Porque el rendimiento que puedan proporcionar dos 1070 o 2070 en SLI es el que ya proporcionan una 1080Ti o una 2080Ti, respectivamente. En ese caso añadir una segunda tarjeta sería, como mucho y en condiciones ideales, llegar al rendimiento de otra tarjeta existente. Aún así los datos pueden valerle a alguien que ya tenga una de esas tarjetas y se esté planteando comprar la segunda, pero no será el enfoque que buscamos ya que nos dejaría con preguntas sin responder. Buscaremos conseguir mediante SLI un rendimiento inalcanzable con una sola tarjeta gráfica, salvo quizá alguna excesivamente cara, para ver si nos ayudará con nuestra configuración de triples o de alto nivel de refresco.
Por eso vamos a ir con un SLI de GTX 1080Ti. Intentaremos de esta manera responder a dos preguntas de una vez: ¿Añadir una segunda tarjeta gráfica me va proporcionar mejora de FPS suficiente, o mejor la vendo y me compro una más potente? Podría valer para el ejemplo anterior de un dueño de una 1070 o 2070, o también para un dueño de una 1080Ti. ¿Me merece la pena comprar dos tarjetas para conseguir el rendimiento definitivo? Podría responder las dudas de alguien que quiera mejorar su PC y esté planteándose comprar directamente dos tarjetas gráficas.
Pero también hay otras consideraciones. Por ejemplo, no hace falta hacer ninguna prueba para saber que un SLI es una estupidez para alguien que tenga un i3, un i5 de la serie 6000 para atrás, un AMD FX, o incluso un Ryzen 3. Nos nos va a servir de nada añadir otra tarjeta gráfica si desde el principio estamos limitados por el rendimiento del procesador. Este tipo de configuraciones requieren procesadores capaces de generar al menos 100 FPS de media, para que ambas tarjetas gráficas se vean exigidas.
Por último, si vuestro interés es exclusivamente VR, la respuesta es que con VR no funciona el SLI. Así que nada de lo que aquí hagamos será relevante para vosotros. El software de Oculus desactiva automáticamente el SLI en cuanto arranca, y por lo que hemos podido encontrar, con Vive tampoco funciona. Es un misterio si el nuevo Valve Index soportará SLI pero no disponemos de uno para probar. Por tanto en lo que a esta valoración respecta, comprar una segunda tarjeta gráfica para VR es directamente tirar el dinero.
Siguiendo esas pautas, y teniendo en cuenta las limitaciones de hardware de quien aquí os escribe, se han desarrollado los siguientes test:
- Prueba a 1080p: determinará si podemos usar un SLI para una configuración 1080p a 240Hz, mostrará las limitaciones de nuestro procesador, y ayudará a aquellos con gráficas de la serie 70 a decidir, comparando con su propio rendimiento, si duplicarlas les reportará algún beneficio.
- Prueba a 1440p: determinará si podemos usar un SLI para una configuración 1440p a 120 o 144Hz y ayudará a aquellos con gráficas de las serie 80 a decidir si duplicarlas les reportará algún beneficio.
- Prueba a 4K DSR: determinará si podemos usar un SLI para 4K ultra a 60Hz o más, si podemos usar triple 1080p a 60Hz, y lo que podríamos esperar de 1440p triple, en comparación con una única tarjeta.
- Pruebas para todas las resoluciones en inicio de carrera, con todos lo coches juntos aún, y en una sesión de práctica con 30 oponentes, pero espaciados. A su vez, cada escenario se ha probado desde la cámara del cockpit y la exterior de TV. De esta forma podremos probar el peor escenario posible: una salida con 30 coches pegados, y un escenario común; con 30 coches en pista pero espaciados. La cámara de cockpit obviamente se centrará en evaluar la jugabilidad, mientras que la de TV mostrará una experiencia, para los que disfruten viendo repeticiones o carreras de otra gente.
- Todas las pruebas se realizarán con los gráficos al máximo en todos los apartados. Esto es así porque queremos que las tarjetas gráficas sean el cuello de botella, y así poder medir bien el impacto de tener dos. Obviamente, luego se podrían ajustar algunos efectos que no son necesarios para mejorar la experiencia, pero a efectos de esta prueba intentaremos ponerle la carga más absurda que podamos a nuestras tarjetas gráficas.
Número de píxeles con los que haremos haremos estimaciones
Por desgracia, un servidor no dispone de hardware ilimitado con el que hacer pruebas. En estos momentos disponemos de un monitor AOC 1440p de 144Hz. Mediante cambios de resolución y extrapolación de datos, podremos hacer una estimación del rendimiento en triples, pero no podremos comprobarlo. Si alguien tiene una configuración parecida a la que aquí usaremos, con triples, y quiere echarnos una mano, se lo agradeceremos enormemente. La comparación de píxeles será la siguiente:
- 1080p: 2.073.600 píxeles
- 1440p: 3.868.400 píxeles
- Tripe 1080p: 6.220.800 píxeles
- 4K: 8.294.400 píxeles
- Triple 1440p: 11.059.200 píxeles
Equipo de pruebas
- Core i7 7700K @ 5GHz
- Asus TUF Z270 Mark II
- 24GB Corsair Vengeance LPX 3000 MHz RAM
- 2x Asus Strix 1080Ti OC 11GB GDDR5X
- AOC Agon 1440p 144Hz Freesync
- Nvidia driver 436.30
Evaluación del rendimiento
El rendimiento lo evaluaremos como positivo si supera o iguala el desembolso extra que supone el SLI, o si mejora los resultados de una 2080Ti por el mismo precio, y negativo cuando no lo supere o lo empeore. Cada cual deberá sopesar sus gastos frente al rendimiento para sacar sus propias conclusiones, que pueden diferir de las nuestras.
Por ejemplo, nuestra segunda 1080Ti supuso un desembolso de 400€, lo que supone un 50% del precio de una 1080Ti nueva. Resultados que igualen o superen el 50% de ganancia serán tratados como positivos, por defecto. Asimismo, el coste total de ambas en nuestro caso es de 1200€ (800€ por una en 2017, y 400€ por la segunda en 2019). Teniendo en cuenta que una 2080Ti de Asus cuesta en torno a 1300€ y es un 30% más rápida que una 1080Ti, un resultado que ronde el 40% de ganancia también será positivo, ya que nos proporcionará más FPS por el mismo precio. Recordamos una vez más que el rendimiento en VR no será tomado en cuenta, ya que invalida el SLI.
Un caso distinto sería alguien que esté pensando en comprase dos 2080, de rendimiento casi idéntico a las 1080Ti. En ese caso el desembolso de 1600€ tendrá que, como mínimo, reportar un 60% de ganancia respecto al rendimiento de una sola, o será mejor comprar una 2080Ti. Por eso hacemos hincapié en que cada lector tendrá que comparar nuestros datos con su desembolso antes de decidir nada.
La hipótesis de dos 2080Ti en SLI no la tomaremos en cuenta, primero porque no disponemos de ellas, y segundo porque si ya comprar una apenas justifica el atraco a mano armada de Nvidia, sería preferible quemar el dinero antes que comprar dos por 2600€ para en el mejor de los casos terminar con el doble de rendimiento que con una 2080 o 1080Ti. Estaríamos hablando de pagar un 200% más por una ganancia de entre un 90% y un 110%. O lo que es lo mismo, tirar 850€, o más, a la basura.
Todo preparado, pues, para empezar con las pruebas. Primera parada: rFactor 2. Veremos si la cosa empieza con buen pie.
Serie completa:
1- SLI para simracing: ¿merece la pena?
2- SLI para simracing: rFactor 2