Han sido finalmente unos meses para esta segunda parte del análisis de los pedales de DC Simracing. Llega esta segunda toma de contacto por un nuevo usuario de la mano de nuestro colaborador Víctor M. La primera parte se puede leer pulsando aquí.
Me considero un simracer un tanto atípico. Disfruto el mundo de la carreras virtuales pero no tengo esa pasión desmedida que puede haber en otras personas. En mi caso todo empezó con un código promocional canjeable por una suscripción gratuita de 3 meses en Iracing que me dieron en una feria de Simracing en Nürburgring. Desde entonces tampoco es que haya sido muy regular, he ido intercalando épocas de participaciones completas en distintas series con abandono absoluto, normalmente coincidiendo con la llegada del buen tiempo.
Pero como todo hijo de vecino que dedica más o menos tiempo a algo, una de las principales motivaciones es intentar mejorar, aunque sea poco en mi caso. ¿Por dónde empezar? Tales dudas existenciales me llevan a preguntar siempre a los amigos de VRacingTeam, de los cuales esta página esta llena de análisis y valoraciones de todo pelaje. La conversación, si no recuerdo mal, debió ser algo tal que así:
– Oye, ¿qué creéis que sería lo siguiente que debería hacer para mejorar tiempos e ir algo mas seguro en…
– Podrías empezar por mejorar tus horribles trazadas o dejar de darte con los mur…
– Ya, entiendo y algo más rollo Hardware
– Pedales
Ya escribí mis impresiones sobre dos «artículos» previos para simracer: uno de los GTEye para los pedales del G27 y otro el cockpit de EVO de SimLab. Así que parece la evolución lógica que teniendo un cockpit de aluminio en medio de la habitación, igual habría que exigirle algo más, algo que pudiera poner a prueba su integridad estructural más allá de unos pedales de un G27 (por mucho muelle chetado que lleven).
Lo primero agradecer (después de 3 párrafos, je) a los chicos de DC Simracing que han tenido la amabilidad de facilitarnos una pedalera DC1 para poder trastear con ella. Hemos decidido dividir en dos partes, una realizada por un experto como M. Vila desde un punto de vista más técnico y otro hecho por mi, un autentico novato que escribe para novatos.
Embalaje
Al abrir la caja nos encontramos con mucho material protector alrededor de unos pedales de acero inoxidable que de por si ya parecen muy robustos. Los pedales están ensamblados sobre una placa de acero de 6mm de espesor. El conjunto en si es bastante más pesado que los del G27. Los acabados y los cortes son muy limpios, sin irregularidades que pudieran provocar cortes.
Montaje
El conjunto viene en una base ya montado. Nos comprometimos a hacer una review sin embrague y si M. Vila suspiró de alivio por tener todo ya atornillado, yo puedo decir lo mismo de encontrarme «sólo» 2 pedales. Juro haber intentado usar el embrague del glorioso G27 en la Global Mazda Mx5 con terribles resultados, alcanzando un nivel de frustración demasiado alto.
Además se nos proporcionan en una bolsita todos los elementos necesarios para atornillar la base de la pedalera al cockpit con tornillos y espaciadores. También un par extra de elastómeros extra duros para su análisis.
Descarga de SW y calibración de los pedales
Nos sentamos en el cockpit y lo primero que hacemos es descargarnos el software propio de DC Simracing para la calibración de los pedales. Tanto el la interfaz como el proceso en si son bastante simples e intuitivos.
En el software se puede aplicar zonas muertas de comienzo y final, guardar perfiles y aplicarlos y también definir las curvas y como establecer un patrón 100% personalizado a la presión aplicada. En mi caso al no ser un piloto avanzado, me dispongo a usarlo por defecto.
Sensaciones Acelerador
Una vez terminado con las tediosas tareas de montaje y calibración, nos sentamos en el cockpit para empezar a hacer lo que más nos gusta; dar vueltas. Nada mas salir del Box virtual me doy cuenta que el acelerador está algo más duro que su antecesor, tampoco mucho más, pero algo de diferencia si se nota.
Pese a que en cualquier circuito (que no sea Jefferson reverse) tenemos que ir con el pie en el acelerador la mayor parte del tiempo, no he notado síntomas de fatiga extra. Donde si he notado una gran diferencia es en el recorrido del mismo, más amplio, lo cual permite modular mejor en las entradas y salidas de curvas. Tras la enésima vuelta me empiezo a preguntar si tal vez este nuevo acelerador me permitiría probar suerte en monoplazas, coches donde hay que tener una precisión cuasi quirúrgica con el acelerador si no se quiere terminar trompeando, mi gran afición, o directamente en el muro…
Probablemente no sea mi momento aún, pero las buenas sensaciones dejan entrever una esperanza en el horizonte. En resumen, más controlable y por lo tanto más seguro.
Sensaciones freno
Empecemos con lo malo; la adaptación. Siempre me he sentado en el simulador con unos simples calcetines. ¿Quiero correr? Me quito las pantuflas y al lío. Ahora esto sólo es posible en mis suenos. El freno tiene una célula de carga de 60kg, hay monstruos por ahí fuera con 100kg o más, pero aún así, si no quiero terminar con una fascitis plantar de caballo o unas heridas sólo alcanzables tras correr descalzo por un pasillo anegado de piezas de Lego, es recomendable ponerse una zapatillas. Podría hacer como algún conocido que únicamente se calza zapatilla del pie izquierdo, pero hasta mi vaguería tiene unos límites.
La primera impresión que tuve del freno fue, esto está muy duro (siempre poniendo en perspectiva de donde veníamos) para mí. Y en pista la cosa es todavía peor, no hay termino medio, o entro pasado en todas las curvas o bloqueo. ¿Qué pasa? Si estoy frenando como siempre, igual esto no es para mi, yo estaba feliz con mis muelles… Y ese es el problema y al mismo tiempo la bendición, ya no podemos frenar igual. Pienso, si voy a seguir haciendo el clásico pisotón me daría igual volver a poner los pedales del G27…
Según se va acostumbrando la pierna las frenadas empiezan a ser más limpias y progresivas. La entrada en curva se suaviza y utilizo en mi favor la información que me transmite el pedal cada vez que aplico presión. Esto me permite controlar el coche todo lo bien que lo puede controlar un auténtico novato como yo. No voy a negar que hay que estar trasteando configuraciones un tiempo hasta que se encuentra el tacto con el que te encuentras a gusto, pero una vez das con la tecla y encuentras ese punto dulce es un disfrute constante.
Una vez me reconcilio de nuevo con el freno y el asfalto en general, procedo a cambiar los elastómeros que traen por defecto los pedales por los extra-duros que DC Simracing ha tenido a bien mandarnos. Vuelta a la casilla 1, o puede que más abajo incluso. Tardo en acostumbrarme, pero el feedback me encanta. Como ya dijo M. Vila es ponerlos y no quitarlos. Me pregunto si para verano tendré un gemelo izquierdo cual legionario romano…
Conclusión final
En general las sensaciones que he tenido de los DC1 han sido muy satisfactorias, especialmente impresionado con las el tacto y feedback transmitido por el pedal del freno, tanto con el conjunto de elastómeros que viene de fábrica como con el conjunto de extra-duros que se puede comprar de forma adicional por 30 euros.
En cuanto a pedaleras, ahí fuera hay mucha variedad y alguna que otra obra de arte ingenieril, pero que se mueven en rangos de precios completamente diferentes. Si lo que buscáis es una mejora sustancial con algo que se posicione entre unos pedales de iniciación, como pueden ser los del G27 o similares, a unos de unos muchos cientos de euros, los DC1 serían una recomendación y una apuesta segura.
Se pueden encontrar por 248 euros en su web y en los distribuidores autorizados.