F1 2018: análisis desde la perspectiva simRacer

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Llega tarde, sí, pero aquí la tenemos. F1 2018 es el último de una larga serie de simcades de Codemasters centrados en el Gran Circo, y único juego con licencia de Fórmula 1. Siendo conscientes de que ya hay infinidad de análisis de este juego, queríamos hacer uno desde el punto de vista del simRacer, acostumbrado a títulos como iRacing, rFactor 2 y Assetto Corsa, y ver si el producto de Codemasters merece un hueco en nuestra biblioteca. ¿La respuesta? Probablemente no, pero vamos a ver qué es lo que nos ofrece.

En los meses anteriores al lanzamiento, Codemasters hizo hincapié en que para la versión de este año se habían hecho grandes avances en el aspecto de la simulación. Si bien no podemos comparar con las versiones anteriores, ya que no las hemos cubierto, podemos afirmar que los coches tienen un manejo suficientemente realista. La palabra clave aquí es suficientemente, ya que aunque con todas la ayudas quitadas los coches no permiten abusos descarados, son generalmente muy permisivos con un volante y pedales. De todas formas, todos los posibles avances y realismo presentes se ven mitigados por un FFB muy malo, que da poquísima información. Es muy complicado entender qué está pasando con el coche al acercarse al límite, ya que cuando se pierde agarre parece que el coche está flotando sobre la pista, en vez de en contacto con ella. Este problema es especialmente notable con algunos de los coches históricos, que deslizan constantemente y dejan al jugador sin información de lo que está pasando.

Y es que F1 2018 es un juego creado para consolas, y después, adaptado al PC. Esto es aparente desde el primer momento, cuando al llegar al menú principal se nos indica que pulsemos el botón 18 de nuestro volante para continuar. Si decidimos usar el teclado, los mensajes cambiarán y mostrarán teclas, pero cada vez que iniciemos el juego, y muchas veces durante los cambios de sesión, volverán a aparecer números de botones. F1 2018 no incluye soporte para ratón, sino que se espera que el jugador tenga el teclado a mano para ir cambiando de pestañas en los menús y seleccionando opciones. Es evidente que este sistema está creado para los botones posteriores de los mandos de consola, donde es cómodo, y que no se han tomado la molestia de adaptarlo a los usuarios de ordenador. Algunos otros signos de este carácter consolero son la ausencia, un año más, de soporte para VR, así como de triple pantalla de forma nativa. Se puede jugar con triple pantalla, pero será una única imagen alargada en vez de tres debidamente ajustadas. En general, F1 2018 hace muy poco por esconder que su público son los jugadores casuales de consola, y que su versión para PC es sólo una de las cosas que tachar de la lista de quehaceres.

Y es una pena, porque si somos capaces de obviar esos problemas mencionados, veremos que debajo hay un juego de F1 muy sólido. El modo carrera es sin lugar a dudas el plato fuerte de F1 2018, donde podemos crearnos un piloto y comenzar el ascenso hacia la gloria de la F1. Contratos con los equipos, objetivos a cumplir, batallas con los compañeros, entrevistas y ruedas de prensa, mejoras para los coches y gestión de las piezas durante la temporada son algunas de las cosas que podremos disfrutar. Hacerlo bien con tu equipo llamará la atención de los rivales, pudiendo recibir ofertas para correr en equipos más potentes y lo que respondamos a la prensa nos abrirá o cerrará caminos dependiendo de lo que éstos valoren en sus pilotos. Lo que opinemos sobre el coche mejorará o empeorará la moral de los departamentos de desarrollo y con ello las evoluciones a lo largo de la temporada. También debemos gestionar los neumáticos durante el fin de semana si queremos tener suficientes juegos para afrontar la clasificación con garantías, y debemos tener cuidado con no forzar las piezas ya que algunas están muy restringidas e incurriremos en sanciones si nos quedamos sin ellas. Los setups, quizá algo flojos para los que venimos de simuladores más puristas, tienen un buen balance entre accesibles para el público en general y útiles para los usuarios avanzados. Y también están las glorias históricas de la F1, coches que marcaron época que podremos conducir sin coste adicional. Es un placer tener un juego de coches con tanta profundidad e inmersión, y se debe felicitar a Codemasters por ello.

Pero no todo son luces en ese apartado (el de la inmersión), ya que tanto los gráficos como los sonidos tienen bastantes cosas por mejorar. El apartado gráfico es generalmente bueno, con muy buena iluminación y texturas, circuitos detallados y coches modelados con esmero, pero las animaciones de las personas y sus modelos son horrendos. Ningún humano en F1 2018 se mueve como tal, sino que parecen robots con apenas algunos puntos flexibles haciendo movimientos para los que no fueron diseñados. Las caras de algunos pilotos dan el pego, pero otras son irreconocibles y todas están carentes de vida. Es una pena clavar la inmersión durante todo el fin de semana para asistir a una celebración de podio que parece sacada de un videojuego de 2006. Otro problema, dada la importancia de las entrevistas y conversaciones con ingenieros y representantes de equipos, es la sincronía de los labios con el audio. Voz y movimiento facial son completos extraños en F1 2018, donde es posible que un personaje hable sin mover los labios, o los mueva sin emitir sonido. Eso, claro, cuando funciona, porque hemos sido incapaces de oír los comentarios televisivos en nuestro PC de pruebas, y algunas de las entrevistas han sido completamente mudas, con la reportera moviendo los labios sin generar ningún sonido. Hablamos, por cierto, de la versión 1.10, no de una beta o incluso la versión de lanzamiento, sino de dos meses de desarrollo posterior a su debut.

Las pruebas de rendimiento nos vuelven a recordar que estamos ante un juego de consola, ya que el juego no acepta perfiles de DSR o Supersampling. Por tanto, no hemos podido probar el rendimiento a 4K en nuestra pantalla 1080p, como permiten la gran mayoría de juegos de PC. La opción de benchmark incorporada no es una escena definida, como por ejemplo en Assetto Corsa, sino que es una carrera de la IA en la que ocurren cosas distintas cada vez que se prueba, dificultando la comparación de resultados. Aún así, hemos observado muy buen rendimiento general, si bien hay algunas caídas e incluso parones que pueden ocasionar algún problema. El PC de test es el siguiente:

  • Intel Core i7 7700K 4.4GHz, OC a 4.9GHz
  • 24Gb Corsair Vengeance LPX DDR4 3000 MHz
  • Asus Strix GTX 1080ti 11GB GDDR5X

Las pruebas consistieron en una vuelta en modo benchmark en Mónaco, tanto en tiempo soleado como lluvioso, y en configuración de serie y overclockeada.

Se puede observar que a 1080p el cuello de botella está en el procesador, como era de esperar con una 1080ti, y el overclock nos da una mejora de FPS notable. Aún así, el uso de VRAM ronda los 5,5 GB en configuración máxima, por lo que los que tengáis menos de 6GB de VRAM en vuestra tarjeta gráfica deberéis bajar detalles para evitar pérdida de rendimiento. El uso de RAM está en torno a 7,5 GB. Recomendamos, por tanto, tener como mínimo 12 instalados para dejar algo de margen al sistema operativo y posibles programas cargados en segundo plano.

Por último, nos queda hablar del multijugador. F1 2018 tiene tres modos online. El primero son carreras con ranking, en las que ganar y hacerlo limpiamente aumenta nuestro rating. El segundo son carreras sin ranking, para la gente que simplemente quiera correr sin preocupaciones. El tercero son los campeonatos online, en los que nos podemos apuntar a un campeonato completo con gente de todo el mundo. No hemos tenido tiempo para probar el tercero como se merece, pero los dos primeros son decepcionantes para un simRacer de PC. El modo ranking, al menos en los niveles bajos donde se empieza, es un desierto en el que con suerte hay 5 o 6 personas en el lobby. La mitad de ellos abandonan si no se elige el circuito que ellos quieren en la votación previa  la carrera, y de los que quedan raro es cuando alguno no abandona al ver que la carrera es de 3, o cuando se cuela en alguna curva durante la carrera. El modo sin ranking es un hervidero de accidentes, empujones, y de todo lo que no tenga nada que ver con el respeto. Era de esperar, y para eso está ese modo, pero al no tener servidores dedicados las opciones de los simRacers serios se diluyen. Un modo que sí funciona bien es el de Time Trial, en el que podemos dar vueltas y entrar en una clasificación global. Aquí es donde se ve que la mayoría de los jugadores son casuales, ya que en sólo 7 vueltas consecutivas a Mónaco hemos conseguido clasificarnos terceros con el Ferrari de 1995, y hablamos de una clasificación mundial. El primero está a un segundo y utiliza ayudas, lo que indica que el público al que se dirige Codemasters no es el de simRacer serio con hardware de primer nivel y semanas de entrenamiento, sino a aficionados a la F1 de todos los niveles.

Es, por tanto, muy difícil recomendar F1 2018 desde un punto de vista simRacer de PC, y más a un precio de 54,99€. F1 2018 es un juego para sumergirse de lleno en el mundillo de la F1 y construirse una carrera desde abajo, preferiblemente jugado con mando y en consola, y con conducción realista, pero sin excesos. En eso no tiene igual. Sin embargo, si lo que queréis es un simulador realista, con buenas sensaciones, opciones y carreras online, haréis mejor en mirar hacia otro lado. Con RaceRoom, Assetto Corsa, rFactor 2, AMS e iRacing, y con ACC y GTR3 en desarrollo, opciones no os van a faltar.

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