La Hiper-Realidad del Simracing y por qué no eres un piloto de verdad

Más leídas

Cuando pensamos en una simulación, pensamos siempre en términos tecnológicos. Estamos, yéndonos a la mayor, creando una representación lo más fiel posible del contexto exacto de realidad que nos hemos propuesto simular. Hace ya unos cuantos años un tipo francés llamado Baudrillard dijo que simulamos cosas que «en realidad nunca existieron», algo que denominó como «Hiper-realidad». Eso, en filosofía, también se llama Simulacra, el hacer desaparecer la realidad pero enmascarar al mismo tiempo esa desaparición; en otras palabras, no ver la realidad y a la vez, pensar que estás en «otra». Eso explica, creo, el desastre que viví ayer en la curva cinco de Road America y también serviría de ejemplo para el resto de nuestras experiencias en cualquier simulador de simracing.

Hacía un mes que no me sentaba en el simulador. Porque no todo es tener tiempo, sino que las batallas del día a día no terminen con las ganas de hacer algo más que llegar a casa y usar esas fuerzas para sentarse a ver un par de series mientras te cuelga la baba de la boca. Como fuera, encendí el simulador y durante un par de días practiqué con el nuevo Formula Light hasta que los tiempos dieron algo menos de vergüenza ajena. Estaba ya dispuesto a entrar en carrera. No para ganar, ni mucho menos, pero sí para disfrutar de este hobby.

Como bien dijo Baudrillard, en el simracing no estamos simulando la realidad, sino una hiper-realidad que en verdad, jamás ha existido más allá de nuestra imaginación, de nuestros anhelos o peor aún, de nuestras fantasías erotico-festivas donde siempre somos los héroes que lo ganamos todo. Porque la mayoría de nosotros, de subirnos a un coche de carreras de verdad con más caballos que en la batalla de Waterloo, vomitaríamos toda la osadía con tan solo apretarnos los cinturones de seguridad. Ni siquiera habríamos salido a pista antes de hacernos algo caliente encima. Un Formula, por muy light que sea, por muy F3, F4 o incluso muy Vee que sea, es una máquina infernal que requiere una mente y un cuerpo acorde. Por no decir lo que ahora se llama «expertise» pero que siempre ha sido el «saber hacer». Ser un piloto real, vaya, no un tipo de medio barriguita agarrado a un volante a las cinco de la tarde después haberse comido un plato de macarrones.

Cualquier simulador de carreras normal, de esos que se tienen en casa, trasladan cierta información de lo que «a priori» sería algo más o menos fiel a determinadas situaciones básicas. Si aceleras, el coche se mueve hacia adelante. Si frenas, algo debería intentar detenerse. El resto de matemáticas, más o menos complicadas y más o menos curradas según el simulador, son un juego de magia. El caso es que, aunque lo deseemos con todas las fuerzas, ni iRacing ni Asetto ni ningún otro software es capaz de simular la realidad tal y como es porque hay una cantidad de factores imposibles de simular salvo que te gastes en hardware el presupuesto anual de un taller de coches. Y ni aún así.

Lo ocurrido en la curva cinco de Road America con el Light es lo normal y lo esperado. Veinte humanos sentados en casa, simulando que estamos a los mandos de unos cacharros imposibles, haciendo lo posible por mantenerse en pista sin matarse uno y sin matar a los demás. Fue, en el mejor de los casos, un desastre anunciado. Salvo los tres primeros, el resto terminó haciendo cosas con el coche que el fabricante no aconseja, y muchos de nosotros concluimos la carrera ahí mismo, minuto y treinta segundos después de haberse dado la salida.

Me sigue sorprendiendo que me sorprenda. Y me sorprende aún más que se sorprenda el resto de parrilla y se insulte y se llore y se jure venganza alzando el puño a los cielos de los circuitos. La realidad, la de verdad, es muy puñetera: no tenemos nivel para conducir cacharros de estos. Nunca lo vamos a tener. De los 24 que empezamos, 22 eran clase A. Eran lo más de lo más. Luego estábamos 2 pringaos con clase C. En la vida real y no en la «hiper-realidad» del simracing, esa clase A garantizaría muchas cosas. A saber, confianza, profesionalidad, carácter, anticipación, fuerza mental… un cúmulo de propiedades que habría que ganarse en el tiempo y que certificarían que al salir a pista, tendrías tanto o más temple que el de al lado. En resumidas cuentas, serías un auténtico profesional de la conducción.

El desastre de curva en Road America sacó los colores a los simuladores en general y a los simracers de medio pelo en particular. No. Ni vas a ser Verstappen ni eres el campeón que desde pequeño te dice tu madre que eres. Solamente -y ya es mucho- eres una persona que se ha sentado varias tardes delante de una pantalla o visor virtual (sobre todo pantalla), y crees que porque un videojuego ha decidido darte un carnet A, eso te hace un piloto capaz de saltar de coche, de circuito y de categoría igual que un trapecista del Circo de Sol.

Alguno os daréis por aludidos y diréis que no. Que llegado el caso, si tuvierais la oportunidad de sentaros en un Formula 1, estaríais, cuanto menos, luchando a mitad de parrilla. El problema de eso, que representa al 90% de los conductores de simracing, es que ese escenario «wishfull thinking» tiene que casar con que de las últimas 10 carreras solamente hayas terminado 7 y que de esas que te quedaste fuera, por supuesto fue por culpa de los demás y no tuya. Eres lo que en jerga militar se denomina «daño colateral», estuviste justo en el lugar que no debías y en el momento más inoportuno. De haber sido diferente, habrías ganado.

Y un cojón.

El sentarse delante de un bólido y ser un piloto impecable, requiere de una destreza a desarrollar durante años. Una confianza que te tienes que ganar porque si no, el fabricante o la escudería te mandarían al punto limpio junto a los restos del enésimo coche que hubieras destrozado. Y seguro que tus compañeros a los que les has dado por delante, por detrás, en medio del apex o en la frenada, te habrían sugerido que te dedicaras a la pesca del cangrejo porque se te daría mejor ese deporte que jugar a los bolos en el circuito.

Baudrillard era un maestro. Sabía que aunque fuera una simulación, hay una realidad que no existe en la cual estamos flotando pero en la que nos creemos participes. Por esa razón, el simracing va a ser imposible de arreglar. Nunca. La simulación de carreras solo va a simular la técnica, los frenos, los pesos, el agarre de las ruedas, pero no va a simular la colleja real de ser un irresponsable, de creerse la osadía de poder pilotar un pepino a trescientos por hora en una chicane y rodeado de coches cuando en la vida real no pones ni el intermitente al salir de una rotonda. El 90% de los simraceros no estamos preparados ni para la hiper-realidad ni para la realidad. Porque para ambos, habría que entrenar muy duro y aprender rodeado de profesionales, habría que tener la mente centrada y conocer la mecánica del vehículo como si la hubieras parido de cero. Lo que viene a ser convertirse en un Piloto.

Lo demás, lo que hacemos casi todos, es jugar a sentirse un piloto. Es salir a pista dando bandazos intelectuales a diestro y siniestro. Es no terminar carreras y hacerle daño «virtual» a otros. Es recibir tortazos inesperados porque nos falta tanto bagaje como nos sobra osadía. A nuestro nivel la pregunta no es «¿cuántas vueltas dura la carrera?» sino «¿cuántas curvas seremos capaces de dar sin partirnos la crisma?»

Termino pensando en algo que seguro que nos diría el bueno de Baudrillard: si queréis simular que sois algo, empezad por simular la responsabilidad de serlo, cojones. La Hiper-Realidad también va de eso y no solo de la tecnología.

Más noticias

5 COMENTARIOS

  1. Gracias Oscar por este tipo de artículo, aquí, en esta comunidad, y en otras en las que participas. Como siempre,… o casi siempre,… aciertas con el mensaje y con su redacción. Por desgracia, vivimos tiempos realmente «interesantes», donde todo pasa demasiado deprisa, y el tiempo se convierte en el recurso más valioso, pero al mismo tiempo, es el recurso que peor gestionamos, porque apenas dedicamos pequeñas porciones de ese tiempo a cuestiones tan constructivas y necesarias como la «reflexión» o la «autocrítica».

    Y hablando de tiempo libre, entiendo que ese también es el principal motivo de la ausencia de aquellos divertidos y amenos programas de simracer. De vez en cuando, me revisiono alguno de esos vídeos antiguos,… para echarme algunas risas y para volver a tomar algunas notas sobre consejos para ser «mejor piloto… y persona».

    En fin, gracias una vez más, y… paciencia, ya vendrán tiempos mejores, tiempos más sensatos y responsables, donde haya también más huecos para retomar esos programas,… o eso espero.

  2. Tienes más razón que un santo.

    Llevaba más de 11 años fuera del simracing (cuando ni se le llamaba así) y ahora que vuelvo, me encuentro con los mismos problemas de siempre. Gente que se cree que puede competir con Alonso o Sainz (padre o hijo) sólo porque «corre»en un simulador.

    Ahora estoy mucho en LFM y no hay carrera en la que no esquive una media de tres accidentes en la primera vuelta. Y raro es el día en que no me atizan por detrás y me sacan de pista. Todo el mundo mete el morro en cualquier curva, nadie colabora para coger a los de delante, nadie entiende que, si te adelanta otro, no eres menos hombre (o mujer). Pero esto es lo que hay. Nos guste o no.

    Claro que una posible explicación a todo esto es que, como muchos peinamos canas, nos pensamos que detrás de cada coche hay una otro adulto con experiencia, con paciencia, con capacidad de análisis y cuyo comportamiento no está tan influenciado por las hormonas. Pero la realidad es que posiblemente se trate de un adolescente (con todos mis respetos a ellos/as) o incluso un niño/a, sin experiencia y escasa o nula capacidad de ver más allá de la siguiente curva o coche.

    ¿Y a nosotros qué nos tocará? Pues o bien abandonamos este maravilloso hobby o bien aprender a ver venir los problemas e intentar esquivarlos como buenamente podamos.

    Un saludo Oscar y a ver si hacéis más vídeos que nos tenéis abandonados!! jejeje.

  3. Gran parte del artículo te lo compro pero después veo los pilotos reales y… son más parecidos a nosotrosde lo q supones por ejemplo las 24h d lemans en la segunda curva un Toyota entre a cascoporro, en fin….

  4. Qué buen artículo Óscar y escrito con buen talante.
    Me uno a los comentarios de que echamos de menos ésos magníficos vídeos semanales sobre el hobby que compartimos…

Dejar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias