Offtrack: Análisis de Microsoft Flight Simulator 2020

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Romper con la rutina de vez en cuando es algo tan necesario como el comer o el dormir. Pasa con el trabajo, pasa con las compañías y pasa con el ocio. Tanto cockpit y tantas curvas, trazadas, datos y entrenamientos que vemos algo completamente diferente y queremos saltar a ello simplemente por el gusto de poder hacerlo.

Es bien conocido que todos los locos de la simulación automovilística juguetean y hacen sus pinitos con la simulación aeronáutica de tanto en cuando. Con mayor o con menor fortuna y con mayor o menor dedicación, pero parece que manejar máquinas complejas es algo que nos atrae mucho como para dejar pasar un lanzamiento como este Microsoft Flight Simulator 2020.

De unos meses a esta parte se han ido viendo y conociendo más detalles de esta revolucionaria entrega que tiene varias particularidades que la sitúan en una categoría diferente a los títulos tradicionales que hasta ahora habían marcado la pauta, siendo los títulos de la saga X-Plane los más conocidos en los últimos años, pero debemos recordar que Microsoft Flight Simulator fue el primer simulador comercial lanzado al público por allá en 1982. Microsoft ha decidido echar la casa por la ventana en la integración de varios de sus servicios con esta edición 2020 y ha impuesto un listón terriblemente alto para el resto de desarrolladores. El empuje de una empresa de este tamaño tiene consecuencias reales en las mejoras sufridas por un simulador de este tipo, que gracias al uso de servicios como los mapas por satélite de Bing, el uso de servicios en la nube como Azure o la misma disponibilidad del simulador mediante servicios de suscripción como Xbox Game Pass.

Estamos hablando de que hasta ahora podríamos tener simuladores especialmente realistas cuando surcábamos los cielos o ciudades contadas con los dedos de una mano, pero el resto de núcleos urbanos o rurales carecían de parecido o similitud, haciendo que todo el trabajo se perdiera. Eran necesarios muchos teras (y dinero, ya que muchas de esas mejoras eran y son de pago) para mapear zonas enteras a una calidad adecuada, y nunca se lograba superar ese punto de pensar, «aún falta mucho» para ver un producto redondo.

La integración de Bing Maps y el trabajo de Asobo ha permitido que hasta lugares remotos puedan contar con edificios en 3D, con una representación más o menos acertada de sus entornos y de alguno de sus monumentos. Y lo mejor es que todo esto está en continua evolución ya que los datos vienen a través de los servicios en la nube de Azure de Microsoft, por lo que todo puede mejorar en los próximos meses.

A nivel gráfico estamos sin duda ante un paquete espectacular que pone a prueba nuestros equipos con un despliegue de efectos de luces, sombras, manchas, efectos de distorsión, condensación y cualquier cosa que se os pueda ocurrir. Evidentemente hay elementos a nivel de suelo que no pueden ser cubiertos con tanta verosimilitud como si el mapeado fuera el del GTA, pero los aeropuertos, los aviones y todo lo que incluye el contenido de las diversas ediciones esta más que pulido. Aunque los más puristas y apegados a estos simuladores echan en falta una gran cantidad de aeropuertos hechos a mano, que poco a poco irán llegando como contenido extra, gratuito o pago, tanto por Microsoft o por desarrolladores externos.

La instalación de la edición básica consume unas 90 GB de espacio en disco que se amplían hasta las algo más de 120 GB de la edición premium. Sobre la idoneidad de cada una, casi decir que lo mejor que podéis hacer es daros de alta en Xbox Game Pass por 1 euro el primer mes (1 dólar o menos en Iberoamérica) y comprobar por vosotros mismos si tenéis suficiente. Permitir que un titulo como este sea parte del catalogo de Xbox Game Pass con estas ofertas es algo maravilloso y prácticamente un regalo por parte de Microsoft, por lo que no podemos más que aplaudir la decisión.

Dentro del simulador podemos establecer las condiciones necesarias para que el simulador refleje todos los datos reales que necesitamos para convertir esto en el tema más serio posible (con tráfico y climatología en tiempo real si es necesario) pero es que además permite que aquellos novatos que no han tenido contacto con un avión hasta ahora, sientan en sus propias carnes lo fácil o difícil que es llevar un avión. Con tutoriales y opciones para personalizar la experiencia es más sencillo que nunca encontrar el punto ideal donde sentirse a gusto y dedicarse a visitar sitios o simplemente volar siguiendo rutas y conseguir el aterrizaje perfecto. También podéis seguir la evolución de fenómenos climatologías en tiempo real como el huracán Laura o el tifón Haishen y ver como se sienten desde la cabina de una aeronave.

Sin embargo, cabe mencionar que la opción de tiempo real a día de hoy tiene fallos sobre todo con la aplicación de los vientos, siendo este en muchas ocasiones el mismo y constante haga el tiempo que haga e incluso en diferentes alturas. Este fallo desaparece si aplicamos un tiempo específico, como puede ser una tormenta, en ese momento podemos comprobar de lo que es capaz este nuevo sistema meteorológico, sin duda una de las mejores características del simulador. A su vez, disponemos de un sistema de fallos programable en el cual podemos aplicar un fallo de casi cualquier sistema en un tiempo específico del vuelo, el cual nos puede llevar a realizar un aterrizaje de emergencia o luchar con dicho fallo hasta llegar hasta nuestro destino.

Por si todo esto no fuera suficiente, el modo multijugador permite reunir a un grupo de amigos y proponer trayectos e itinerarios para volar en compañía y disfrutar del viaje junto a los nuestros. Es una forma de enseñar y mostrar aquellos parajes que amamos o simplemente, de pasar el rato y conversar mientras disfrutamos de las alucinantes vistas desde la cabina. La variedad de servidores a nivel mundial hacen que la experiencia sea muy buena. Aunque hay que aclarar que este sistema no está del todo pulido. Actualmente estoy realizando muchas sesiones multijugador con unos amigos que estamos dando la vuelta al mundo, y en algunas ocasiones alguno de nosotros no puede ver a los demás, incluso estando en el mismo grupo. Además que a veces se presentan fallos de sincronización de datos por bajones del internet, lo que hace que la persona que tuvo el bajón aparezca a una altura o coordenadas erróneas en la pantalla de los demás.

La estabilidad y la optimización del juego son bastante buenas. Se deja jugar en una gran variedad de equipos, aunque es en grandes instalaciones donde de verdad brilla el apartado gráfico y podemos conseguir la suavidad deseada. A partir de una GTX 1060 no deberíais tener problemas en comprobar todo lo que hemos escrito hasta ahora, aunque eso si, siempre con el máximo desempeño de la CPU, la GPU y el resto de componentes. Un verdadero test de fuerza para vuestros dispositivos. Queda pendiente en los próximos meses la adición de la realidad virtual y comprobar como las nuevas gráficas son capaces de trabajar con lo que se nos presenta aquí. Además, muchas veces el rendimiento depende mucho de nuestra conexión a internet, ya que muchas de las edificaciones, follaje, detalles, etc. nos llegan en tiempo real por internet, y no está instalado en nuestro equipo, por lo que si tu conexión no va bien, no vas a ver lo mejor del simulador.

Con todo lo que hemos contado hasta ahora, ya veis que es sin duda uno de los lanzamientos del año, ya que tiene ese elemento exótico que viene tan bien para salir de nuestra zona de confort para disfrutar de otro tipo de experiencias. Además con las ofertas de precio tan reducidas no es de extrañar que ya haya superado el millón de jugadores en Xbox Game Pass y que los joystick de aviación hayan empezado a escasear en las estanterías de todas las tiendas.

Sin embargo, no todo es color de rosas, sobretodo para los más puristas y experimentados. A día de hoy, es el mejor simulador para vuelos visuales «VFR» pero que aún le falta mucho por mejorar en vuelos instrumentales «IFR». Tiene fallos en el piloto automático, falta de AIRACS actualizados, fallos y falta de opciones en los Garmin 1000, FMS y demás apartados de la navegación, haciendo que salga muy mal parado, sobretodo con el nivel que tienen los otros simuladores a estas alturas en este tema.

Los aviones más completos y mejor simulados son la Cessna 152, la Cessna 172, el TBM 930 y la Savage Cup, esto hablando de la versión estándar. Pero a los demás aviones les falta más simulación de sistemas y afinar un poco más el sistema de vuelo. A algunos como la Beechcraft Baron G58 les faltan botones básicos como el selector de altitud.

También es cierto que para ser contenido base y a lo que nos tiene acostumbrados los demás lanzamientos en este tipo de simuladores podemos estar contentos. Ahora toca esperar a lo que pueden hacer los desarrolladores externos sacando contenido extra para el simulador tanto pagos como gratuitos como pueden ser ORBX, Aerosoft, entre otros.

Os recomendamos echarle un ojo, y porque no, un tiempo porque seguro que os merece la pena.

Gracias a Gonzalo Cámara y a Juan Rivas Brea por ayudarme con la redacción del artículo y sus opiniones. Gonzalo le ha dado muchas horas como yo desde un punto de vista más «casual» mientras que Juan tiene un título de Técnico en Mantenimiento de Aeronaves y está muy empapado en el tema de los vuelos, instrumentos, procedimientos, navegación y todo lo que tenga que ver con este mundillo.

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3 COMENTARIOS

  1. Los tutoriales son mucho mejores y más completos en versiones anteriores. En esta son muy superficiales. No sirven de mucho para aprender a navegar.

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