Lo prometido es deuda, por eso hablaré de esta combinación tan potencialmente interesante que permite usar un Direct Drive de fuerza media en Playstation 5 siendo el primero de una marca aparte de Fanatec.
Para los que hayan leído tanto los análisis de la base y volante como de los pedales, las cosas van a seguir más o menos los mismos derroteros aunque con menores diferencias. El caso es que limitarse a un solo producto en este análisis no se si hace justicia a la base ni a los pedales, porque la idiosincrasia de Gran Turismo 7 hace que el uso de hardware de este rango de precios pueda parecer incluso superfluo.
La cuestión en este caso concreto, es que Gran Turismo 7 está pensado para que jugadores con distintas habilidades puedan acercarse al mundo de la automoción y disfrutar independientemente de su nivel en pista. No se busca la simulación dura ni la verosimilitud exacta, por lo que se mueve en un ambigüedad muy buscada para que todos puedan encontrar su sitio. Y en el hardware esto significa que el control del coche puede ser tan bueno con un mando como con un set de volante y pedales de 150 euros o de 1500 euros.
La configuración de los parámetros de FFB en Gran Turismo 7 se reduce a 2 sliders en la pantalla de opciones; sensibilidad y fuerza. No está demasiado claro que hace cada cual, pero parece que la fuerza se refiere a la resistencia ejercida por la base y la sensibilidad al umbral de los efectos de la pista para que sean representados por la base.

A nivel de fuerza parece que el juego presenta un nivel adecuado en su representación, permitiendo que según la montura tengamos mayor o menor dificultad al girar y tengamos más o menos información de lo que pasa en pista según el setup del coche (suspensiones, rigidez, etc) y las características del propio vehículo. Lo curioso en el apartado sensibilidad, es que a raíz que aumenta, produce un traqueteo extraño que hasta ahora no había visto con esta base. Un sonido peculiar como si volviéramos a los motores de engranajes, que solo he visto en este juego. No es excesivamente molesto y parece debido a un particular efecto de vibración implementado en muchos de los pianos de los circuitos, que directamente parecen rugosos en vez de escalonados.
En general la sensación es buena, aunque debido a la cantidad de coches disponibles creo que tampoco se le puede pedir que sea mucho mejor. Se diferencia la conducción en cada coche según las tracción, los pesos y muchas otras peculiaridades, y eso es muchísimo si pensamos en la variedad que tiene Gran Turismo 7 .
El tema pedales converge hacia un punto casual, como hablábamos con la base, y en este caso eso los favorece. A través de la pantalla de la base se puede cambiar el valor de la célula de carga, por lo que obviando el cambio en los elastómeros podemos calibrar el freno sin tocar nada más. Con eso podremos llegar rápidamente al final del pedal y usar continuamente el ABS para no tener que pensar demasiado. Suele ser un camino rápido para controlar la frenada y nos permitirá ir cambiando de coche sin demasiadas dificultades.
Como conclusión general, lo dije en su día y lo repito ahora, usar volante y pedales es un salto inmenso a la hora de experimentar todo lo que ofrecen estos títulos de consola. Tanto Gran Turismo 7 como Assetto Corsa Competizione pueden acercarse mucho más a la experiencia vivida en PC, aún con las limitaciones que ya conocemos en otros periféricos.
Tanto si tenéis la posibilidad de acercaros a esta base como a otras compatibles con Playstation 5 , no tengo ninguna duda de que os merecerá la pena.