Seguimos probando parte del ecosistema Moza. En este caso toca el turno de ver y probar la base un poco menos bestia de Moza: el Moza Racing R16
. Crónica de la mano de Rodríguez.
Esta vez Moza nos ha enviado la v2 de una de sus bases, en este caso la Moza Racing R16
v2 que recientemente ha visto la luz y que promete cambios interesantes, veremos si es así.
Presentación y características
La caja en la que viene esta base es igual que la de otras bases, siguen la máxima de: “si algo funciona, no lo toques”, por lo que no tenemos ninguna apreciación ni para bien ni para mal a estas alturas, ya que nos convenció desde el primer día el tipo de empaquetado que usan.
Como otras bases de Moza, esta base presenta un diseño inspirado en los superdeportivos, tiene una estética moderna y agresiva que destaca por su acabado bicolor en pintura negra mate en el cuerpo principal y detalles en negro brillante aplicados con técnicas de pintura automotriz de alta gama.
Su construcción en aleación de aluminio de grado aeronáutico no solo le otorga una apariencia robusta y premium, sino que también actúa como disipador de calor pasivo para mantener una temperatura óptima durante largas sesiones de uso. Tiene unas dimensiones de 327 x 170 x 130 milímetros y un peso de 8,9 kilogramos, ofrece una gran estabilidad y solidez en cualquier tipo de montaje, siendo compatible tanto con fijación inferior como frontal, y adaptable a muchos tipos de cockpits.
A nivel técnico, la base ofrece un torque máximo de 16 Nm que proporciona un feedback intenso y preciso, potenciado por un encoder magnético de 21 bits que garantiza una resolución de más de 2 millones de puntos para una lectura extremadamente precisa de la posición del volante, además de un procesador de alto rendimiento de 280 MHz. La base, como otras V2, también integra el avanzado algoritmo de filtrado de FF NextGen Force 4.0, que promete mejorar significativamente la percepción de subviraje y sobreviraje, ofreciendo una experiencia de conducción más natural y realista proporcionando más detalle en las sensaciones.
El QR sigue siendo físicamente el mismo, construido en aluminio de grado militar, aunque ha visto mejorada su conectividad y el sistema de comunicación inalámbrica que asegura una mejor estabilidad y durabilidad en la transmisión de datos. Hay varios aros que en su última versión dejan de ser compatibles con las bases V1 y si lo son con esta, la V2.
La base tiene un sistema de gestión térmica integrado que monitorea continuamente el rendimiento del motor, asegurando que el torque se mantenga constante sin verse afectado por el sobrecalentamiento.
Con bases que tienen un torque considerable, como esta y sus 16 Nm, este sobrecalentamiento suele ser difícil de alcanzar debido a que solemos configurar el FF lejos del máximo. Como es obvio, la R16 V2 es compatible con todo el ecosistema de MOZA, permite la conexión e integración con volantes, pedales y otros periféricos de la marca, todos gestionables desde la aplicación MOZA Pit House.
Instalación, configuración y pruebas
Lo primero que debemos hacer es atornillar esta base al cockpit. En nuestro caso tenemos un NWS Life Premium con una bandeja que tiene un patrón antiguo y, al igual que nos sucedía con las bases R9 V1 y R21 V1, para poder fijarlo de la manera más firme posible debemos recurrir a una placa. Cómo decimos, debido a que el patrón de estas bases es cuadrado, cuatro tornillos, tenemos que usar una placa adaptadora que puede atornillarse a la base para poder utilizar un patrón triangular como el que tenemos en el cockpit.
Es muy importante asegurarse de que la base está firmemente atornillada, y es que sus 16 Nm de fuerza y su peso, son lo suficientemente altos como para usar solo dos de los cuatro tornillos, que es lo que tendríamos que usar si no tenemos los cuatro agujeros. Al margen de cómo hemos tenido que realizar nosotros la instalación, también es posible comprar un soporte para su montaje frontal.
Como siempre, haremos uso del software de Moza, el MOZA Pit House que ya va por la versión 1.3.2.12 (mayo 2025). Poco a poco este software y su sistema de actualizaciones de firmware de todo el ecosistema de Moza va encontrando un punto de madurez que nos agrada. Es cierto que solo sigue en inglés y que hay algunas partes “remotas” del software que solo están en chino, por lo que aún tiene que mejorar, pero en cada versión se ve que va aumentando el nivel.
Cómo podéis ver en las imágenes adjuntas, el nivel de detalle a configurar en los parámetros es más que suficiente para dejar la base a nuestro gusto, y es que hay que tener en cuenta que aquí se trata de reflejar el máximo de sensaciones en un punto, el volante, que en un coche, ya que éste te transmite por muchas más vías la situación y el comportamiento real en pista.
También contamos con actualizaciones más o menos frecuentes de la aplicación móvil que nos permite, mediante Bluetooth, realizar ajustes en tiempo real de la base y así poder probar diferentes configuraciones de una manera más directa. Puede parecer baladí, pero si cuentas con una persona que te pueda asistir durante el proceso de pruebas y así ir ajustando los diferentes valores a la vez que estás en el circuito de pruebas, llegarás a ajustar y conocer el significado de muchos valores de una manera mucho más sencilla.
Terminado el ajuste físico y la configuración del software, con todo anclado, a mano y funcionando, abrimos el simulador y comenzamos a rodar.
A estas alturas quedarán menos aficionados que no hayan probado una base direct drive, y como siempre decimos, esto es algo aparte por su suavidad, inmediatez y ausencia de ruidos. Algunos aún recordamos esas bases de engranajes que en cada contravolante parecía que te ibas a quedar con el volante en la mano. Que algo se partía dentro. Para los que hayáis probado bases DD más modestas, la principal diferencia entre 5-8 Nm y estos 16 Nm son dos: la primera es que la base no desfallece en tramos “duros”, donde la base se mantiene al límite durante unos segundos, subidas con largas curvas enlazadas, por ejemplo; y la segunda es que transmite mucho más rápido el cambio de inputs, como pasar de un contravolante a un golpe, de un golpe al césped o la grava, de un piano muy rugoso a la pista y viceversa, la base tiene más capacidad de aceleración y puede cambiar de sentido más rápido para darte más información. Pero hay un límite, como decimos, todas las sensaciones que te aporta un vehículo, aquí se transmiten prácticamente en un solo eje.
También hay que tener cuidado a la hora de configurar la fuerza del FF. Con 16 Nm y una mala configuración, o un exceso de confianza, podemos hacernos mucho daño en alguna de las muchas situaciones que se dan en carrera. Hemos tenido algún susto en todo este tiempo con las diferentes bases que hemos utilizado y es mejor ser prudentes y dejarlo en una zona en la que nos sintamos cómodos de verdad.
Conclusiones
Hemos estado muchos meses disfrutando la base de Moza R21 V1 y el paso a esta R16 V2 no ha resultado traumático a pesar de que sobre el papel parezca un downgrade. Hay que tener en cuenta que nunca usamos la R21 al 100% de su fuerza ni ahora tampoco estamos usando la R16 al 100%, aunque sí le estamos exigiendo más que a la anterior. Las mejoras que aporta la V2 de estas bases son interesantes, al margen de su mejor conectividad, hay pequeñas apreciaciones en la forma de entrar el feedback que nos permiten ser más finos en nuestra conducción, pero seguimos necesitando entrenar y entrenar si queremos arrancar unas décimas al crono.
Como resumen, decir que es una buena evolución y que sin duda si tenemos que elegir entre comprar una V1 o V2, nos quedaremos con la V2 porque solo tiene un pequeño sobreprecio que merece la pena asumir, pero si ya disponemos de una V1 no merecerá la pena actualizarnos, al menos no de momento. Eso sí, hay que tener en cuenta que algunos de los nuevos volantes no funcionan en las bases anteriores, así que si queremos comprar uno de los que no van en las V1, tendremos que pasar por caja sí o sí.
Precios y disponibilidad
Como siempre, podéis comprar todos los productos de Moza, con nuestro descuento, en la web de Simufy. En este caso, la base Moza R16 V2 de 16 Nm cuesta 849,99 euros, aunque actualmente está en pre-order y aún sin fecha de disponibilidad.
