Análisis de Logitech PRO Racing Wheel

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El tiempo pone a cada uno en su lugar y creo que está vez le debemos todos una gran disculpa a Logitech. Poco confiábamos en el tema del TrueForce incorporado a la última iteración del hiperdurable y veterano G25 en su forma final de G923. Este último modelo incluía como gran novedad esta tecnología que daba un plus de inmersión al generar vibración en base a la telemetría del juego basada en el audio. Debido al poco torque que tiene el G923 es realmente difícil percibir si afectaba más que anecdoticamente a la conducción o a la inmersión, por lo que el sobrecoste por esa novedad no sonaba como excusa suficiente para que el sobreprecio entre dos bases 95% iguales fuera del 60% de diferencia.

En aquel momento ya pedíamos a Logitech haber entrado de lleno en el mercado con un Direct Drive, pero los años de desarrollo y la adecuación al mercado mayoritario ponían obstáculos de certificaciones y reglamentaciones varias que, suponemos, no han podido acelerar. Ya hace año y medio os dejábamos caer por aquí imágenes de este Logitech PRO Racing Wheel con su caja y todo. Y muchos meses después nos encontramos con exactamente lo que se vio.

El caso es que Logitech ha llegado más tarde a este novedoso campo de Direct Drive, pero tras ver la presentación definitiva, nos daba la impresión de que esta vez había llegado con los deberes bien hechos y todo bien estudiado. Y tras tener el producto entre manos más de una semana, no seré yo quien ose decir lo contrario.

Empaquetado


De una empresa que tiene un recorrido y un catálogo de productos tan amplio como Logitech no puedo esperar nada más que lo mejor en todos los aspectos. Y el empaquetado es el primero que nos entra por los ojos y que cumple todo lo que podríamos esperar. Siguiendo las guías de diseño de los productos licenciados para Playstation 5 la caja contiene bastante coloración en ese azul característico que acompaña al blanco y al negro. Todo está debidamente protegido en un embalaje donde se puede volver a recolocar todo con facilidad para tener que almacenarlo o enviarlo donde proceda.

Contenido


Dentro de la caja vamos a encontrarnos la base, el aro, una fuente de 300W bastante voluminosa, enchufes para conectar dicha fuente a los principales mercados europeos y el agarrador de mesa. Ah, y el USB necesario para la conexión de la base con el PC. No hay disco ni pendrive con el software necesario para poner a funcionar el volante en PC (Logitech G Hub) pero al estar orientado principalmente a otras plataformas se puede perdonar.

La base por fuera


La base tiene un diseño muy peculiar que la hace diferente a todo lo que hay en el mercado. No tengo claro que se ha intentado conseguir o representar, o si tan solo son consecuencias de adecuar el motor y el eje para un mejor funcionamiento. A mi particularmente no me emociona y se me hace demasiado ancha acostumbrado a los bloques cuadrados de Simucube, Asetek o Fanatec. El problema con esto es que no permite muchas formas de anclaje, lo que obliga a tener si o si la posibilidad de atornillar los 3 agujeros de su base o usar el clip de anclado para mesas. Los tornillos son M6 e internamente el cabezal no debe superar los 15mm si no queremos cargarnos alguna electrónica de la base.

Que todo el exterior sea plástico tampoco ayuda a que la sensación sea la misma que cuando hablamos de otros Direct Drive en su rango de precio o especificaciones. Tanto Moza como Fanatec tienen modelos que refrigeran pasivamente por su acabado en metal, mientras que aquí podemos oír el siseo muy leve de un ventilador activo al acabar de usar la base. Esa impresión de diferentes acabados hace que la sensación de robustez pueda ser menor a pesar de su mayor torque o una potencial mejor construcción interna.

Se me ha olvidado comentar que parte del diseño de la base pudiera estar pensado para incluir la pantalla OLED que permite cambiar configuraciones desde el volante y el display para revoluciones. A mi como usuario de VR me resulta un añadido que no necesito, pero entiendo que hay usuarios a los que pueden interesar estas dos características.

Los interiores


Pocos datos, por decir algo, tenemos de lo que es el motor y sus verdaderas características. Oficialmente son 11Nm y ya. No tenemos cifras de slew rate ni de torques mantenidos ni nada. Tampoco creo que haga falta una vez viendo como se desenvuelve, pero no haría daño saber de que estamos hablando. Sus rivales tampoco desvelan este tipo de información y es que nadie quiere dejar a la vista que al final no todos los Direct Drive son iguales y que el torque no es el único parámetro que importa.

Por ejemplo en este caso podemos ver que la base no tiene giro infinito estando apagada y que hay topes físicos ya activados, lo cual no debería ser lo habitual en un servo puro, pero tampoco tenemos idea a que corresponden estas implementaciones, si temas de seguridad o funcionalidad.

Instalación y primer contacto


La instalación, una vez hecho el montaje de la base donde vayáis a tenerla es bien sencillo. USB y alimentación y nada más. En el PC has de instalar la última versión del software de Logitech G Hub que te dirá si reconoce o no la base, ya cuando la enciendes te permite seleccionar la plataforma en que vas a funcionar. Hasta que no hayas seleccionado PC no va a hacerse reconocible, y por lo tanto tampoco será configurable.

El menú de Logitech G Hub es sencillo a más no poder, y eso es muy interesante, porque tienen muy claro como quieren que el usuario use este Direct Drive y lo que se transmita. Se pueden configurar los grados, el dampening, el filtro del FFB y la activación del TrueForce. Nada más pero nada menos. Por si fuera poco, se permite grabar una configuración base en la placa de la base para no tener que iniciar el Logitech G Hub cada vez que vamos a usar la base, por lo que podemos estar directamente a 11Nm o en nuestro perfil favorito al encender cada vez. Algo parecido a lo que teníamos desde los primeros OSW.

Por cierto, el Logitech G Hub al actualizarse automáticamente ha cambiado algún nombre de dispositivo de la base, lo que ha hecho que pierda algunas configuraciones de los simuladores. En principio solo merece la pena tenerlo encendido para actualizar el firmware o cambiar alguna configuración de la base si no queremos hacerlo a través de la pantalla que incorpora en el frontal.

Pantalla OLED y display de revoluciones


La pantalla funciona siguiendo el paradigma del Logitech G Hub, de forma sencilla y sin muchas historias accediendo unicamente pulsando el botón junto a ella. En el libreto del Manual de Usuario hay una descripción de todos los menús, aunque básicamente es lo mismo que tenemos en el programa de PC, salvo que lo podemos hacer directamente sobre la marcha con los diales del volante. La pantalla tiene también menús de visualización por si queremos ver como están las fuerzas, los grados, los pedales o las levas. También se puede elegir uno de los cinco perfiles configurables para cambiar todo al vuelo aunque viendo la variabilidad que hay, sería cosa de algún simulador que no acepte bien los grados o ciertos filtros.

El display de RPM se puede personalizar en el sentido de la orientación, la luminosidad y los colores. Tan solo lo he probado en iRacing y funciona perfectamente ya que es la misma API que lleva en vigor más de una década. Se supone que funciona con la misma fidelidad en todos los simuladores que ya tuvieran la misma funcionalidad en los anteriores volantes de Logitech. Si no os funciona solo tenéis que activarlo en opciones del juego.

Quick Release


Uno de los puntos donde salvo Moza, ninguno de los principales fabricantes está muy allá. Y Logitech no ha querido meterse en fregados y ha ido por algo similar a lo que tiene Moza y que ha sido siempre un estándar en la competición. El tipico Quick Release de bolas con el clic característico de encaje hace que sea difícil colocarlo mal o quedarse a medio camino. Sabemos cuando esta bien colocado, y una vez puesto su firmeza es tal que puedes aguantar la base sujetando el volante. No aconsejo hacer esta prueba durante mucho tiempo ya que aún intento sospechar si el eje tiene alguna debilidad, y esta sería una de las pruebas con las que fácilmente podría desmontarse o romperse. No lo ha hecho y eso es un motivo de alegría ya que recordamos que la base pesa 7 kilogramos.

De todas formas Logitech nos aconseja fehacientemente que nos nos apoyemos en el volante para sentarnos mientras está conectado a la base.

Volante y levas


Logitech se ha decidido por un volante de 300mm casi completamente redondo que intenta ser una mezcla de todo pero que a mi me deja un sabor agridulce porque no llega realmente a cumplir con ninguno de sus objetivos. Pero dejando a parte mis gustos personales, hay que decir que esta fantásticamente construido. Con un peso de kilo y medio tiene un acabado en cuero sintético con 12 botones puros y levas dobles, tanto de cambio como de embrague que hacen que no se le pueda pedir mucho más. El volante tiene dos diales con pulsadores, y un stick de 4 direcciones no pulsable (que debería haber sido un funky switch) siendo este quizá su único punto gris en funcionalidad. Los botones están perfectamente situados a la altura de los dedos y son siempre accesibles.

Las levas son magnéticas y tienen un tacto bueno con un ruido moderado, así que deberían pasar desapercibidas en las sesiones nocturnas. Las levas analógicas de embrague actúan sobre el mismo input, aunque solo una de ellas se puede configurar como maestra. La configuración del doble embrague viene en el manual de usuario y es bastante sencilla. Es algo que aún tengo que probar.

Decía un sabor agridulce porque intenta ser un volante de conducción deportiva con características de competición no llegando a concretar ninguna de las dos. No tiene alcántara para el grip, pero tiene levas dobles para formulas. No tiene un diámetro superior a 310mm pero tampoco menos a 290mm. El aro en mis manos (talla M) se siente demasiado fino haciendo que el agarre no sea para nada óptimo, lo que además repercute en que al agarrar fuertemente ciertas posiciones el desgaste del cuero sintético se vea aumentado. ¿Recordáis cuando el G29 se pelaba o decoloraba una una posición concreta de vuestras manos? Creo que ya existe suficiente experiencia como para saber que la inyección de goma es el material adecuado para aguantar aros que funcionen en bases de Direct Drive. Ni se pela, ni se aplana y mantiene el grip como el primer día.

Espero con ansía los nuevos aros que Logitech debe sacar para dar un enorme salto de calidad a este conjunto, porque si corrigen estos pequeños detalles, habrá un nuevo ecosistema muy interesante para el futuro.

FFB y otras consideraciones


Ha llegado el momento de la verdad, de ponerse al volante en uno de los simuladores y probar que puede ofrecernos Logitech después de muchos años esperando su incursión en esta tecnología. La primera impresión (una vez hemos configurado el valor del torque a 11Nm) no puede ser más positiva, y es que se notan con severidad todos aquellos cambios en la suspensión y todas las irregularidades de la pista. El choque violento al subir un piano, el transcurrir por su superficie escalonada o rugosa o ir directamente a la hierba o la arena son sensaciones claramente distinguibles en nuestras manos.

Afinando la amortiguación y el filtro del FFB en Logitech Hub podemos conseguir una coherencia entre los golpes secos que se producen en la suspensión, por ejemplo al contactar con un piano y al transitar por el, así como otras sensaciones de superficie existentes en el circuito. También se puede notar con facilidad la perdida de adherencia de nuestras ruedas y el agarre para no seguir pisando el acelerador y evitar esos trompos tan indeseados que nos hacen perder segundos y posiciones. Si venís de volantes de engranajes de Logitech, no es que esto sea solo mejor, es que estamos hablando de un universo completamente nuevo (y objetivamente mejor) que el que puede sentirse con los anteriores productos de la marca, por lo que es difícil explicar o si quiera comparar con aquellos productos.

Sensibilidad 50, 900 grados, 0 dampener, 11Nm, 3 FFB filter, 70 TF Audio. Y a ser felices.

La sensación es muy buena, pero mucho. Tanto que si no tuviera los datos de la base en la mano pensaría que estamos ante un torque más cercano de los 15Nm que de los 8Nm. Y es que los latigazos que mete (en el buen sentido) y la información que nos da sobre la tracción de los neumáticos es tan extensa que deja en cuestión algunas bases de nivel superior. Es verdad que llegados a un punto no tenemos la misma fuerza ni la misma aceleración que los servos como Simucube, pero es que Logitech se ha guardado un as en la manga que nadie esperaba para darnos ese plus del que hablo.

TrueForce


Esta tecnología llamada TrueForce que se introdujo como gran novedad junto al Logitech G923 consiste en transformar el audio en una vibración con información añadida a lo que puede venir de la columna de dirección y de los efectos de la carretera. Para hacernos una idea, es como añadir un buttkicker a la información que nos da la base por defecto, por lo que tendremos los efectos de ralentí, el cambio de las marchas, mayor sensación de tracción en pista y muchos más detalles sobre el FFB general.

Viniendo de un OSW en un primer momento se me hacía raro porque sentía el FFB sucio, como si la señal tuviera un ruido blanco o estuviera usando un servo con cogging que no esta suficientemente depurado. Una sensación como de que algo en la base no funciona bien (estaba probando con el GR86) hasta que te das cuenta que esto va asociado al motor del coche y a las vibraciones naturales que pudieras sentir al conducirlo. Probé a desactivarlo tras actualizar el firmware (parece que no se podía desactivar en las primeras versiones) y de repente noté la limpieza acostumbrada que conocía habitual de otras bases. Todo muy natural y una vuelta a la supuesta normalidad.

El problema de esto es que una vez lo has probado, sientes que si no lo tienes activo falta algo. Supongo que algo parecido a lo que le pasa a la gente que tiene instalados bodyshakers o Buttkickers cuando usan un cockpit sin dichos dispositivos o los llevan apagados. Recibes menos información y eso se nota a la hora de decidir cuando activar el acelerador, el freno o cuando decidir girar el volante para atacar el vértice. Y esto hace que sea un factor diferencial en esta base, porque además podemos regularlo o desactivarlo completamente para que sea más o menos intrusivo con respecto a nuestros hábitos habituales. Es un extra, un importante valor añadido del que se hace difícil prescindir una vez lo has probado.

No todos los simuladores disponen de compatibilidad con TrueForce, pero son bastantes más de los que tenían compatibilidad en 2020 cuando salió a la venta el G923. Esto sumado al tremendo salto de potencia en el torque hace que las sensaciones que proporciona esta innovación estén ahora mucho más desarrolladas y justificadas. Los juegos compatibles a día de hoy son:

Valoración final


A estas alturas es posible que ya sepas que voy a decir sobre esta base, porque se deja intuir durante el análisis, y es que las pegas que pueda hallar en este producto son muy pequeñas y subjetivas. Las mayores se encuentran directamente fuera, en la política que Logitech pueda tomar a medio plazo sobre esta nueva rama de Direct Drive que ha inaugurado y que puede ser muy exitosa.

¿Por qué digo eso? Veamos, el Logitech PRO Racing Wheel se posiciona en un escalón elevado, tanto de precio como de potencia para las bases de gama media-alta, pero espera compensarlo con la fama de una gran empresa y un buen historial de servicio al cliente. El TrueForce, los buenos acabados generales, la compatibilidad con cockpits antiguos podrían ser también otros factores a valorar, pero lo que más me intriga es como se va a expandir el ecosistema de periféricos que parece quiere abrir única y exclusivamente desde su web.

Logitech estaría en disposición de crear con sus dispositivos simracer, algo parecido a lo que tiene Fanatec, con su propia distribución, controlando la venta y fijando unos precios únicos. Como usuarios, es evidente que no nos seduce la idea de tener que pagar unívocamente 1099 por la base y el aro, y que desearíamos verlo en un Black Friday de Amazon por 899, pero este podría ser el camino emprendido por Logitech y Thrustmaster a partir de ahora para la gama alta.

Así que a la espera de ver más aros en el mercado que mejoren aún más la experiencia, en mi opinión esta base se sitúa como un ejemplo perfecto de lo que una empresa generalista puede conseguir. Un producto que roza la perfección en todos sus apartados y que supone la entrada de un fortísimo jugador en un mercado repleto de opciones.

Se puede comprar en su web por 1099 euros en versiones para Playstation 5 o Xbox Series X|S.

PD: Los pedales vendrán en un análisis posterior al igual que las pruebas en Playstation 5 con Gran Turismo 7 .

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