El Lola T70 Mk3B GT, uno de los grandes símbolos de la era dorada del automovilismo de resistencia, será parte de Project Motor Racing, el simulador que busca recrear con fidelidad la emoción del pilotaje clásico.
Recientemente, los desarrolladores han anunciado que el Audi R8 LMP900 y el Marcos LM600 serían parte de este videojuego. Ahora la llegada de este modelo pretende representar un homenaje a una época donde el riesgo, la potencia bruta y la innovación marcaban el ritmo en las pistas.
Diseñado originalmente por Eric Broadley en 1965 y fabricado por Lola Cars, el T70 fue una pieza clave en las competiciones de resistencia durante las décadas de los sesenta y setenta. Su versión final, la Mk3B GT, se considera la culminación del desarrollo técnico y estético de esta línea, con un rendimiento que dejó huella tanto en los circuitos como en el imaginario popular.
Un diseño que marcó una era
A más de medio siglo de su debut, el Lola T70 Mk3B GT sigue siendo referencia obligada en términos de diseño aerodinámico. Su silueta baja, carrocería de aluminio curvada y estilizada, y su largo frontal no solo lo convierten en un coche visualmente imponente, sino en una auténtica obra de ingeniería adaptada a las necesidades de velocidad y resistencia de su tiempo.
El chasis, basado en una estructura monocasco reforzada con tubos de acero, ofrecía un equilibrio excepcional entre rigidez y ligereza, lo que permitía una distribución de peso óptima y una conducción precisa. Su suspensión independiente con doble horquilla en el eje delantero y un complejo sistema multibrazo en el trasero le conferían una agilidad destacada, incluso en condiciones extremas.
Uno de los elementos distintivos del T70 Mk3B GT era su motor V8 Chevrolet de 5.0 litros, un bloque pequeño, pero capaz de ofrecer una combinación de fiabilidad, potencia y facilidad de mantenimiento muy valorada por los equipos privados. Acoplado a una caja de cambios Hewland de cinco velocidades, el conjunto generaba cifras notables: de 0 a 100 km/h en apenas tres segundos y una velocidad máxima superior a los 320 km/h.
Protagonista en la resistencia
El Lola T70 Mk3B GT fue protagonista en las pruebas de resistencia más exigentes de su tiempo, como las 24 Horas de Le Mans y las 12 Horas de Sebring. Su rendimiento frente a rivales de fábrica como Porsche, Ferrari o Ford consolidó su prestigio, especialmente entre equipos privados que buscaban competir al más alto nivel con recursos limitados.
En 1969, el modelo alcanzó su punto culminante con una histórica victoria doble en las 24 Horas de Daytona, con el legendario Mark Donohue al volante. En total, la serie T70 acumuló 232 victorias y 91 poles antes de quedar relegada tras la flexibilización de las reglas de homologación, que permitieron la entrada de prototipos como el Porsche 917 y el Ferrari 512.
Un desafío para los pilotos
La experiencia de conducir el Lola T70 Mk3B GT en Project Motor Racing promete ser tan exigente como gratificante. Su construcción ligera, dirección precisa y potente propulsor V8 exigen máxima concentración, habilidad y reflejos. Sin ayudas electrónicas, cada maniobra recae totalmente en el piloto, quien deberá dominar una conducción agresiva y demandante.
El habitáculo reducido, el comportamiento impredecible y la necesidad constante de corrección convertirán cada vuelta en un reto. Pero también en una recompensa: los conductores que logren domar al T70 Mk3B GT descubrirán una conexión única entre hombre y máquina.
El Lola T70 Mk3B GT no será solo un coche más en el catálogo de Project Motor Racing. También será una cápsula del tiempo que transportará a los jugadores a una era de oro del automovilismo. Su incorporación al simulador permitirá revivir una etapa irrepetible del deporte motor, donde la pasión, la técnica y la audacia definían a los verdaderos campeones.
Mientras tanto, se espera que el lanzamiento de Project Motor Racing y su DLC sea en este otoño a un precio de 90 euros/dólares. Llegará para PC, PlayStation5 y Xbox Series X|S.
