A estas alturas de la película, quien más quien menos habrá tenido la suerte de haber probado algún dispositivo de realidad virtual. El simracing es una de las disciplinas que más y mejor uso puede hacer de estos dispositivos, aunque lo normal es que hayáis tenido la desgracia de probar estos con demos de montañas rusas y entornos oscuros (o brillantes) en 3D, lo que puede haber afectado vuestra percepción sobre su uso, causándoos ciertas molestias físicas.

Lo que hasta ahora tenemos claro es que la realidad virtual necesita ciertos requisitos para impresionar y satisfacer si no queremos que nuestra experiencia sea realmente negativa.

• Necesitamos un equipo bastante potente para conseguir la fluidez necesaria
• La resolución actual esta un poco alejada aún de lo que es deseable. De primeras todo el mundo va a notarlo. La inmersión en el entorno es lo que al final permanece.
• Los desarrollos y las ideas para la explotación de estos dispositivos están aún muy por detrás de la tecnología. Los mecanismos de juegos no han cambiado en los últimos 20 años.

Sea como sea, para el usuario primerizo hay una primera barrera importante, que son los mareos y nauseas que se producen en las primeras sesiones y que pueden ocasionar que abandonemos totalmente el uso de Oculus o Vive.

Aquí hay unos consejos para evitarlo

No lo uses si tienes problemas de rendimiento

Si notas que el juego no va fluido, que tiene parones, fallos gráficos o cualquier otro problema relacionado con los frames, para de jugar inmediatamente y no vuelvas a ello hasta que te hayas asegurado que las fluidez se mantiene.

La caída de frames y los fallos gráficos están muy relacionada con los mareos y las nauseas, así que es una mala idea insistir en ello sin tener una experiencia de juego solida ya que rápidamente notaremos malestar.

Siéntate

La estabilidad ayuda a muchas personas cuando se enfrentan a la VR. Si es posible juega sentado. Oculus, al salir inicialmente sin touch, tiene muchas experiencias para estar sentado, así que es una cómoda manera de ir haciéndonos esos primeros días al uso de los cascos de realidad virtual.

Suplementos de jengibre

Los suplementos de jengibre están disponibles en multitud de formas y están ampliamente reconocidos para ayudar a evitar o aminorar los mareos y las nauseas. Sigue las instrucciones para usarlos adecuadamente.

No juegues con problemas de oído o cuando estés cansado

Los oídos es donde residen nuestro sentido del equilibrio, y por lo tanto están intrínsecamente unidos a los mareos y el movimiento. Intenta evitar jugar cuando no estas en plenas condiciones, como catarros o gripe. El cansancio es también una de los orígenes del malestar cuando se usa VR.

La práctica ayuda

Para los que llevan usando simulaciones avanzadas durante mas tiempo, esta comprobado que el cuerpo se adapta cuanto mas tiempo convivimos con ellas. Algunas personas tienen la suerte de aclimatarse mas rápidamente que otras, pero en la practica totalidad todos terminan adaptándose.

El malestar de una primera sesión no tiene porque desanimarnos ni pensar que va a ser siempre así. Sesiones cortas intentando evitar las nauseas y los dolores de cabeza, con demos tranquilas y buenas experiencias hasta que podamos ir prolongando y añadiendo cada vez más acción a lo que percibimos a través de la VR. Paso a paso, sin precipitar ni forzar acontecimientos.

Ajusta la pantalla y el casco

Asegurate que el casco esta correctamente atado y configurado. Que te lo puedes poner y quitar cómodamente como si fuera una gorra y que la pantalla esta claramente visible en la zona mas nítida de tu visión. Si no esta correctamente situado, puede llevarte a ver algo difuminado que incida negativamente a la hora de comenzar a sentir malestar.

Para si sientes malestar

Debes detenerte inmediatamente si tienes la mas leve molestia. Puede sentirse a través del estomago, de la subida de la temperatura corporal, empezar a sudar, o dolor de cabeza. No vas a poder sobrellevarlo y va a ir a peor mientras sigas usando VR en esa sesión. Cuanto más prolongues, peor te sentirás.

Cuanto antes cortes esa sesión y descanses recuperándote, antes podrás volver a probar e ir acostumbrando tu visión y tu cerebro a esta nueva sensación. Si no paras a tiempo, el malestar puede durarte días afectando a otras tareas cotidianas o empeorando otras dolencias y puedes asociar la VR a algo negativo que no va contigo y odiarlo profundamente. Ten cuidado al levantarte por las posibles perdidas de equilibrio.

Tomate un respiro, tumbate, descansa y libera tu mente. Relajate y toma el aire hasta que vuelvas a estar en condiciones.